Igor
Cavalera explica por qué Sepultura sigue vivo y él le apuesta fuerte
Tatuado
El
baterista de la banda brasileña más famosa del mundo dice que ahora sí
están integrados y que eso puede comprobarse en Nation, el nuevo disco
que aparece este mes. En los días previos al consiguiente revuelo de prensa
y al inicio de una gira mundial, Igor califica como “decepcionante” su
último show en Buenos Aires, aunque promete reincidir. Pero en Obras,
pide...
POR
R.C.
Un
poco de futurología metalera: el 20 de marzo vas a tu disquería
amiga y pedís, no sin cierto temor, el nuevo disco de Sepultura.
Claro, después de la ida del cantante Max Cavalera (hoy líder
de Soulfly) y su reemplazo por el norteamericano Derrick Green, y del
sabor a poco que dejaron tanto el álbum Against como el show con
el que el grupo teloneó a Metallica en River, estás en tu
derecho a sentir cierto recelo. Pero ponés Nation en tu discman
y para el momento en que el morocho Derrick comienza a aullar, ya se te
voló buena parte del cerebro y estás haciendo pogo con los
autos en medio de la calle. Cuando la maquinaria más pesada surgida
de Brasil te permite un respiro, te das cuenta de que Sepultura volvió
a ser una banda en el sentido más cabal del término
y que el flamante cd bien puede ser considerado un digno continuador del
gran Roots.
Ahora logramos más integración, pero necesitamos hacer
Against para estar donde estamos con Nation. Fue un paso imprescindible,
asegura el baterista Igor Cavalera, el hermano abandonado, en conversación
telefónica con el No. Para mí, el anterior fue un
álbum muy fuerte, porque representaba cómo nos encontrábamos
en aquel momento. Es como un tatuaje: algo que voy a llevar el resto de
mi vida y de lo que estoy orgulloso. Pero es cierto, Nation es otra cosa.
Otra cosa: además de la potencia habitual del tándem que
conforman el menor de los Cavalera, el guitarrista Andreas Kisser y el
bajista Paulo Pinto, hay pinceladas electrónicas que añaden
nuevos colores, percusiones tribales (marca registrada), un toquecito
de dub jamaiquino (cortesía del invitado Dr. Israel) y hasta un
instrumental en el que conviven cuerdas y distorsión (con Apocalyptica).
El aporrear de los tambores de Igor es lo primero que se escucha en el
nuevo trabajo. Una nación construida con transpiración/
una nación construida con sangre/ una nación construida
con sueños, truena enseguida Green. Los fans de Sepultura
forman parte de la nación de la que hablamos en este disco: aunque
vivan en diferentes lugares o sean de distinto color, se identifican con
la banda. Para nosotros, eso es positivo, porque es ir más allá
de los prejuicios.
Según lo que se escucha en la canción Who must die,
en esa nación seguramente no hay lugar para la pena capital. Afortunadamente,
en Brasil no tenemos pena de muerte, pero en Estados Unidos sí
hay. Y Derrick, que es quien escribió la letra, tiene sentimientos
muy fuertes contra esa forma de castigo, así que habló de
cómo cree que deberían ser hechas las cosas, explica
Igor. Otra canción, Politricks, habla de las artimañas
de los políticos para mantener el statu quo. En la letra colaboró
el gran Jello Biafra. El menor de los Cavalera se alegra de que la canción
mencione al Subcomandante Marcos entre quienes luchan contra las injusticias:
Me parece muy importante, porque hace pensar a la gente. Para mí,
Jello Biafra es una persona que entiende sobre casi todo lo que sucede
en el mundo y escribe letras de lo mejor. Es fundamental tener cerca a
una persona como él, que puede criticar Estados Unidos desde adentro.
El 9 de marzo, Sepultura iniciará en Columbus, Ohio, una abrumadora
gira mundial para presentar el nuevo trabajo. Por ahora no hay fechas
concretas para un show en la Argentina, pero Igor asegura que el cuarteto
tiene especial interés en tocar aquí: La vez que estuvimos
con Metallica fue un poco decepcionante, porque antes habíamos
hecho shows mucho mejores en Buenos Aires. A mí no me gusta tocar
en grandes estadios, prefiero lugares como Obras, donde puedo sentir a
la gente. Sepultura es la clase de banda que necesita estar cerca del
público.
Aparentemente, a Igor no le molesta ir a grandes estadios cuando de fútbol
se trata. Fanático rabioso del Palmeiras, se encargó de
iniciar en el amor verdiblanco a Green... antes de aceptarlo en la banda.
Max también era del Palmeiras, así que teníamos
un buen balance en la banda. Cuando él se fue, me preocupé
por llevar a Derrick a la cancha, porque si no hubiera dos torcedores
del Palmeiras, la banda sería una mierda, dispara. El baterista
es, además, el orgulloso poseedor de la colección de unas
cuatrocientas camisetas de fútbol. Empecé a juntarlas
cuando Sepultura comenzó a salir de gira por diferentes países.
Les pido camisetas a los promotores de los conciertos, pero además
compro muchas de lugares en los que nunca he estado y para mi cumpleaños
siempre me regalan alguna. Además, muchas de las camisetas están
firmadas por los jugadores. Obviamente, del equipo que más tengo
es del Palmeiras. Cada vez que sacan una camiseta nueva, me la compro.
Y hacen dos o tres distintas por año, así que me gasto todo
mi dinero en eso.
¿Y qué tal sos jugando al fútbol?
Eeeeeehhh... Jugamos todas las semanas. Me gusta practicar mucho
porque lo disfruto y porque es muy bueno para mi cuerpo, especialmente
para mi corazón. Cuando toco en vivo preciso mucha energía,
así que el ejercicio me viene bien.
¿Le enseñaron a jugar a Derrick?
Juega siempre, es un gran defensor.
¿Qué? ¿Ya se volvió brasileño
adoptado?
Sí, totalmente. Le gusta mucho la cultura brasileña
y su portugués ha mejorado mucho. Ya lleva más de dos años
viviendo en San Pablo y la pasa bárbaro. Antes tenía una
casa en Amsterdam, pero ahora sólo quiere estar aquí.
Un
millón de dólares
¿Estás
en contacto con Max?
No, no. No volví a verlo desde que se fue de la banda. Hablamos
un par de veces por teléfono, pero eso fue todo.
O sea que ni siquiera se han juntado en una fiesta familiar...
No, porque nuestra familia no se junta para celebrar fiestas.
¿Es verdad que les ofrecieron un millón de dólares
para que se juntaran y tocaran en el Ozzfest?
Sí, pero lo tomamos como si fuese una broma. Sepultura es
mucho más que el dinero y esa oferta fue irrespetuosa. Tal vez
otra banda lo hubiera considerado, pero nosotros no haríamos algo
así. Hay muchas otras razones por las que estamos juntos. Prefiero
vivir con menos dinero, pero con el respeto de mis seguidores.
¿Escuchaste Primitive, el nuevo disco de Soulfly?
Sí. Creo que tiene muy buenas voces, pero la instrumentación
no es demasiado buena.
¿Extrañás a Max? ¿Volverías a
trabajar con él?
Lo extraño como hermano, pero trabajar juntos implica mucho
más que eso. Digamos que, por ahora, no quiero volver a trabajar
con él.
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