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La Cosecha Esencial de los bloques de cemento

Las fuerzas de la OTAN desplegadas en Macedonia comenzaron la recolección de armas de la guerrilla albanesa. Un soldado británico fue asesinado por desconocidos con pedazos de concreto.

Por Nicholas Wood
y Richard Norton-Taylor *
Desde Skopje y Londres

La muerte de un soldado británico ayer echó un manto de sombra sobre la misión de la OTAN, denonimada “Cosecha Esencial”, de desarmar a los rebeldes de la etnia albanesa en Macedonia, apenas una semana después que comenzara la peligrosa operación. El zapador Ian Collins de 22 años, miembro del escuadrón 9º de paracaidistas de ingenieros reales, murió después de que unos jóvenes tiraran un bloque de concreto sobre su Land Rover blindado, destrozando el parabrisas y golpeándolo en la cabeza. Murió nueve horas después.
El secretario general de la OTAN, Lord Robertson, describió el ataque como “absurdo, considerando que las tropas de la OTAN están en la República de Macedonia (ex Yugoslavia) para asistir al pueblo y al gobierno”. Las fuentes de defensa británicas en Londres minimizaron la importancia militar del incidente, insistiendo en que no había afectado la capacidad operacional de la misión de la OTAN ni en el rol de las tropas británicas. Sin embargo, seguramente va a conducir a una revisión de la seguridad de las tropas de la OTAN en una operación a la vez arriesgada y delicada a la que los extremistas de ambos lados, los albaneses étnicos y los macedonios, se oponen. El ejército británico desplegó 1900 soldados, más de la mitad del total de tropas de la Operación Cosecha Esencial. Su mandato es estrictamente limitado: 30 días.
El zapador Collins, soltero, de Sheffield, Inglaterra, se unió al ejército hace cinco años y sirvió en Irlanda del Norte y Bosnia. Había estado en Macedonia unos pocos días cuando fue atacado mientras viajaba del aeropuerto de Skopje a la base británica en el centro de la ciudad. Los investigadores británicos dicen que no se sabe si los atacantes eran albaneses étnicos o macedonios. Collins y un oficial del mismo regimiento habían pasado bajo un paso a nivel cuando su automóvil fue atacado a las 19.15 el domingo. “Después que tiraron la roca, estacionaron a un costado y un grupo de jóvenes rodeó el vehículo. El pasajero se sintió amenazado y logró moverlo más adelante en el camino”, dijo un vocero de la OTAN. Después de alejarse de la multitud, el segundo soldado le hizo señas a un vehículo del ejército de Estados Unidos y se llamó a una ambulancia. Entre las 19, cuando tuvo lugar el ataque, y las 4 de la mañana de ayer, Collins fue llevado a tres centros médicos diferentes.
Primero fue atendido en la base del ejército de Estados Unidos cerca de Skopje, desde donde fue llevado en avión a Camp Bonsteel en Kosovo, la mayor base de Estados Unidos en la región. Los médicos ahí dijeron que no podían tratar sus heridas en la cabeza y fue llevado otra vez en avión a una unidad neuroquirúrgica en el hospital principal de Skopje, donde murió. El premier británico Tony Blair interrumpió sus vacaciones en el sudoeste de Francia para pedirle telefónicamente al presidente Boris Trajkovski que los responsables sean llevados a la Justicia. El Ministerio de Defensa dijo que el presidente expresó sus profundas condolencias y se comprometió a llevar a cabo una investigación cabal. El ministerio dijo que los dos líderes estuvieron de acuerdo en la importancia de completar la misión de recolectar armas y lograr que las reformas políticas en Macedonia sean un éxito. La investigación involucrará a la Policía de Macedonia y a la Policía Militar británica, dijo.
A pesar de la muerte del soldado, las tropas británicas y francesas siguieron adelante con la operación de recolectar las armas del Ejército de Liberación Nacional (UCK, albaneses étnicos), en un área controlada por la guerrilla, cerca de Kumonovo. Fue el primer punto de recolección establecido hasta ahora. Unos 300 rifles de asalto, así como una cantidad de minas antitanques y granadas lanzadas por cohetes, fueron dejados en un depósito abandonado en las afueras de Otlja, un pueblo controlado por el UCK desde fines de abril. La fuerza conducida por los británicos se estableció un objetivo de 3300 armas, un tercio de lo que debe recolectarse para el fin de semana. Si los tiempos establecidos no se cumplen, el Parlamento macedonio se negará a considerar reformar la Constitución del país, poniendo en peligro el compromiso de la UCK de desarmarse y con ello toda la operación de la OTAN. Un alto oficial vinculado con los cuarteles generales de la brigada británica en Skopje le dijo a The Guardian que los vehículos británicos han sufrido repetidos ataques por grupos de jóvenes en las afueras de la ciudad. Un vocero del ejército británico en Macedonia dijo que eran conscientes del problema, pero que no se había tomado ninguna medida. “No creímos que fuera una gran amenaza para nadie, de otra manera se hubieran tomado precauciones anteriormente.” Se les ordenó a todos los soldados de la OTAN que usen cascos en sus vehículos.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

 

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