EL
NUEVO DISCO DE GARBAGE, PURO RECICLAJE
Revolviendo
basura
Patentaron el pop-rock biónico
de fines del siglo XX, a partes iguales dotado de guitarras distorsionadas,
bases tecnológicas y canciones entonadas por una inquietante mujer. Ahora
regresan con un disco lleno de letras autorreferenciales y un poco de
todo lo que suena por ahí, hoy. Madonna y Britney, resumidas en la silueta
de Shirley Manson, la escocesa bocasucia.
POR ROQUE CASCIERO
A fines de 1999 Garbage estaba
en una posición difícil. Seguro, sus dos primeros discos,
Garbage y Version 2.0, habían facturado más de ocho millones
de copias, pero una gira que duró más de un año y
medio (33 países, 270 shows) había dejado a los cuatro integrantes
de la banda al límite de sus fuerzas. Entonces, la cantante Shirley
Manson, el bateristaproductor Butch Vig, el guitarrista Duke Erikson y
el bajista Steve Marker decidieron tomarse un año sabático.
Ella se fue con su esposo Eddie a la casa que comparten en Edimburgo,
Escocia; ellos, a sus reductos en Madison, Estados Unidos. Los varones
del grupo se aburrieron pronto y al poco tiempo volvieron a juntarse en
los Smart Studios, propiedad de Vig (los mismos donde el productor grabó,
entre otros discos, Nevermind de Nirvana). Cuando tuvieron listas algunas
bases, hicieron la consabida llamada de larga distancia y miss Shirley,
la bocasucia más sexy del pop rock de los 90 (recordar cuando
contó que había cagado sobre los cereales de su novio),
se tomó un avión hacia el estado de Wisconsin... A pesar
de que por entonces padecía el siempre temido bloqueo del escritor.
Como se ve, la génesis de beautifulgarbage fue bastante accidentada.
De cualquier modo, el álbum ya cosecha elogios en la prensa del
primer mundo y parece destinado a mantener el lugar que el cuarteto comenzó
a forjarse en los años en que el grunge se encaminaba hacia el
ocaso. Pero los tiempos han cambiado y también el panorama musical.
No tenemos nada contra grupos como Backstreet Boys, pero está
claro que no son más que algo manufacturado por la industria del
ocio, se ataja Vig. Para Garbage, lo importante en una canción
es que nos guste a nosotros, que salga de nuestro interior. Es un proceso
muy íntimo, pero si conseguimos que funcione y que florezca algo
real y sincero, entonces tenemos más posibilidades de que conecte
con otra gente. Hoy existe una demanda de cosas diferentes. Hay miles
de lanzamientos discográficos, pero, ¿cuántos podés
escuchar una y otra vez sin cansarte? ¿Cuántos pueden acompañarte
el resto de tu vida, como lo haría uno de los Beatles? Puede gustarme
un disco de Britney Spears, pero eso no significa que tenga ganas de escucharlo
seguido. Erikson continúa el concepto: Las melodías,
las estructuras de los temas y el modo en que canta Shirley se te pegan
al cerebro y te cuesta trabajo olvidarlos. La diferencia entre nosotros
y las britneys o los limpbizkits es que existimos en una zona propia,
pequeña pero privada. Eso hace que, aunque hagamos música
pegadiza, siempre tenga una profundidad inquietante. O sea, música
bonita en la superficie, pero oscura en su interior.
No es tan fácil, sin embargo, acceder a las sombras internas de
las trece canciones que componen BeautifulGarbage, porque el aluvión
tecnológico provisto por Vig y sus secuaces carga varias de colores
deslumbrantes. Androgyny y Cherry Lips, por ejemplo,
no estarían fuera de lugar en el Music de Madonna; Cant
Cry these Tears es un fast forward al presente del pop femenino
de los años 50; se puede imaginar a la mismísima Britney
siguiendo una coreografía y haciendo playback con Untouchable;
y Breaking Up the Girl revive el entusiasmo juvenil de Blondie.
¿Oscuridad? Hay que buscar por el lado de las letras de Manson,
que se meten con el dolor que provoca la infidelidad (la autobiográfica
Cup of Coffee), la soledad extrema (un bebé semiabandonado
protagoniza So like a Rose) y el enojo por el estado de las
cosas en la industria del entretenimimento (Oh, bombardeemos la
fábrica/ donde se hacen todos los wannabes/ Hagamos explotar las
burbujas/ que le lavan el cerebro a las masas, canta Shirley en
Parade).
Según Vig, BeautifulGarbage es el disco del cuarteto en el que
Manson está menos oculta: Todas sus letras son muy personales
y directas. La cantante, en lugar de mirar para otro lado, admite
que es la primera vez que puede decir que todas las canciones de un disco
tienen un significado para ella. Siempre me sentí avergonzada
por mi rol en la banda, admite. Me sentía afortunada.
Los hombres del grupo tenían un pasado increíble yyo no.
Sólo era una perdedora escocesa que había estado en una
banda de la que todo el mundo se reía (Angelfish). Era muy insegura
pero, cuando hicimos este disco, me di cuenta de que ellos me necesitaban.
Y ése fue un momento de quiebre para mí. Suena demasiado
arrogante y es raro incluso decirlo, pero finalmente me asumí como
cantante y compositora. Antes me la pasaba tratando de complacer a los
demás miembros del grupo; esta vez quería hacer las cosas
a mi modo.
Al parecer, Manson no está dispuesta a obedecer la orden que (¿la
industria discográfica? ¿el establishment? ¿Butch
Vig?) le dan en el track inicial de BeatifulGarbage: Shut your mouth
(Cerrá la boca). De todos modos, admite que en el pasado
era más abierta a la hora de hablar de sí misma y su vida
personal. Todavía cometo muchos errores, pero me importa
un carajo cómo me ven quienes no conozco, se enerva. La cantante
todavía recuerda los tiempos en que, convertida ella en una súbita
estrella internacional, los tabloides escoceses no dejaban en paz a su
marido: Tomé decisiones sobre qué cosas estoy preparada
para contar. Me impuse una política de no hablar sobre mi esposo
y cómo debe sentirse, porque eso tendría que decirlo él.
Elegí qué quiero hacer con mi vida y no puedo hacerlo cargar
con eso.
Con su frontwoman asumida como tal, buena parte de la inseguridad inicial
del camino de BeautifulGarbage quedó allanada. El bloqueo de escritor
le dio paso a un momento en el que las canciones salían como
churros, según Vig. En este disco intentamos dejar
a un lado los samplers. Muchos temas comenzaron a grabarse con Shirley
sentada al piano, cantando. Después fuimos añadiéndoles
cosas. Todo nació de una forma muy natural, sin artificios.
El proyecto de laboratorio de un productor y dos expertos en consolas
se convirtió en otra cosa. Y Marker, el que menos habla en las
entrevistas, es quien da en el clavo: Estas canciones son más
íntimas. Debe ser que mientras grabábamos, por primera vez
nos sentimos una banda.
LA
VIUDA EN PROBLEMAS
¿Y
Courtney?
Muñeca brava si
las hay, Courtney Love. En lo que va del año, le entabló
juicio por 1,5 millón de dólares a la ex esposa de
su (ahora ex) novio, quien había amenazado con destruir su
casa. Los cargos que presentó la rubia fueron: asalto, invasión
de propiedad, invasión a la privacidad, llamados telefónicos
molestos y amenazas. Pero no fue la única vez que visitó
los tribunales. A fines de febrero logró que un juez aceptara
una contrademanda que la ex de Cobain quería presentar contra
el sello Universal por los derechos de propiedad sobre su música.
La compañía la había demandado por incumplimiento
de contrato, ya que Hole debe cinco discos según el acuerdo
que el cuarteto firmó en 1992. A mediados de año,
Courtney atacó de nuevo: un juez de una corte superior dictaminó
que ella tenía un claro derecho legal para impedir
que la última canción de Kurt, On the Mountain,
apareciera en una caja de Nirvana. Hace unos días le inició
un nuevo juicio a Universal, Dave Grohl, Krist Novoselic y Nirvana
LLC (una sociedad formada en el 97 para manejar los asuntos
de la banda). Lo que pide la cantante es que se declare rescindido
el contrato entre Nirvana y Geffen (un sello subsidiario de Universal),
y que todos los derechos sobre Nirvana se le otorguen a su hija,
Frances Bean Cobain. Courtney ya tiene lista una nueva banda, Bastards,
pero al parecer no piensa publicar discos mientras duren sus batallas
legales.
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