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LA TERCERA NO FUE LA VENCIDA PARA EL SANDINISMO 
Del Gordomán a Bola de Años

Daniel Ortega sufrió su tercera derrota consecutiva en las elecciones de ayer, que encumbraron al liberal Enrique Bolaños.

Bolaños festejó su triunfo antes del resultado oficial.
La tendencia era muy fuerte, y Ortega admitió pronto su derrota.

 

El histórico comandante sandinista Daniel Ortega fue derrotado en las urnas por el liberal Enrique Bolaños. Los augurios de éxito que los sondeos vaticinaban para el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se derrumbaron ayer ante los primeros cómputos oficiales que arrojaban nueve puntos de ventaja para el Partido Liberal Constitucionalista (PLC). Ortega reconoció su derrota rápidamente mientras el actual presidente, Arnoldo Alemán, festejaba. Estados Unidos también hizo llegar su gesto de alegría. Para la militancia sandinista, la evaluación es otra.
Apenas con el 13 por ciento de los votos escrutados, el cómputo oficial daba un 53,7 a favor del anciano Bolaños �apodado popularmente como �Bola de años�� frente al 44,6 para Ortega. Desde la madrugada de ayer, los liberales pronosticaron su triunfo, aún cuando no se conocía públicamente ningún resultado. Los sandinistas permanecieron en silencio mientras la Policía y el Ejército patrullaban el país en una tensa expectativa. El presidente actual, Arnoldo Alemán �famoso como �Gordomán� debido a sus kilos�, no ocultó su alegría: �La era de Ortega llegó a su final�, sentenció sugiriendo una debacle en las filas sandinistas debido a que su reincidente candidato ha sufrido su tercera derrota consecutiva.
Sin embargo, desde las huestes sandinistas la mirada es otra. �El país está dividido. El sandinismo ha crecido y eso es un mayor desafío para nosotros�, señaló a Página/12 Pablo Baltodano, hijo del general sandinista Alvaro Baltodano. Cuando, retroactivamente, analizan el origen de la derrota, los allegados a Ortega no dudan en señalar el 11 de setiembre como una fecha trágica: allí se inició una �campaña negra� que aterrorizó a los nicaragüenses comparando a Osama bin Laden con Ortega y haciendo sonar la consigna norteamericana �o están con ellos o están con nosotros� ante cada advertencia de Estados Unidos sobre que un gobierno sandinista completaría el �triángulo comunista latinoamericano�, junto a Fidel Castro y Hugo Chávez. A la hora de explicar cómo funcionó la amenaza de EE.UU., Ricardo Zúñiga, un analista local, subraya el miedo de la población ante un dato concreto: los más de 200 mil nicaragüenses emigrados a Estados Unidos y los casi 500 mil en Costa Rica que mandan dólares a sus familiares.
Ortega �que ocupará una banca en el Congreso� emitió un mensaje al país rodeado por los líderes de las fuerzas políticas que se presentaron aliadas con el FSLN �la llamada �Convergencia Nacional�� y prometió apoyar la gobernabilidad del país. Lo que aún no está tan claro es el voto a diputados. Allí, la diferencia entre el sandinismo y el liberalismo es de apenas un dos por ciento y el Partido Conservador (PC) �que en la elección a presidente apenas llega al 1,5 por ciento� alcanza un cinco por ciento. Esto se explica debido a que muchos liberales votaron a Bolaños como presidente y a los conservadores para diputados. Se trata del �voto cruzado�, una de las consignas de campaña del PC para asegurar, por lo menos, el ingreso de su primer candidato: Ernesto Leal. De esta manera, se especula que la composición partidaria del Parlamento será pareja entre el FSLN y el PLC. A Bolaños �hace un año vicepresidente de Alemán� parece haberle dado buenos resultados la técnica de una campaña �sucia�, a lo que se sumó su insistente despegue de los escándalos de corrupción del actual gobierno y la autopromoción que hizo de su historia de empresario próspero. Bolaños, además, hizo bandera de su pasado: fue expropiado y encarcelado dos veces por el gobierno de Ortega.
Informe: V.G.


REPORTAJE EXCLUSIVO AL COMANDANTE TOMAS BORGE
�Pudo más el miedo que el amor�

�Dos días antes las encuestas nos favorecían.�
�Y la homilía, armonizada con EE.UU., produjo un vuelco.�

Tomás Borge es el vicesecretario general y presidente del Congreso del FSLN y una de las figuras más emblemáticas del sandinismo. Ayer se subió al escenario junto a Daniel Ortega para anunciar la tercera derrota consecutiva del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las urnas. Página/12 lo entrevistó telefónicamente para saber cómo evalúa este revés electoral y cómo se perfila el futuro del sandinismo.

  --¿Cómo evalúa la derrota que acaba de reconocer Daniel Ortega?

  --Daniel Ortega reconoció los resultados oficiales del Consejo Supremo Electoral tal como nosotros nos habíamos comprometido hacer. Creo que fue una derrota que tuvo que ver con el miedo; pudo más el miedo que el amor. Sin dudas, fue un miedo inducido por declaraciones de los personeros de Estados Unidos y, a mi juicio, por los altos funcionarios de la jerarquía eclesiástica. Estos dos factores se sumaron para que a último momento se reviertan los pronósticos electorales; fue la consecuencia de una ofensiva poderosa y una campaña sucia en nuestra contra. Los Estados Unidos dijeron de manera expresa, y reiteradamente, que no querían una victoria sandinista, que nosotros éramos sospechosos --no sé de qué-- y que la consideraban inconveniente para los intereses norteamericanos.

  --¿La moderación del discurso de Ortega le jugó en contra por hacerlo poco creíble?

  --Creo que independientemente de que haya sido o no beneficioso, su discurso fue correcto. Estamos de acuerdo con nuestra conciencia porque no hemos cambiado en lo fundamental. Hemos abandonado una retórica innecesaria que nos hacía aparecer como muy radicales sin serlo. Estamos armonizando nuestro discurso con nuestra realidad política.

  --¿Hubo algún factor de la figura de Ortega que influyó en la derrota?

  --Fue el miedo, sino cómo se explica que dos días antes las encuestas nos favorecieran y que después de las declaraciones norteamericanas y de la homilía del cardenal Miguel Obando y Bravo, armonizada con los intereses de Estados Unidos, se diera un vuelco en el resultado electoral. Es la única explicación posible. Daniel es un compañero de noble sentimiento, capaz y talentoso que dedicó la campaña a la armonía nacional y al amor entre los nicaragüenses. Pero, insisto, pudo más el miedo.

  --¿Este es el fin de Ortega como candidato del FSLN?

  --De ninguna manera. Daniel, en este momento, por sus posiciones maduras, ha escalado un alto sitial entre los estadistas. Nosotros lo vamos a seguir respaldando porque lo consideramos nuestro dirigente.

  --Al interior del FSLN, ¿la derrota traerá algún tipo de replanteo del proyecto sandinista?

  --Vamos a examinarlo, aún es demasiado temprano. Mañana (por hoy) recién tenemos la primera reunión para evaluar la situación. Yo, en lo personal, pienso que hay que darle continuidad a lo que hemos estado haciendo durante toda esta campaña. Creo que ese es el camino.

  --¿Y qué consecuencias trae dentro de la amplia coalición con la que se presentó el FSLN?

  --La convergencia va a continuar junto a todos los dirigentes de las distintas fuerzas políticas que ya se reunieron y acordaron continuar con el mismo proyecto estratégico. Se avecina una gravísima crisis económica para el país y contribuiremos, con posturas positivas y propositivas, a que Nicaragua salga adelante.

  --¿Qué tipo de convivencia tendrán con el liberal triunfante, Enrique Bolaños?

  --La que el gobierno electo decida. Es decir, nosotros estamos abiertos a un entendimiento nacional aunque depende, en gran medida, de la posición que este gobierno tome.

Reportaje: Verónica Gago.

 

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