LLEGA
EL INGENIERO ELECTRONICO TODO TERRENO. SU NOMBRE ES...
B,
Howie B
Productor
de Björk, Tricky, U2 y De la Guarda. Compositor por encargo
de la NASA. Autorreivindicado como músico folk,
el escocés de las bandejas da por concluida cualquier polémica
sobre el rol del Dj en la cultura musical actual. Un Dj es
tan músico como Eric Clapton, apunta.
POR
JAVIER AGUIRRE
Si a Howard
Bernstein le hiciera falta dejar en cualquier escritorio su currículum
en una carpetita, está claro que tendría con qué
llenar páginas. Dj, productor, experto en remixes y suerte
de gurú-para-rockeros del dance, la lista de artistas con
los que trabajó incluye a peces gordos como U2 (fue el pinchadiscos
oficial del Pop Mart Tour y les produjo Pop), Björk (fue su
pareja, y en otro orden de cosas, o no tanto, participó en
la producción de Debut, Post y Homogenic), Tricky, Massive
Attack, Brian Eno o, más recientemente, la NASA, que le pidió
que componga y grabe un track instrumental para ser escuchado por
astronautas durante un viaje alrededor del planeta (?). Su historia
incluye, además, un incidente propio de un rock star de ley:
le sacaron tarjeta roja en Estados Unidos, en el 97 durante
la gira con U2, por tenencia de marihuana. Aquel contratiempo, cuya
versión oficial hablaba de la enfermedad de un familiar,
impidió su llegada a Buenos Aires como parte del Pop Mart
Tour. Cosa que finalmente sucederá este sábado, cuando
el ingeniero tecno presente su set en Creamfields (mientras se edita
el nuevo disco de De la Guarda, también con producción
suya). Sin embargo, a partir de su último disco Folk, este
escocés que habla con voz saturada como si le sobrara
saliva, al estilo del gato Silvestre experimenta una cierta
transformación hacia el mundo de los trovadores y los songwriters,
al menos desde el discurso. El disco, en realidad, combina con elegancia
y -puede decirse dejadez cierto espíritu ambient combinado
con gargantas humanas, en la línea Moby.
¿Dejaste de ser un gurú del dance y te convertiste
en un cantautor?
Ultimamente quise poner el foco sobre lo que es hacer canciones,
por la comunicación que hay en una canción. La música
es algo social, bien de relación entre personas, es crear
sonidos, escucharlos, ver qué le pasa al que los escucha.
Y yo soy músico; canto, toco instrumentos, compongo. Al disco
le puse Folk por eso, para demostrar que la música actual,
sea o no electrónica, es el folklore actual. Un Dj hace folklore,
porque es la música que escucha la gente, es música
popular. Estoy seguro de que lo que hoy escuchamos en los clubes,
en el futuro va a ser visto y entendido como la música de
nuestra época, el folklore de estos años.
En la Argentina apareció el tema a partir de una discusión
entre un Dj y un guitarrista de rock clásico. ¿Un
DJ es un músico?
Por supuesto, un Dj es tan músico como Eric Clapton.
Ambos aman la música, ambos crean y trabajan sobre ella.
Por supuesto, estamos hablando de los buenos Dj. No le encuentro
mucho sentido a esa polémica, la verdad. En mi caso particular,
más que definirme como Dj, músico, productor, o lo
que sea, prefiero decir que... tengo un don (risas).
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con De
la Guarda?
Lo disfruté mucho, son gente hermosa. Son como una
familia, todos muy amigos, todos con su lugar. Creo que hasta el
perro cumple su rol en el grupo (risas). Tienen mucho humor, pasión,
groove y sentido del movimiento, se expresan muy físicamente.
Hacen algo muy bueno, con mucho amor por la música y la vida.
Son gente increíble, y tengo que decir que el idioma español
me fascina. También sentí eso con Marina Heredia,
la cantante flamenca española que metió voces en mi
disco. Creo que España es un país magnífico,
con gente con una actitud hermosa hacia la vida, como de familia,
de comunidad, mucho mejor que Inglaterra, por ejemplo. Me sentí
muy cómodo tanto con ella como con los De la Guarda. Así
que supongo que la Argentina debe ser parecida a España.
Espero.
¿Y con U2 cómo fue?
Fue grandioso, aunque por momentos mi cabeza tiene una gran
nube en torno a los recuerdos de esos días (risas). Mucho
viaje, grandes fiestas, mucha comida, mucha música, muchas
sesiones de grabación... la pasé muuuuuuy bien (risas).
También tengo grandes recuerdos de Tricky, con quien hice
cosas muy diferentes, y con Björk, con quien tuve una afinidad
humana y musical enorme.
¿Qué es eso del proyecto de la NASA?
Raro, ¿no? Me pidieron que preparara una banda sonora
de 45 minutos, que es más o menos lo que tardan los astronautas
en dar la vuelta completa a la Tierra. Así que se me ocurrió
trasladar a la música ese viaje, con su parte diurna y su
parte nocturna. Hay que condensar un día completo en esa
pieza de música, incluso los momentos en los que los astronautas
van al baño (risas). Supongo que los astronautas van a ser
críticos feroces. ¿Qué carajo era ese
ruido que pusiste? ¡Nos asustó! (risas). No sé,
es raro.
CON
DE LA GUARDA Y CERATI
Seremos amigous
La
experiencia de Howie B con De La Guarda consistió en
la producción de seis tracks que corresponden a secuencias
del show, luego compiladas en la banda de sonido del nuevo
Período Villa-Villa. Gaby Kerpel, integrante de De
La Guarda, contó al No que las sesiones de grabación
doce días, en un estudio londinense fueron
geniales y muy intensas, aunque duraron poco. Hacíamos
tomas de corrido, en un día. El tipo casi no hace preproducción,
sólo tuvimos algunas charlas muy conceptuales. El resto
del tiempo improvisa y tiene una creatividad increíble,
bien propia del background medio anárquico de los DJs.
Pero el link de Howie B con artistas argentinos podría
crecer aún más: Gustavo Cerati está interesado
en trabajar junto al productor estrella así lo
reveló en una entrevista radial y televisiva para Supernova
FM y TV, y aunque no hay nada confirmado, existe la
posibilidad, al menos, de que colaboren en algunos temas.
Todo dependerá de la tumultuosa agenda del escocés,
y de qué onda surja cuando se conozca personalmente
con Cerati durante su estadía en Buenos Aires. Hasta
ahora, sólo hubo algunos mails cruzados, revelan
herméticamente en las oficinas de la estrella local.
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LA
RECETA DE SATOSHI TOMIIE
El
típico gusto japonés
El carnaval electrónico
del sábado trae al Dj japonés Satoshi Tomiie,
un descubrimiento del prestigioso prócer del house
Frankie Knuckles. La anécdota favorita de aquel encuentro/descubrimiento
data de 1987, cuando Satoshi tenía 20 años,
había dejado de estudiar piano y jazz, y ponía
música en un evento empresarial, contratado por una
compañía japonesa de cosméticos. La leyenda
cuenta que Knuckles escuchó al pibe que pasaba música
y lo reclutó de inmediato. El diálogo del No
con Tomiie empieza por contarle cómo el sushi se volvió
cool en la Argentina, y en pedirle alguna recomendación.
A él le sorprende bastante el tema. ¿El
sushi es cool en la Argentina? Guau... Bueno, en realidad
no puedo aconsejar demasiado. En Japón no es un tipo
de comida que la gente prepare en su casa, porque se necesitan
conocimientos bastante especiales. Mi mejor consejo es que
vayan a pedirlo a un buen restaurante. La siguiente
pregunta alude a Saw Recordings, el sello propio que acaba
de fundar. Quise construir algo que permitiera sacar
discos rápidamente, tanto de música experimental
como de artistas underground. No sólo música
house, ¿eh? La idea es que el sello no se ate a ningún
género sino que promueva buena música que no
encuentra lugar en otros sellos. En este momento estoy recibiendo
mucho material de artistas. Resultó oportuno
advertirle entonces, que con estas declaraciones, durante
su visita se expondrá a un feroz vendaval de demos
y verbatims, pero Satoshi no arruga: Está todo
bien con que me den demos. No es ningún esfuerzo escuchar
música. J.A.
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SIGUIENTE
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