Estados Unidos pudo proclamar ayer que “domina los cielos” en Afganistán. Fue su tercera jornada de bombardeos, durante la cual atacó en su bastión sureño de Kandahar, la residencia del mullah Omar, líder espiritual de los talibanes, quien sobrevivió. El presidente George W. Bush declaró que “el cielo está libre ahora para que nuestros aviones vuelen sin ser acosados de manera alguna y la misión fue un éxito”, tras una reunión con el canciller alemán Gerhard Schroeder en la Casa Blanca. La síntesis más acabada correspondió al jefe del Pentágono, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld: “Con el éxito de las incursiones precedentes, podemos realizar bombardeos día y noche, si queremos”. Según Rumsfeld, todos los aeródromos de Afganistán menos uno habían sido inutilizados. Estados Unidos también lanzó una firme advertencia a Irak instándolo a no “sacar ventaja” de la situación en Afganistán, en un encuentro entre sus dos embajadores ante la ONU en Nueva York.
Confirmando su conquistada “supremacía aérea”, las fuerzas estadounidenses realizaron ayer su primer bombardeo a la luz del día contra el bastión talibán de Kandahar, y en particular la residencia del mullah Omar. “Está vivo, gracias a Dios. Hubo bombardeos alrededor de su casa, pero la había evacuado”, informó el embajador talibán en Islamabad, Abdul Salam Zaif. El Pentágono indicó que la residencia de Omar era un “objetivo legítimo” porque allí se encuentra un centro de comando y control. El jefe de la red Al-Qaeda de extremistas islámicos, Osama bin Laden, también sobrevivió a los ataques. “Está vivo”, dijo Zaif a CNN hablando de Bin Laden. “Está en las montañas por su seguridad”, precisó.
Durante la noche de ayer, Kabul volvió a ser bombardeada. Además de Kandahar, también fueron atacadas dos bases aéreas en las ciudades de Herat y Shndand (oeste), así como blancos en Jalalabad (este). Según la agencia Afghan Islamic Press (AIP), basada en Pakistán y próxima a los talibanes, esa milicia islamista también fue golpeada en las norteñas ciudades de Mazar-i-Sharif, Shiberghan y Kunduz.
Los talibanes anunciaron que en total 35 civiles murieron o resultaron heridos desde el lunes como consecuencia de los ataques, incluidos cuatro afganos que trabajaban para un equipo de desminado de las Naciones Unidas en Kabul, lo que fue confirmado por la ONU (ver nota aparte). Por la mañana, el Pentágono indicó que la lista de blancos había sido ampliada para incluir a los blindados talibanes que combaten a los opositores en el norte del país.
El Secretario de Defensa Donald Rumsfeld reconoció que Estados Unidos “alentó” a los opositores en Afganistán –la Alianza del Norte así como otros grupos dentro del país– a que combatan a los talibanes. “Nos gustaría verlos tener éxito”, comentó el secretario de Defensa.
Organizaciones humanitarias suspendieron el envío de ayuda a Afganistán. Funcionarios estadounidenses indicaron que realizarán un segundo lanzamiento de 37.000 paquetes de comida para grupos aislados de refugiados, mientras la agencia oficial iraní INRA informó que 20.000 refugiados afganos atravesaron su frontera. Por otra parte, el Departamento de Estado indicó que los talibanes comunicaron que los ocho trabajadores humanitarios occidentales detenidos en Afganistán acusados de propagar el cristianismo se encuentran a salvo. Un periodista francés de la revista Paris-Match, Michel Peyrald, fue detenido ayer cerca de Jalalabad disfrazado de mujer y los talibán lo acusaron de espionaje y afirmaron que no podrá “beneficiarse de clemencia alguna”, según la agencia AIP .
La fuerza liderada por Estados Unidos que combate a los talibanes y a sus protegidos los militantes extremistas islámicos de la red al-Qaeda, seguía fortaleciéndose. Una fuerza naval de la OTAN fue enviada al Mediterráneo oriental para “demostrar la firmeza de la coalición”, mientras Canadá asignó 2000 efectivos, navíos y aviones para el esfuerzo de guerra.

AL-QAEDA CELEBRO EL ATENTADO CONTRA LAS TORRES
La Jihad dobla la apuesta

La red de Osama bin Laden, Al-Qaeda, volvió a pronunciarse ayer. Eligió, como ya es su costumbre, la cadena de televisión árabe (de Qatar) AlJazeera, para difundir un video grabado en el que aparecía un vocero de la organización anunciando la continuación de la “Guerra Santa” y presagiando nuevos atentados suicidas contra Estados Unidos durante un plazo determinado: “Hasta que abandone nuestra tierra, y hasta que detenga su apoyo a los judíos y levante las injustas sanciones contra Irak”.
El portavoz Suleiman Abu Gheith amenazó a Estados Unidos con más atentados suicidas en represalia a los ataques aéreos contra Afganistán y ensayó una comparación provocadora: “Hay miles de personas jóvenes (en Al- Qaeda) que están esperando morir como los estadounidenses esperan vivir”. Estados Unidos está librando una “cruzada” contra el Islam y por lo tanto, la Jihad –o Guerra Santa– “es una obligación de todo musulmán”, recalcó. Y continuó: “Lucharemos contra ellos con todo lo que tengamos. Los estadounidenses abrieron una puerta que no será cerrada jamás”. El mensaje, difundido en árabe, elogió a los secuestradores suicidas del 11 de setiembre aunque no explicitó el vínculo de Al-Qaeda con los mismos: “Ellos hicieron una buena hazaña. Llevaron la batalla al corazón de Estados Unidos”. Gheith anunció que Al-Qaeda cree en el “terrorismo contra los opresores” y que los ataques con aviones secuestrados en Estados Unidos continuarán ya que la “batalla” no se detendrá hasta que los estadounidenses se retiren de las tierras musulmanas. “Los estadounidenses deben saber que la tormenta de los aviones no se detendrá” amenazó.
Un funcionario de la cadena de televisión dijo que se recibió la grabación del mensaje el martes en Kabul. Abu Ghaith, quien apareció junto a Bin Laden en un mensaje divulgado a través de Al Jazeera el domingo, es buscado en su natal Kuwait, donde era un predicador. “La cruzada que Bush ha prometido comenzó”, dijo Ghaith, usando un término con profundas connotaciones históricas en el mundo árabe. “La nación (del Islam) no permanecerá en silencio después de hoy, después de lo que está pasando en su tierra. La Jihad, por los designios de Dios, es una obligación hoy para cada musulmán en esta tierra”, agregó. Y propuso un plan de acción: “Los intereses estadounidenses están extendidos por todos lados en el mundo. Cada musulmán debe cumplir su papel con cabalidad”. El mensaje apeló al resentimiento de los árabes por lo que ellos perciben como el respaldo ciego de Washington a Israel contra los palestinos, los 11 años de sanciones de la ONU contra Irak y el estacionamiento de tropas estadounidenses en Arabia Saudita, centro de la fe musulmana. “Que Estados Unidos sepa que esta batalla no dejará su tierra hasta que abandone nuestra tierra, y hasta que detenga su apoyo a los judíos y levante las injustas sanciones contra Irak”.

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