UN LIBRO DE FOTOS DE BARRETT, AUTOGRAFIADO

Syd, ¿me firmás?

R. C.

Si el rock tuviera un Chiche Gelblung, esta nota se titularía: ¡Apareció Syd Barrett! Pero la realidad es que el reciente signo de vida del ex líder de Pink Floyd está lejos de ser una vuelta a la actividad musical pública con la que sus seguidores sueñan desde que él se recluyó. Algo es algo: Syd estuvo de acuerdo en firmar trescientas copias de Psychedelic Renegades, un libro con fotografías que Mick Rock le sacó entre 1969 y 1971. “Syd y yo nos queríamos mucho, éramos amigos bastante cercanos. Le pregunté a su hermana y ella pensó que no había forma de que él fuera a estar de acuerdo con firmar la edición limitada, pero dijo que igual lo iba a intentar. Y la pegamos. Obviamente le pagamos, pero no creo que haya sido por eso que Syd firmó. Pienso que lo hizo por afecto hacia mí. Quizá piense que son las mejores fotos que se le sacaron.” El libro tiene 160 páginas y 80 tomas nunca publicadas, además de otras famosas como la de la tapa del disco The Madcap Laugh. También trae dos entrevistas a Barrett y tres fotos que él le sacó a Rock. Las copias autografiadas costarán unos 700 dólares y se dice que David Bowie ya encargó un par. Ah, por las dudas: no, Pink Floyd no viene este año ni toca en el Valle de la Luna.

Música, viento y ganas

Todo se generó en Cañadón Seco, un pueblo petrolero levantado entre Caleta Olivia y Pico Truncado en el que un tal Armos Moreno, quijotesco rockero de la zona, se propuso editar a las bandas que se la pasan peleando por generar una escena en medio de la aridez patagónica. Así es que cobró vida Aventón 2, Rock Alrededor del Golfo, un disco doble grabado en el invierno del 2000 que reúne dos canciones de cada uno de los quince grupos involucrados. “El asunto era mantener el espíritu de cada banda”, dice Neuen Lauch, ex iluminador de Sumo y actual cantante de Vlinzen Vonzen, una de las bandas incluidas en el compilado. “Hay grupos de garaje, auténticamente de garaje, y en la terminación se mantuvo esa esencia. En otros casos, las bandas que laburan con computadora trajeron todo terminado.” El Sur despliega su diversidad a través de 25 Abriles (rock de guitarras con inyecciones electrónicas), La Parca (pop rock oscuro), El Borde (canciones electroacústicas), Edgardo Heredia (émulo desértico de Spinetta), Archibaldo’s (rock podrido), Murga Franca (sí... candombe), Esteban Beglenok (música concreta hecha en Santa Cruz), El Pescado y sus Bacalaos (rock’n’roll sombrío), Vlinzen Vonzen (muy influidos por Luis Alberto, también), Tus N’migos (contestatarios), Delicatessen (rock nacional psicodélico), Mamba (blues), Gustavo Bandeo (épica instrumental), Rendezvous (tecnopop después de San Martín Vampire) y Reo (metal). “Cuesta muchísimo, porque no hay lugares para tocar, casi no hay opciones”, describe Neuen. “Entonces las bandas tienen que viajar, pero las distancias en la Patagonia son muy largas, y apoyo de los intendentes no hay... Es complicado, pero nos las rebuscamos para salir adelante.” P.P.

Alta infidelidad

THE BETA BAND, Hot Shots II
Este es el disco de rhythm & blues más aparentemente desganado de la historia. O mejor: es el cumplimiento de las insinuaciones que este cuarteto anglo-escocés le había hecho al mundo con The Three EPs (The Beta Band, su debut “oficial” resultó un disco fallido). Bajo las órdenes del ordenador C-Swing y con su habitual y encantador desdén, Steve Mason, John Mclean, Robin Jones y Richard Greentree llevan su pop de baja fidelidad a través de bases de hip hop minimal, estribillos que asaltan la memoria con el correr de las pasadas y visiones lisérgicas de los problemas políticos (“la gente que tiene las respuestas se sienta a fumar un pastel de pizza”, canta Mason en “Eclipse”). Con un par de canciones perfectas para sacudir la cabeza ligera y alegremente (“Human Being”, “Quiet”) y una particular versión rapeada del “One” de Harry Nilsson como bonus track, estos cuatro Becks envueltos en neblina son la esperanza blanca de la música moderna del Reino Unido.

ENTRE RIOS, Temporal
Segundo EP del trío de Sebastián Carreras, Gabriel Lucena y la cantante lírica Isol. Cinco canciones que parecen brotar de la caja de música de una nena en el momento justo en que pierde la inocencia. Bases electrónicas leves, arreglos de piano, letras que describen sensaciones difusas y la voz de Isol dominando magistralmente este puñado de melodías pequeñas. “El primero de enero estaré/ donde no quiero ir”, escribe Carreras en “Primero de enero”. Todos en primera persona, los temas de Entre Ríos sugieren la imposibilidad de tomar las decisiones acertadas, y todo cobra mayor sentido a través de la voz de la chica, que ya en el predecesor Litoral aparecía como una buena noticia del pop subterráneo. Con un ojo digital y otro retrovisor (en foco en la tradición del rock nacional; chequear la cita a “La Balsa” incluida en una de las canciones), el trío de la escudería Indice Virgen se postula como banda de sonido para los melancólicos crepúsculos de Buenos Aires. PABLO PLOTKIN

10 años después

La Falda vuelve a ser el centro del rock argentino –la última edición del festival se concretó en 1991–, al menos por este fin de semana. Bandas de rock de todo el país participarán, este sábado desde las 9, del Festival Pre-La Falda. De aquí saldrán los que formarán parte del histórico festival, versión 2002: “Si bien por estos tiempos las nuevas bandas abarcan otro nicho de público muy distante a los viejos hippies, la idea de reflotar y recordar aquellos ‘viejos buenos tiempos’ aggiornados al 2000, nace como una necesidad de potenciar y reubicar a La Falda”, comenta Ezequiel, uno de los organizadores del festival. El Pre-La Falda se hará desde la mañana del sábado y hasta que caiga el sol, en el predio del Club de Cazadores y Pescadores Unidos La Falda –Complejo El Dique– con entrada libre y gratuita. El escenario estará ubicado a orillas del lago de La Falda, un lugar buenísimo. Allí se presentarán La Maza, Arkham, 20 Mujeres 40 Tetas, Sánchez No Te Enganches, Amanda, La Revuelta, La Parca y unas 20 bandas más, representantes de La Rioja, San Luis, Catamarca, Formosa, Córdoba, Tucumán, Salta, Jujuy, Buenos Aires y Chubut. La organización, además, espera también la llegada de varios colectivos completos provenientes de distintos puntos del país para apoyar a sus músicos. Será el regreso de La Falda al mapa rockero argentino. CRISTIAN VITALE