Por
Carlos Rodríguez
Sorpresa es la palabra que define la recepción que tuvo ayer, en
la sala de audiencias del Tribunal Oral 28 de la Capital Federal, el fallo
por el cual fueron absueltos de culpa y cargo los cinco policías
que estaban acusados como responsables de la privación ilegal de
la libertad, los apremios ilegales y el intento de extorsión sufridos
en abril de 2000 por el comerciante Desiderio Meza. La sorpresa fue visible
en el fiscal José Chakass y en las abogadas querellantes, María
del Carmen Verdú y Andrea Sajnovsky, provocó notorio malestar
en el comerciante acusador se fue de inmediato, llevándose
a sus hijos y alcanzó incluso a los propios acusados, defensores
y familiares, que aplaudieron y lloraron al escuchar el fallo, al que
todavía le faltan los argumentos, que serán dados a conocer
el próximo lunes. Me sorprende porque había prueba
testimonial y documental, admitió el fiscal Chakass, mientras
que Verdú consideró que el resultado del juicio puede convalidar
los aprietes policiales, aunque admitió que habrá
que esperar hasta conocer los fundamentos.
Dos de los miembros del Tribunal 28, Alfredo Olivan y Carlos Rengel Mirat,
decidieron por mayoría la absolución del subcomisario
Edgardo Cejas, el inspector Mario Machado, los cabos Roque Mona y Jorge
Fernández y el sargento Domingo Castiglioni. El tercero de los
jueces, Carlos Chediek, votó en disidencia con sus pares, pero
su opinión en soledad también se conocerá recién
el lunes. Por qué no sacan fotos ahora, comentó
exultante a los fotógrafos un allegado a los policías. El
hombre, con lenguaje fácilmente identificable, transmitió
la buena nueva por el celular ni bien salió de la sala después
de escuchar el fallo: ¡Positivo! Les rompimos el tujes.
En la vereda opuesta, Meza se levantó de su asiento, se acercó
a las abogadas y les dijo: Yo me voy. Y se fue, llevándose
a sus hijos, en lo que parecía un cortejo fúnebre. Unas
20 personas, entre familiares de los policías y colegas de la Federal,
aplaudieron el fallo de pie y esperaron la salida de los cinco acusados,
quienes anoche mismo recuperaron su libertad luego de estar un año
y cuatro meses en prisión. Meza ya se había ido cuando algunos
allegados a los acusados salieron a buscarlo: ¡Tanto sufrir
por ese negro maldito! ¿Dónde se fue? ¿Ya se escapó?.
Los aplausos volvieron a sonar cuando el subcomisario Cejas, se convirtió
el primero de los policías nuevamente libres. No quiso hablar y
ocultó su rostro, tapándolo con la solapa del abrigo que
llevaba puesto.
Mariano Cúneo Libarona, defensor de Mona y de Machado, estaba muy
conforme con el fallo: Confiaba en la valentía del tribunal
y se confirmó lo que yo dije en el sentido de que no había
pruebas, declaró a este diario mientras fumaba un habano.
A su lado, el ex secretario del juzgado de Dolores, Roberto Schlagel,
parecía más alto por el impulso que le daba el fallo favorable.
Todos los defensores habían pedido la absolución de los
imputados, mientras que el fiscal y la querella habían solicitado
penas que iban desde los cinco hasta los 15 años y seis meses.
En la audiencia, todos los policías que habían detenido
a sus colegas, encabezados por el comisario Carlos Alberto Sabblich, parecieron
refrendar con sus dichos la irregularidad de todo el procedimiento, realizado
el 11 de abril de 2000, que terminó con la detención del
comerciante Meza en la comisaría 30ª de Barracas. Según
Meza, el inspector Machado le había pegado dos cachetazos y todos
los policías le habían pedido que les pagara dos mil pesos.
De lo contrario, le iban a armar una causa por supuesta tenencia
de armas de guerra.
Para sorprenderlos in fraganti, Meza se contactó con Telenoche,
que le proporcionó una cámara oculta para filmar a los policías.
El aparato fue descubierto y la cinta parcialmente destruida por los imputados,
aunque buena parte del audio pudo ser desgrabado (ver aparte). Ayer, el
tribunal desechó el pedido de las defensas para que esa cinta fuera
declarada nula, pero eso no impidió la absolución. ¿Si
Desiderio Meza mintió al acusar alos policías, por qué
no fue acusado por falso testimonio?, era la pregunta que se hacían
tanto la querella como de la fiscalía. El tribunal desestimó
el pedido para que se sacaran copias del testimonio del comerciante, paso
previo a la apertura de una causa en su contra, de manera que el hoy virtual
falso acusador tampoco será procesado.
Cúneo Libarona había pedido la absolución por
el beneficio de la duda, corroborado, según él, por
las 30 contradicciones en las que habría incurrido
Meza durante su testimonio. ¿Habrá coincidencia del tribunal
con alguno de esos argumentos? Recién el lunes se sabrá
con la lectura de los argumentos. En su alegato final, el subcomisario
Cejas dijo que el juicio era lo mismo que un tiroteo. Anoche,
allegados a la querella comentaron que, en todo caso, al tiroteo
lo volvió a ganar la policía.
Un
diálogo sospechoso
Por C.R.
Yo,
como buen argentino...le voy a colaborar, pero no me jodan, no me
jodan dice Desiderio Meza.
Hablamos como caballeros en la puerta de tu casa. ¿Es
así o no? responde uno de los policías.
El taquero te quería en la taquería,
Negro. Te tenemos que llevar sí o sí resume
otro de los policías, justificando, en apariencia, la detención
de Meza del 11 de abril de 2000 en la comisaría 30ª
de Barracas. Las frases, textuales, fueron el fruto de la desgrabación
del audio del video de la conversación que mantuvieron, el
13 de abril, en un bar de Montes de Oca y Osvaldo Cruz, el comerciante
Meza y los policías Mario Machado, Roque Mona y Jorge Fernández.
Allí, según Meza, los policías lo habían
citado para que les pagara dos mil pesos de colaboración.
Los agentes, en cambio, dijeron que Meza los había citado
allí porque era informante de la policía
y les iba a pasar algunos datos. Mirá,
no puedo comer desde ayer, desde el cachetazo. No puedo comer, ando
todo dolorido, se quejaba Meza supuestamente por el sopapo
recibido en la seccional. Te hiciste mierda la boca,
le comentaba uno de los policías, en una charla que según
el fiscal confirmaba la versión de Meza y desechaba de plano
la de los policías.
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