SIR
JOE STRUMMER FANTASEA CON EL BUENA VISTA THE CLASH CLUB
No
se tomen demasiado en serio las palabras de uno de los cerebros
privilegiados del verdadero y unico punk rock, un tipo al que nunca
le gustó vivir de los recuerdos. A más de veinte años de la gran
explosión y al frente de su nueva banda The Mescaleros, joe habla
de su vida, los años con los Clash, Mano Negra, su nueva posición
política y su inmadurez eterna.
POR
ROQUE CASCIERO
Pocas veces
el rock fue tan revolucionario como con The Clash: la aparición
del cuarteto punk londinense y su evolución inmediata marcaron
las ideas, la música
y la cultura de varias generaciones en todo el mundo. El rock latino,
por ejemplo, sería impensable sin la llama que encendieron
los Clash (y que continuó Mano Negra). Pero ese fuego fue
tan incandescente que los propios miembros de la banda sufrieron
quemaduras de grado avanzado. A Joe Strummer, el cantante, guitarrista
y coautor de himnos como Revolution Rock o Should
I stay or should I go, le tomó más de una década
reponerse del sacudón. Al poco tiempo de disueltos los Clash,
sacó su único álbum solista, Earthquake Weather
(1989); luego se dedicó a actuar y a componer bandas sonoras
de películas. Recién volvió a dar señales
de vida en las bateas en 1999, cuando publicó Rock Art and
the XRay Style, su primer disco al frente de The Mescaleros.
Global a GoGo, que aparecerá la semana próxima, muestra
a Strummer y los suyos haciendo pie en el nuevo siglo. ¿Cómo?
Con un sabio balance entre electrónica e instrumentos tradicionales,
y una ensalada de ritmos del mundo que potencian el espíritu
de rockero indomable del cantante. Todavía me considero
un punk, le confiesa Strummer al No a través del teléfono.
Mi evidencia principal para esa conclusión es que todavía
no he crecido, así que debo ser un punk rocker. Me lo paso
esperando el momento en que realmente me toque crecer, pero hasta
ahora...
Bueno, el año
próximo vas a cumplir 50. ¿Creés que ése
será el momento de crecer?
Nooo, en absoluto. Fijate en Iggy Pop. El es mi gurú.
¿Cuáles creés que han sido los logros
del punk?
Por ejemplo, plantó las semillas para la cultura skate,
que hoy es muy importante en todo el mundo. Es una cultura: es estilo,
moda, ropas, música... Además, me gustan los nuevos
grupos punk. Sin ellos, creo que no me sería posible encontrar
un sello para publicar mis discos. De hecho, ahora estoy en un sello
conducido por el cantante de Rancid.
¿No te parece que los grupos nuevos se han concentrado
en el estilo musical y han dejado de lado el aspecto revolucionario
del punk original?
Sí, pero los tiempos cambian. Tenés que vivir
los tiempos que te tocan, así que las comparaciones pueden
ser riesgosas. Ahora el mundo es muy diferente y creo que las bandas
reaccionan ante la nueva realidad. Yo he visto a la mayoría
de estos grupos y realmente saben lo que hacen.
Al ser una leyenda del punk, ¿te tomó tanto
volver a grabar porque sentías la presión de mostrar
algo novedoso?
No, en realidad, me costó encontrar a alguien con quien
trabajar. Primero tuve que encontrar a los músicos y recién
entonces me preocupé sobre qué hacer. Lo más
difícil para mí fue que estaba aislado y no conocía
a nadie. También fue un factor de aislamiento el haber formado
parte de una banda tan conocida como The Clash, porque no podés
encontrarte con otros músicos en un plano igualitario, así
que tuve que esperar hasta que mi fama bajara.
O sea que sólo te interesa trabajar en grupos.
Sí, así es mi personalidad. Prefiero trabajar
con otra gente porque no soy lo suficientemente piola como para
pensar en todo. Para mí, se consiguen mejores resultados
cuando hay otros que pueden ayudarte.
¿Por qué elegiste el nombre de The Mescaleros
para la banda?
Durante un tiempo estuve preguntándome cómo
llamarlo, hasta que una noche vi una película de cowboys
en blanco y negro, en la que William Holden decía: ¡Vámonos
de aquí, éste es el país mescalero!. Y ahí
pensé: Ese es un buen nombre, lo quiero para mi banda.
¿Y de dónde salió el título del
nuevo disco, Global a GoGo?
Tengo un programa de radio en el BBC World Service, que se
emite en todo el mundo. Tengo sentimientos extraños cuando
pongo un disco, porque es muy raro que haya gente escuchando en
Australia o en Borneo. Así que escribí la canción
Global a GoGo como para meterme en ese sentimiento ydespués,
entre todos, decidimos llamar así al disco. Cuando estuvo
escrito en la tapa del álbum, cobró un nuevo sentido.
Enseguida tomé conciencia de que también podía
hacer referencia a todo lo que se discute sobre la globalización
y la antiglobalización: estamos en un solo planeta, y debemos
hablar sobre cómo vamos a vivir todos juntos y cómo
vamos a compartir los recursos apropiadamente. Por eso me pareció
que era un buen título. Y finalmente pensé que quizás
haga que la gente compre el disco, lo que suena bastante excitante
(se ríe).
También es un buen título para la música
que contiene el álbum, porque hay influencias de ritmos de
todo el mundo.
Es verdad, pero eso fue un accidente. No discutimos nada sobre
cómo queríamos que sonara el disco, nos juntamos a
tocar y de alguna manera salió así.
¿Cómo es tu programa de radio?
Básicamente paso música que me gusta, no importa
si es blues, rock, reggae, flamenco o ritmos africanos. Sólo
hablo porque me fuerzan a hacerlo (risas). Armo series de cuatro
medias horas para que pasen durante un mes. Con suerte, eso sucede
dos veces por año, así que tengo un tiempo muy limitado
para pasar música. Como apenas puedo poner ocho canciones,
lo único que hago es anunciar los temas, porque prefiero
que la música sea la que hable.
¿Hay algún artista que recomiendes especialmente?
Bueno, acá tengo el disco de Big Dog, que es el mejor
rapero negro que tenemos en Gran Bretaña. El era parte de
Black Grape, la banda de Shaun Ryder (ex Happy Mondays).
Hace unos años participaste de ...kick joy darkness,
un disco con textos de Jack Kerouac. ¿Te gusta su literatura?
Absolutamente. ¡Soy un fanático de los beatniks!
Antes de los beatniks, todo en la vida era muy ordenado, muy religioso,
muy policíaco. En los años 50 no podías
hacer ninguna excentricidad, todo era puro conformismo. Y llegaron
ellos y cambiaron todo para siempre. En el camino es mi libro favorito.
Es inspirador, sin dudas.
Lo mismo puede decirse de los Clash. ¿Tenés
idea del impacto que produjeron en el movimiento de rock latino?
Bueno, escuché acerca de Los Fabulosos Cadillacs, pero
no sabía que existiera un movimiento llamado rock latino.
Hay muchas bandas de América latina cargadas de la
influencia de The Clash, principalmente procesada a través
de una banda francesa llamada Mano Negra.
Yo compartí algunos conciertos con Mano Negra. Hicimos
una gira por Francia y algunos países europeos, así
que conozco a Manu Chao desde entonces. Eran un gran grupo en vivo.
De hecho, ellos me robaron la canción I Fought the
Law (que, en realidad, es de Sonny Cricket, bajista de Buddy
Holly): salían a tocarla conmigo en los bises y me enteré
de que después de la gira siguieron haciéndola. Eso
demuestra que son tipos piolas, porque reconocen un buen tema cuando
lo escuchan (risas).
¿Tenés pensado venir a tocar en la Argentina?
Sería grandioso, pero primero tenemos que encontrar
algún promotor que quiera asumir el riesgo. Si puedo mantener
esta banda, seguro que andaremos por ahí, porque me encantaría
ir.
Hay una leyenda que dice que la Guerra de Malvinas tuvo gran
influencia en la composición del disco Combat Rock, de The
Clash. ¿Tiene algo de real?
No. De hecho, después de hacer el disco pensamos bastante
en cómo titularlo hasta que a mí se me ocurrió,
no sé por qué, ponerle Combat rock. Y un mes después
saltó lo de Malvinas.
Según leí, los shows que hacés con los
Mescaleros tienen un buen porcentaje de canciones de los Clash.
¿Lo hacés como una concesión hacia los fans
o simplemente porque tenés ganas de tocarlas?
Es por lo segundo. Si ponés toda tu historia cuando
armás la lista de temas, seguramente harás un concierto
más interesante que si sólo tocás lo más
nuevo. Yo soy de esa escuela de pensamiento.
¿Y el resto de la banda está de acuerdo?
Sí, porque las canciones son bárbaras para hacerlas
en vivo. Ahora estamos empezando a mirar el catálogo de canciones,
para elegir algunas que The Clash no tocó demasiado. Esa
es una buena forma de que resulte interesante, sin estar tocando
lo mismo todo el tiempo.
No estuviste involucrado en From Here to Eternity, el disco
en vivo de The Clash publicado hace dos años, pero, ¿quedaste
conforme con los resultados?
Para mí es algo difícil, porque... Mick Jones
tocaba muy fuerte sobre el escenario y el monitoreo de la época
era una basura, así que el resultado era que uno no podía
escucharse cuando cantaba. Y si no podés escucharte, no podés
afinar tu voz. Por ese motivo no me gusta escuchar las grabaciones
en vivo: me parecen injustas, porque siento que estoy un cuarto
de tono desafinado y puedo notar que estaba tratando desesperadamente
de escucharme mientras cantaba. Y no me resulta agradable notarlo.
A cada rato hay rumores sobre la
vuelta de The Clash. ¿Alguna vez lo
consideraste seriamente?
No. Si fuéramos a reformarnos, tendríamos que
juntarnos, escribir canciones y grabar un disco porque surge de
nosotros. Y las ofertas que aparecieron son de promotores... De
ningún modo vamos a aceptar una oferta para salir a tocar
las viejas canciones y hacer algo de dinero. No es el estilo de
los Clash. Pero hace poco, cuando veía al Buena Vista Social
Club, pensaba: Hum, quizá deberíamos juntarnos
cuando tengamos 77 años (risas). Claro, podríamos
tocar punk rock muy veloz y llamar a Wim Wenders para que nos filme.
Esa sí sería una buena idea.
Joey
No tenía idea de que Joey Ramone estaba enfermo,
así que la noticia de su muerte me dejó aturdido.
Joey y yo éramos amigos. A veces, cuando iba a Nueva
York, salía con él y descubrí que era
un tipo muy gracioso, que hacía comentarios con un
humor muy seco. La anécdota que más recuerdo
con él es de cuando los Ramones vinieron a tocar en
Londres por primera vez. Como los Sex Pistols y los Clash
estábamos en guerra con los promotores del show, nos
echaron del lugar del concierto, así que Joey sacó
la cabeza por la ventana del camarín y nos dijo: Bueno,
muchachos, métanse por acá. Así fue cómo
conocí a los Ramones: mientras me ayudaban a meterme
en su camarín a través de la ventana para poder
colarme en su concierto. ¡Eso sí que es punk
rock!
¿Qué
es de la vida de los otros gigantes?
NO-Heroes
John
Lydon
El artista alguna vez conocido como Johnny Rotten autorizó
la filmación de una película basada en su autobiografía
No irish, no blacks, no dogs. Todavía no se eligieron
los actores ni el director, aunque sí se sabe que la
adaptación estará en manos del escritor Jeremy
Drysdale. En un chat reciente, el cantante de los Sex Pistols
declaró que odia a la industria discográfica
y que es muy probable que sus próximos trabajos sólo
se vendan a través de Internet.
Mick
Jones
La otra mitad compositora de los Clash continúa
dándoles forma a las múltiples encarnaciones
de Big Audio Dynamite. El último formato conocido fue
el de soundsystem, con dos DJ, un tecladista y Jones en el
papel de MC. Así hicieron algunas presentaciones y
se encargaron de varios remixes. En el sitio de la banda (www.bad.co.uk)
se pueden bajar los temas del disco inédito Entering
a new ride.
Patti
Smith
La señora continúa presentando su álbum
Gung Ho, publicado el año pasado, al tiempo que ya
piensa en uno nuevo. Tiene listas varias canciones, compuestas
con viejos colaboradores como el guitarrista Lenny Kaye y
el baterista JD Daugherty (que forman parte de su banda).
Según la cantante, en el disco se hará sentir
la influencia del poeta William Blake. Patti está entre
los candidatos para ingresar este año al Salón
de la Fama del Rock and Roll.
Richard
Hell
Alejado de la música, el bajista original de Television
trabaja en artículos periodísticos, libros de
poemas y prosa (tiene una novela titulada Go now). El ex líder
de los Heartbreakers y los Voidoids ya no se incendia en escena,
sino que lee sus escritos y proyecta videos. Lo último
que hizo en un estudio de grabación, en 1992, fue un
disco con Dim Stars, una all stars band de la que formaban
parte los Sonic Youth Thurston Moore y Steve Shelley.
Siouxsie
Sioux
Una vez disueltos los Banshees, Siouxsie y su marido,
el baterista Budgie, siguieron adelante con el que antes era
su proyecto paralelo, The Creatures. Ya han publicado varios
EP, un disco de estudio (Anima animus), uno de remixes (Hybrids)
y uno con inéditos (Us Retrace). Varios de sus singles
sólo pueden conseguirse a través de la página
web de la banda, www.thecreatures.com.
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