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EL AJUSTE EN EL PAMI INCLUIRA EL DESPIDO DE 2800 EMPLEADOS
El déficit cero suma más víctimas

El anuncio lo haría el Presidente hoy, si el plan llega a tiempo para ser aprobado en el Gabinete. Emitirían un bono para pagarles a proveedores. Quedaría afuera el 20 por ciento del personal.

Por Raúl Dellatorre

El Gobierno le daba anoche los últimos trazos al plan de recorte a la estructura del PAMI, que vendría de la mano de una reducción de 2400 a 2800 puestos de trabajo en ese organismo. La meta que se plantearon las autoridades es eliminar un déficit del orden de los 50 millones de pesos mensuales –egresos por 200 millones contra una recaudación que araña los 150 millones–, pero sin cortar las prestaciones médicas con las que atiende a casi 4 millones de jubilados. Hasta tanto logre el mentado equilibrio en sus cuentas, mediante la eliminación de más del 20 por ciento de su personal, se implementaría el pago a prestadores y proveedores a través de un bono a emitir con garantía del Tesoro, por un monto estimado en algunos despachos oficiales en 200 millones de pesos. El presidente Fernando de la Rúa anunciaría personalmente la reestructuración del PAMI hoy mismo, si es que se llega a tiempo en su elaboración para aprobarlo en la reunión de gabinete nacional prevista para esta mañana.
El vocero presidencial Juan Pablo Baylac adelantó ayer que De la Rúa hablará al país en las próximas horas para referirse a los recortes en el PAMI y el Anses, en el marco de la política de déficit cero. Los detalles del proyecto fueron analizados en Olivos durante el fin de semana, y el domingo a la noche De la Rúa hizo una evaluación política junto a Chrystian Colombo, Domingo Cavallo, Rodríguez Giavarini y Nicolás Gallo. Allí se ratificó la intención de anunciar estos ajustes por separado de otros, para presentarlos como “hechos concretos” en pos de lograr el déficit cero y, a la vez, mostrar que se está preservando el gasto social. El mantenimiento de los servicios del PAMI se exhibiría así como el objetivo que se garantiza, pero “pagando el costo” de ejecutar alrededor de 2500 despidos. El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, popularmente conocido como PAMI, cuenta en la actualidad con 11 mil empleados.
De acuerdo con el análisis que el interventor del PAMI, Raúl Pistorio, dejó la semana pasada en manos del jefe de Gabinete, la adopción de una resolución drástica sobre el destino del organismo no podía esperar más. Los ingresos de la mayor obra social del país vendrían evidenciando, de acuerdo a dicho informe, una caída del 7 por ciento mensual en promedio. Vale señalar que la porción más importante de recursos del PAMI se derivan de los aportes sobre la remuneración de trabajadores en actividad. No sólo la creciente morosidad en los aportes está afectando la recaudación, sino que se verifica una reducción de aportantes por pérdida de trabajo, precarización y reducción de salarios. En este último sentido, impactó muy fuerte sobre las cuentas del PAMI el recorte en los salarios estatales. El Estado no es sólo el mayor empleador que aporta al Instituto, sino además uno de los pocos que paga puntualmente. Todos estos datos forman parte del informe Pistorio, que concluye reclamando una urgente solución.
El desequilibrio mensual del PAMI, bajo estas condiciones, se eleva en la actualidad a 50 o 60 millones de pesos. Los egresos promedio alcanzan a 200 millones, pero los ingresos ya descendieron por debajo de los 150 millones. Considerando sólo la deuda que requiere atenderse para que no se interrumpan las prestaciones, más un déficit en los próximos meses hasta tanto se ajuste la estructura de personal con la eliminación de 2400 a 2800 puestos de trabajo, Pistorio consideró necesario asegurar un financiamiento por 200 millones de pesos. Tras desechar varias alternativas, finalmente y a sugerencia de Colombo, De la Rúa le encargó a Daniel Marx que analizara la viabilidad de emitir un bono por ese valor, con garantía del Tesoro, para abonarle a proveedores y prestadores hasta tanto el PAMI pueda equilibrar sus cuentas.
Otras fuentes señalaron que los 200 millones calculados por Pistorio serían sólo “un piso” del financiamiento inmediato que requeriría el PAMI, pero la cifra definitiva surgirá del análisis de quienes deban elaborar la ingeniería financiera. Entre otros aspectos, su instrumentación dependeráde que quienes cobren en dichos bonos puedan desprenderse de los mismos sin resignar una porción de su valor.
Junto a la presentación de la reestructuración del PAMI, el gobierno pretende avanzar hoy en precisiones acerca del “ahorro de gastos” por más de 660 millones de pesos anuales en la Ansés. En este caso, la reducción no vendrá por el lado de achicamiento de la estructura administrativa sino por eliminación de asignaciones supuestamente otorgadas en forma irregular. “En el Ansés el recorte se llama eficiencia, se llama capacidad de ahorrar donde hay áreas sin control, con problemas muy serios de fraude”, planteó ayer la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, subrayando ese criterio.

 

 

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