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Jueves 8 de Noviembre de 2001

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LLEGA EL INGENIERO ELECTRONICO TODO TERRENO. SU NOMBRE ES...

B, Howie B

Productor de Björk, Tricky, U2 y De la Guarda. Compositor por encargo de la NASA. Autorreivindicado como músico “folk”, el escocés de las bandejas da por concluida cualquier polémica sobre el rol del Dj en la cultura musical actual. “Un Dj es tan músico como Eric Clapton”, apunta.

POR JAVIER AGUIRRE

Si a Howard Bernstein le hiciera falta dejar en cualquier escritorio su currículum en una carpetita, está claro que tendría con qué llenar páginas. Dj, productor, experto en remixes y suerte de gurú-para-rockeros del dance, la lista de artistas con los que trabajó incluye a peces gordos como U2 (fue el pinchadiscos oficial del Pop Mart Tour y les produjo Pop), Björk (fue su pareja, y en otro orden de cosas, o no tanto, participó en la producción de Debut, Post y Homogenic), Tricky, Massive Attack, Brian Eno o, más recientemente, la NASA, que le pidió que componga y grabe un track instrumental para ser escuchado por astronautas durante un viaje alrededor del planeta (?). Su historia incluye, además, un incidente propio de un rock star de ley: le sacaron tarjeta roja en Estados Unidos, en el ‘97 durante la gira con U2, por tenencia de marihuana. Aquel contratiempo, cuya versión oficial hablaba de “la enfermedad de un familiar”, impidió su llegada a Buenos Aires como parte del Pop Mart Tour. Cosa que finalmente sucederá este sábado, cuando el ingeniero tecno presente su set en Creamfields (mientras se edita el nuevo disco de De la Guarda, también con producción suya). Sin embargo, a partir de su último disco Folk, este escocés que habla con voz saturada –como si le sobrara saliva, al estilo del gato Silvestre– experimenta una cierta transformación hacia el mundo de los trovadores y los songwriters, al menos desde el discurso. El disco, en realidad, combina con elegancia y -puede decirse– dejadez cierto espíritu ambient combinado con gargantas humanas, en la línea Moby.
–¿Dejaste de ser un gurú del dance y te convertiste en un cantautor?
–Ultimamente quise poner el foco sobre lo que es hacer canciones, por la comunicación que hay en una canción. La música es algo social, bien de relación entre personas, es crear sonidos, escucharlos, ver qué le pasa al que los escucha. Y yo soy músico; canto, toco instrumentos, compongo. Al disco le puse Folk por eso, para demostrar que la música actual, sea o no electrónica, es el folklore actual. Un Dj hace folklore, porque es la música que escucha la gente, es música popular. Estoy seguro de que lo que hoy escuchamos en los clubes, en el futuro va a ser visto y entendido como la música de nuestra época, el folklore de estos años.
–En la Argentina apareció el tema a partir de una discusión entre un Dj y un guitarrista de rock clásico. ¿Un DJ es un músico?
–Por supuesto, un Dj es tan músico como Eric Clapton. Ambos aman la música, ambos crean y trabajan sobre ella. Por supuesto, estamos hablando de los buenos Dj. No le encuentro mucho sentido a esa polémica, la verdad. En mi caso particular, más que definirme como Dj, músico, productor, o lo que sea, prefiero decir que... tengo un don (risas).
–¿Cómo fue la experiencia de trabajar con De la Guarda?
–Lo disfruté mucho, son gente hermosa. Son como una familia, todos muy amigos, todos con su lugar. Creo que hasta el perro cumple su rol en el grupo (risas). Tienen mucho humor, pasión, groove y sentido del movimiento, se expresan muy físicamente. Hacen algo muy bueno, con mucho amor por la música y la vida. Son gente increíble, y tengo que decir que el idioma español me fascina. También sentí eso con Marina Heredia, la cantante flamenca española que metió voces en mi disco. Creo que España es un país magnífico, con gente con una actitud hermosa hacia la vida, como de familia, de comunidad, mucho mejor que Inglaterra, por ejemplo. Me sentí muy cómodo tanto con ella como con los De la Guarda. Así que supongo que la Argentina debe ser parecida a España. Espero.
–¿Y con U2 cómo fue?
–Fue grandioso, aunque por momentos mi cabeza tiene una gran nube en torno a los recuerdos de esos días (risas). Mucho viaje, grandes fiestas, mucha comida, mucha música, muchas sesiones de grabación... la pasé muuuuuuy bien (risas). También tengo grandes recuerdos de Tricky, con quien hice cosas muy diferentes, y con Björk, con quien tuve una afinidad humana y musical enorme.
–¿Qué es eso del proyecto de la NASA?
–Raro, ¿no? Me pidieron que preparara una banda sonora de 45 minutos, que es más o menos lo que tardan los astronautas en dar la vuelta completa a la Tierra. Así que se me ocurrió trasladar a la música ese viaje, con su parte diurna y su parte nocturna. Hay que condensar un día completo en esa pieza de música, incluso los momentos en los que los astronautas van al baño (risas). Supongo que los astronautas van a ser críticos feroces. “¿Qué carajo era ese ruido que pusiste? ¡Nos asustó!” (risas). No sé, es raro.

CON DE LA GUARDA Y CERATI
Seremos amigous

La experiencia de Howie B con De La Guarda consistió en la producción de seis tracks que corresponden a secuencias del show, luego compiladas en la banda de sonido del nuevo Período Villa-Villa. Gaby Kerpel, integrante de De La Guarda, contó al No que las sesiones de grabación –doce días, en un estudio londinense– “fueron geniales y muy intensas, aunque duraron poco. Hacíamos tomas de corrido, en un día. El tipo casi no hace preproducción, sólo tuvimos algunas charlas muy conceptuales. El resto del tiempo improvisa y tiene una creatividad increíble, bien propia del background medio anárquico de los DJs”. Pero el link de Howie B con artistas argentinos podría crecer aún más: Gustavo Cerati está interesado en trabajar junto al productor estrella –así lo reveló en una entrevista radial y televisiva para Supernova FM y TV–, y aunque no hay nada confirmado, existe la posibilidad, al menos, de que colaboren en algunos temas. Todo dependerá de la tumultuosa agenda del escocés, y de qué onda surja cuando se conozca personalmente con Cerati durante su estadía en Buenos Aires. “Hasta ahora, sólo hubo algunos mails cruzados”, revelan herméticamente en las oficinas de la estrella local.

 

LA RECETA DE SATOSHI TOMIIE
El típico gusto japonés

El carnaval electrónico del sábado trae al Dj japonés Satoshi Tomiie, un descubrimiento del prestigioso prócer del house Frankie Knuckles. La anécdota favorita de aquel encuentro/descubrimiento data de 1987, cuando Satoshi tenía 20 años, había dejado de estudiar piano y jazz, y ponía música en un evento empresarial, contratado por una compañía japonesa de cosméticos. La leyenda cuenta que Knuckles escuchó al pibe que pasaba música y lo reclutó de inmediato. El diálogo del No con Tomiie empieza por contarle cómo el sushi se volvió cool en la Argentina, y en pedirle alguna recomendación. A él le sorprende bastante el tema. “¿El sushi es cool en la Argentina? Guau... Bueno, en realidad no puedo aconsejar demasiado. En Japón no es un tipo de comida que la gente prepare en su casa, porque se necesitan conocimientos bastante especiales. Mi mejor consejo es que vayan a pedirlo a un buen restaurante.” La siguiente pregunta alude a Saw Recordings, el sello propio que acaba de fundar. “Quise construir algo que permitiera sacar discos rápidamente, tanto de música experimental como de artistas underground. No sólo música house, ¿eh? La idea es que el sello no se ate a ningún género sino que promueva buena música que no encuentra lugar en otros sellos. En este momento estoy recibiendo mucho material de artistas.” Resultó oportuno advertirle entonces, que con estas declaraciones, durante su visita se expondrá a un feroz vendaval de demos y verbatims, pero Satoshi no arruga: “Está todo bien con que me den demos. No es ningún esfuerzo escuchar música”. J.A.

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