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Jueves 20 de Septiembre de 2001

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LA BOUTIQUE NOMADE, UN PEQUEÑO LOLLAPALOOZA DE MODA ALTERNATIVA EN PALERMO

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La idea de una diseñadora que comenzó hace tres años en un PEQUEñO local de tatuajes, ES ahora el más completo muestrario de aquello que por bueno y lindo de usar, no deja de ser barato y/o accesible. A 15 minutos del Boca-River, en la tarde del domingo, 34 jóvenes diseñadores exhibieron sus nuevas colecciones y dejaron en claro cuál es el otro lado de la moda joven.

TEXTOS MERCEDES URQUIZA
FOTOS TAMARA PINCO

Ahora Palermo Viejo es Palermo Soho, o alguna gente así quiere llamarlo. Pero esta vez lo que importa no sucedió en los (nuevos) locales típicos de la zona –con sus altísimos alquileres–, ni tampoco a precios inaccesibles, en relación a semejantes alquileres o por portación de marca superfashion. Esta vez la moda tomó el multiespacio Pabellón 4, con una selección de jóvenes diseñadores, poco conocidos y otros directamente desconocidos en el circuito, que presentaron sus colecciones de primaveraverano en la tarde del domingo. La movida se llama Boutique Nómade, feria itinerante de diseño de indumentaria y accesorios, en la que participan nuevos diseñadores con propuestas de moda a precios razonables y accesibles.
La mentora y verdadera organizadora de la Boutique es Caro Sosa, una diseñadora moderna moderada, que inauguró la feria hace tres años. Caro es alta, morocha y con trato de chica de barrio. Todo el domingo se la pasó de stand en stand, cuidando y aconsejando a los treinta y cuatro diseñadores que había convocado para esta edición. “La primera feria la hice en un local de tatuajes con dos chicos, pero a ellos después los perdí en el camino y yo seguí. El segundo año la mantuve, aunque algo espaciada. El año pasado llegaron a participar 150 diseñadores, y este año ya hice dos ferias, además de un viaje a Barcelona donde llevé ropa de mucha gente”, reseña orgullosa de sus proyectos. Desde su local de Palermo, bautizado Mercado Magnolia, Sosa coordinó toda la preparación de la movida, además de los ajustes de la colección de sus dos líneas: Princesa Punk, para adolescentes, y otra de alta costura que lleva su propio nombre. “Yo no laburo para una elite. Quiero, desde mi lugar, que el diseño le llegue a todo el mundo, que sea popular”, aclara convencidísima.
Popular fue esta última edición, visitada por mucho y variado público. El termómetro de lo variado resultaron algunos famosos entre los visitantes: desde el morochón actor Juan Palomino hasta la actriz de origen oriental Ailí Chen, la de Sólo por hoy. También, se cruzaron por los pasillos la actriz María Leal y la guitarrista María Gabriela Epumer, que cayó a media tarde para dejar tres modelos de bombachas (más bien tangas): unas rojas; otras negras con bordados plateados que rezaban “Sexy” y “Porno Star”; y una opción más naïf en blanco con flores adhesivas. Casi anocheciendo, completó el desfile de estrellas... una actriz de telenovelas del viejo Canal 9 que todos reconocían, pero cuyo nombre nadie recordó. Filas constantes de curiosas y compradoras circularon al ritmo del Dj Andy Dabüla, que musicalizó la tarde. Los hombres no estuvieron ausentes, sobre todo en el espacio de María Inés López, una de las pocas que ofrecía línea masculina (ver recuadro).
Se presentaron treinta y cuatro marcas de indumentaria de diferentes opciones y estilos. Una fue Srta. Reilly, con prendas bien femeninas, que encierran en sí mismas más de una posibilidad de uso: vestidos, pantalones y polleras reversibles, desmontables e intercambiables. Ya fuera de lo convencionalmente femenino, la marca Sindrome Destocolmo (vaya nombre...) mostró modelos con motivos militares, con la simbología del Ejército Rojo de la ex Unión Soviética como eje de esta temporada. Binkini Vintage dio el toque azul a la feria, con diseños en jean de pantalones anchos y pescadores. Las acertadas combinaciones de colores en remeras y buzos, tanto de Cromática como de Esoteria, tuvieron mucha salida a partir de sus accesibles precios, también. Karolita se destacó con sus diseños de ropa para chicos con vestiditos en towel (algo así como un plush liviano) verdes, amarillos y celestes, aunque también mostró que se animaba a los colores más fuertes.
Entre los accesorios se vieron varios stands con bijou que no salían de las mostacillas ya conocidas. La única opción en plata fue el stand deAmenabar Design, que reunía los anillos de Oliva Mariela y las carteritas y zapatos de Roxana Liendro, ambas salteñas de familia orfebre. Y las carteras temáticas de Vagar fueron la otra gran novedad (ver recuadro).
Se sabe: en la variedad, está el gusto. Por eso esta vez, el domingo a la tarde de un Boca-River en Buenos Aires, la Boutique Nómade lució más concurrida que de costumbre, y de aquí en adelante hay perspectivas de crecimiento. Los proyectos para el futuro incluyen la idea de incorporar diseñadores de distintas provincias del país para próximas ediciones, y también con la posibilidad de que, algún día, se pueda armar también en el interior del país.

Dos meses todo-moda
¿Qué es ModaBa? Un programa del Centro Metropolitano de Diseño donde se unifican en un calendario las actividades de moda que se hacen en Buenos Aires. Este mes y el próximo son los meses de presentación de la temporada primavera.verano. La Boutique Nómade formó parte de este programa y dentro del mismo ciclo continúan, hasta el viernes 28 de septiembre, las promociones especiales de lanzamiento de temporada en todos los locales que exhiban la aficheta de ModaBA en Palermo Viejo. Otra de las actividades será el desfile de la primavera y el concurso de vidrieras en avenida Santa Fe que organiza la Asociación de Comerciantes de la avenida, el sábado 29, desde las 11, saliendo de Santa Fe y Pueyrredón. El 14 de octubre se realizará la Kermesse Mundial de Diseñadores del Bajo y el 17, 18 y 19, a partir las 16, se concretará la segunda edición de Buenos Aires Fashion Week, con desfiles y showrooms de jóvenes diseñadores entre los que participarán Vero Ivaldi, Trosman Churba, Mariano Toledo y Jazmín Chebar entre otros, en el Salón Ballena del Buenos Aires Design. Para finales de octubre, está programada pero todavía sin confirmación de fechas, una conferencia del antropólogo Ted Polhemus sobre países y estilos de vida como marcas en el sistema de la moda, coordinada junto con la Dirección de la Carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la FABU, UBA, en Ciudad Universitaria. Para confirmar fecha y horarios llamar al 4114-5754/25/73.

 

Chicas vagonetas
Aneta Armendáriz y Anabella Vitas son las creadoras de las carteras más comentadas de la Boutique. Las dos son diseñadoras gráficas –una de ellas todavía cursa– y cuentan que la idea de Vagar (su marca) surgió de las ganas de usar carteras diseñadas fuera de la forma tradicional y del color de moda. Trabajan con materiales no convencionales y buscan combinaciones originales de colores y de objetos, que sacan de contexto para devolverle una nueva función. La cartera estrella (y una de las primeras creaciones) está hecha con un guante de frigorífico y un tensor de obra que funciona de manija. El modelo viene ganando fama desde su nacimiento: cuenta Armendáriz que a principio de este año viajó a Nueva York, y que, tanto en el Soho (verdadero) como el Harlem, turistas y neoyorquinos se le acercaron para elogiar y preguntar sobre el origen de la “cartera guante”.
Otro de los diseños, “Obra”, combina cerco perimetral, billoné y cinta de reposera. “Juanita” es un bolso confeccionado con ese hule con felpa del revés (típico mantel de casa de abuela), tafeta y cordón a modo de cierre y, el detalle final: un par de muñequitas plásticas pegadas en el exterior del bolso junto a frases del estilo “Regio, los esperamos a cenar” o “¡Qué plato!”. La propuesta más popular, “Cierre + Cierre”, es una cartera a partir de la unión de cremalleras de diversos colores. “La mayoría de la gente se anima a usar este modelo, no les parece tan loco como otros”, comenta Anabella, mientras cae en la cuenta de que durante la última Boutique Nómade también tuvo éxito “Insectos”, el diseño de charol verde, con césped sintético en una de sus caras, donde pastan varios bichitos de plástico. En su plan descontextualicemos, otro ejemplo de Vagar es “Corre”, un bolso de tela plástica con una suela de zapatilla como base. “Este es el modelo que más les gusta a los hombres”, cuentan ellas, ya con la idea de agregar una línea masculina a su oferta. La estética del reciclaje en combinación con diferentes telas plásticas como soporte no significa desprolijidad. Todos los modelos tienen buenas terminaciones y, “se los ve resistentes”, diría una madre, tía o abuela. “El nombre lo elegimos porque va con nosotras y con el objeto que decidimos diseñar. Vagar implica moverse sin rumbo fijo, andar por ahí sin proponerse un destino, que es lo que en definitiva hacen nuestras carteras y nosotras mismas”, definen. Una muestra que acaba de finalizar en Curvo (un local de Palermo donde exhibieron sus modelos casi como objetos de arte) y su presentación del domingo, fueron los primeros pasos de esta marca que seguirá vagando por Buenos Aires.

Ellos también existen
A todos los hombres que llegaban a Pabellón 4 se los mandaba para el fondo. Y no sólo era para que no estorben. El público, en su mayoría femenino, se amontonaban en cada uno de los stands, por momentos sin dejar espacio para avanzar. La relación fondo/hombres era porque allí se encontraba la única diseñadora con ropa para ellos. María Inés López mostraba y vendía pantalones, camisas, bermudas y remeras. Esta diseñadora, con showroom en Bernal, viene trabajando diseños masculinos hace ya tres años. María Inés estudió diseño de moda en Flego, y a los dos años de carrera comenzó, obviamente, a armar su propia línea femenina. Pero un buen día, un señor de un local de la Plata le propuso hacer ropa para hombres en Ona Saez. “Esto duró un tiempo, empezamos a tener problemas con los pagos y decidí abrirme y seguir mi propio rumbo”, cuenta la diseñadora de zona sur. Ahora, contenta por la buena recepción en la Boutique Nómade, María Inés describe rápido y sin ningún enrosque artístico su creación. “Trabajo con dos extremos: por un lado, ropa para ir a bailar, con remeras más ajustadas de varios colores y pantalones con telas brillosas; por otro, una línea clásica donde predominan los tonos negro y gris, y algún escocés. Y también hago cosas intermedias en jean.” Deja en claro su practicidad en el rubro, cuando enumera su participación en todas las ferias que se hacen en Buenos Aires y que tiene sus prendas en venta en consignación en algunos locales de Palermo, además de su local-taller-casa de Bernal, donde a veces hasta llega a cortar y hacer moldería de pijamas y ropa para chicos. Una chica trabajadora, vea.