LOLA,
85, MODELO DE EXPOSICION
Las
fotos de tu abuela
En el fondo, todas
las abuelas son iguales. Todas tienen sus añejos portarretratos,
todas hacen la cama, todas andan agachadas en la cocina aunque
les digas que les va a hacer mal a la espalda, todas tejen (o
cosen, o bordan), todas usan anteojos, todas cocinan algo y te
lo dejan en un táper y todas tienen en su dormitorio una
cómoda, mueble inherente a la condición abuelar.
Esta clase de escenas de la vida abuelosa fueron retratadas entre
1996 y 2001 por el fotógrafo Fernando de la Orden, de 25
años, y compiladas en el libro Pan y manteca de la
colección de libros dedicados a la imagen Orbital
y presentadas en una muestra del mismo nombre. Yo tenía
que sacar fotos para un ejercicio cuenta Fernando al No
y como no sabía bien qué hacer, empecé a
sacarle fotos a mi abuela, que vivía conmigo. La muestra
se fue armando sola. Pero eso no significa quitarle méritos
a la modelo que se llama Lola, española, de 85 años,
cabello corto, protagonista de una rica serie de fotos en las
que lleva sábanas a la terraza, dobla un pulóver,
baila con un sobrino o hijo o nieto, hace tiempo en un aeropuerto,
duerme una siesta o sirve una ensalada. Mi abuela está
obviamente muy contenta revela el autor y nieto y,
como abuela que es, no para de preocuparse porque todo lo de la
muestra y los libros me salga bien. El detalle es que en
la exposición puede escucharse a Lola canturreando, del
mismo modo que lo hace mientras cumple con sus tareas domésticas.
J.A.
La muestra Pan y manteca
puede visitarse hasta este domingo en la sala 7
del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, de 14 a 21 (hoy
y mañana) y de 10 a 21 (el fin de semana).
LA
VERSION ARGENTINA DE JERRY LEE LEWIS
¡Fuego,
fuego!
Luciano tiene 23 años,
la misma edad que Jerry Lee Lewis cuando escandalizó a
los Estados Unidos casándose con Myra, su prima de 13.
La referencia, si se observa la imagen que ilustra esta nota,
no es casual. Pero... No tengo primas de 13, son bastante
mayores, informa el émulo argentino del gran pianista
del primer rock and roll. Luciano lidera Lucamadeus, una banda
sureña que mantiene en alto el fuego del matador de Louisiana.
A veces me pregunto hasta qué punto soy yo y hasta
qué punto soy Jerry Lee. Pero termino aceptando el consejo
de un psicólogo amigo: Si lo que hacés, y
te sale naturalmente, sos vos, no hay otra. Es el caso también
de Los Ratones que tomaron de los Stones y de los Stones que fueron
hasta Muddy Waters para mirarse, se autoconvence.
Este Jerry Lee argentino sintió un click en
su cabeza cuando vio por primera vez Historia del crimen por tele.
En ese momento uní todo: la música con los
autos de los 50. Me agarró una locura total, me transformé
en un fanático. Su formación clásica
mutó al rock y se terminó de convencer, obvio, después
de ver la película Bolas de fuego: Casi me muero.
No podía creer que Jerry Lee estuviera tan loco, me partió
la cabeza y dije: No voy a parar hasta lograr una banda
así. Ahora, relata, ya tiene esa banda. Edgardo
Scuteri en guitarra, Pablo Máquina de Rock
en bajo y Damián en batería promedian los 30 años
y son la parte adulta del proyecto de clonación-homenaje.
Scuteri da fe del efecto que causa el muchacho: Cuando Luciano
hace Shakin termina parado arriba del piano, moviendo
el culo, contoneándose, saltando, y con los ojos para afuera.
De 100 noches, 80 escapa con una chica distinta. CRISTIAN
VITALE
SOBRE
LA PUBLICIDAD DE COCA COLA Y YUPANQUI
¿Somos
pocos y nos gusta serlo?
Desde hace tiempo los
publicistas vienen explotando la más sensible fibra futbolera
y hacen que cada nueva propaganda referida al tema ya sean
gaseosas, ropa deportiva, cervezas, tarjetas de crédito
o toallas femeninas provoque un efecto emotivo en los televidentes
del palo (futbolero). El de los nenitos jugando en el potrero
con Víctor Hugo relatando que ...Verón juega
con Sorin que mete centro para Batistuta.... El del corte
de luz el día que transmiten la final del Mundial y que
un viejito tiene una radio a pilas. O el del vendedor de gaseosas
que trepa una tribuna repleta en pleno grito de gol. Y todo con
esa cámara lenta y dramática, ese uso criminal del
blanco y negro, o esa musiquita teatral de fondo, un certero golpe
al corazón pasional argentino. Pero el último aviso
para-futbolero es demasiado. Se pasaron de vuelta. Eso de que
socios y jugadores del equipo Yupanqui, de la arrabalera División
D, autoproclamen con supuesto orgullo que pertenecen al club
con menos hinchas del fútbol argentino, es una blasfemia
y una ingenuidad. Aunque después la quieran arreglar con
esa pavada de que la pasión es la misma en todos los fanáticos,
la idea de que un hincha de ley va a reconocer que su equipo no
tiene hinchas... Es violar el abc del fútbol argentino.
¿Que nunca salimos campeón? ¿Que somos medio
amargos? ¿Que nos tienen de hijos? ¿Que nos vamos
para la B? ¿Que corrimos la última vez? Todas esas
acusaciones pueden llegar a ser aceptadas, en cierta circunstancia,
por un futbolero. Pero un hincha de verdad JAMAS va a decir que
su equipo tiene pocos hinchas, NUNCA JAMAS va a aceptar tener
menos seguidores que su rival clásico, y NUNCA JAMASISIMO
va a reconocer que pueden ir a la cancha en un fitito. ¿Quién
se lo puede creer? JAVIER AGUIRRE
Alta
Infidelidad
ELBOW ASLEEP IN
THE BACK
La melancolía rock probablemente sea un fenómeno
tan arraigado en el norte de
Gran Bretaña como los cielos grises y la cerveza. Aquí
viene otra banda de Manchester, más precisamente de Bury,
en el norte de la ciudad de los Gallagher; una banda que se desgarra
en diez canciones retorcidas y punzantes como una migraña,
con guitarras tan prepotentes y ciclotímicas que rozan
el importunismo. Afíliese a Elbow en la generación
inglesa post Radiohead, con una afición por los estados
de ánimo más bien bajos, las instrumentaciones progresivas
y el protagonismo de un cantante Guy Garvey que musita
sus dramas existenciales al borde del falsete, más cerca
de un Chris Martin (Coldplay) al que acaba de dejarlo la novia
que de Thom Yorke. Rock progresivo sin solos, se autodefinen
estas cinco almas norteñas heridas de alcohol, empleos
mal pagos y amores perros. De esos discos que deberían
venir con faros rompeniebla. P. P.
INTIMA IDEM
Por lo general, el rescate de figuras como Fidel Castro se
asocia a un cantante de
protesta con la guitarra al hombro y el Che en la remera. Por
lo general, la música electrónica se asocia a samples
e instrumentos virtuales. Por eso resulta tan sorprendente el
arranque de Intima, que no sólo musicaliza con gusto impecable
la Segunda declaración de La Habana del líder
cubano en 1962, sino que además se interna en la jungla
del cuelgue hipnótico con instrumentos tan reales como
sus ambiciones. Víctor Volpi (guitarra), Sebastián
Cohn (bajo), Carlos Solá (batería) y el DJ Salvador
Reynoso ofrecen aquí cuatro canciones, con varios samples
políticos (se luce un Martin Luther King rapper en Sir
MLK), pero, ante todo, con un buen instinto. El final de
Niño bomba (con otro sample sobre Palestina)
es a puro e histérico drumnbass. Por el momento
sólo se consigue en el sitio www.intimanet.com.ar, pero
prometen ponerlo en disquerías. E. F.
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