Crónica de un tiempo horrible

Por Rudy Extractado de sus libros: Historias del siglo XX (Grijalbo, 1999) e Historias de la Argentina (en prensa).

El período que se extiende desde 1976 hasta fines del ‘83 es tan nefasto que no merece formar parte de ningún capítulo de nuestra historia. Hubo décadas infames, persecuciones ideológicas y étnicas, guerras canallas (como contra el Paraguay), pero esta época bate los records (¿será hubo tanto, o porque antes no había tantos medios de comunicación, o porque estamos hablando de heridas que aún están abiertas?).
Este no es un golpe más. Este es “el golpe”. El 6 de setiembre del 30 inauguró la mala costumbre de interrumpir a los presidentes electos; el del ‘43, sumó la censura y la “cultura militar”; el 55 le puso venganza contra el pueblo, el 66 la idea de quedarse para siempre; y éste, el del ‘76, no se privó de ninguna de esas cosas, pero le agregó las guerras (una que casi, contra Chile, y una que sí, contra Inglaterra), las desapariciones, el terror, y el terrorismo de estado.

1976 En la Argentina el año comienza tan caóticamente que mucha gente piensa que es el ‘75 que sigue. Isabel no gobierna, y la violencia de ambos bandos se hace sentir: tanto la del Ejército como la de la Marina. La gente cree que el país necesita orden, y los militares van más allá: “¿Orden? No, órdenes, muchas órdenes!”. Así, les dan órdenes no sólo a sus subalternos, sino también al resto del país.
En marzo se origina una discusión con la presidente, ya que ellos quieren darle órdenes a ella, y ella insiste en que ella es la presidenta. “Bien, queda derrocada.” “Bueno.”
Bicentenario de la independencia de los EE.UU.: es ampliamente festejado en todo el mundo, ya que “los países que no festejen nuestra independencia, tampoco podrán festejar la suya” dice un alto disfuncionario. EE.UU. es la muestra de cómo se puede vivir en democracia en un país... y en otros no.
Boom del cine español en Argentina: “Es que como están en otro idioma, y sin subtítulos, nadie las entiende, por eso las permitimos” explica un coronel a cargo de algo.
El rock es considerado subversivo, la juventud es causal de arresto, el psicoanálisis es perseguido, incluso el jugo de pomelo despierta sospechas.
Entre las conductas que reciben castigos terribles, se encuentran: La prensa tiene prohibido publicar todo tipo de malas noticias, y los militares deciden qué es una mala noticia y qué no lo es.
Martínez de Hoz no busca que los grandes capitalistas arriesguen en la Argentina, como se dice, sino, precisamente, que “no arriesguen”. Los precios se liberan, no así los ciudadanos.
Los militares saben que tienen que organizar el próximo Mundial de Fútbol en la Argentina; la Selección entrena muy fuerte según las nuevas reglas, que son: saludar a lo que se mueve y pintar lo que está quieto. Con lo cual se la pasan saludando pelotas de fútbol (se mueven) y pintar los postes (están quietos).
Para estar a salvo en la Argentina, lo mejor es no ser nada, quedarse muy quieto, aunque en ese caso lo más probable es que a uno lo pinten.

1977 Atrapan al serial killer “el Hijo de Sam”. Mientras que “los sobrinos del tío Sam” siguen haciendo de las suyas en todo el mundo: “El tío nos ordena y lo obedecemos” es la respuesta de los “miserial killers” que siembran la pobreza y el terror en el mundo.
Los militares prohíben el “tres”, porque tres son multitud y las multitudes son peligrosas, de modo que la numeración queda limitada a “un- dos, un-dos”.
Videla visita los EE.UU., Carter le habla de los derechos humanos, y Videla le promete que los derechos humanos van a mejorar, en los EE.UU. Un terremoto destruye la ciudad de Caucete, en san Juan, y esta vez nadie confunde el sismo con la dictadura, el sismo causa muchas menos víctimas.
Las Fuerzas Represivas deciden que las heladeras, televisores, lavarropas y demás electrodomésticos de los civiles secuestrados también deben ser detenidas e interrogadas,
La censura se impone en todo el país: las únicas películas que se ven son las de miedo, y la gente las elige porque al verlas se tranquiliza, ya que son mucho menos terroríficas que lo que pasa en la calle.
Un nuevo deporte hace furor en la Argentina: el encontrar un país que esté peor que nosotros: “¡Mirá, jejé, los pobres de Liberia, la dictadura que tienen!” “Si es igual que la nuestra...” “Sí, pero ellos encima tienen mosquitos”. O “¡No sabés lo mal que están en Medinorrea!” ¡¿Pero si ese lugar no existe?!” ¿No ves, ellos ni siquiera figuran en el mapa, nosotros sí!” o ¡Mirá a los pobres paraguayos, hace más de 20 años que están con la misma dictadura!” “¡Ah, en ese sentido nosotros estamos mejor, en 20 años tuvimos varias dictaduras!”.
El país está económicamente cada vez peor, lo que habla a las claras del éxito del plan de Martínez de Hoz, ya que eso es lo que se buscaba. En realidad es “el plan de las fuerzas armadas” frase que se repite cada vez que se quiere trasmitir y terror a la población, ya que el sólo pensar en militares creando planes económicos no deja dormir a nadie.
También se instrumenta la circular 1050, la gente que pidió un crédito para comprar un departamento de un ambiente, debe dos palacios y tres quintas.
El brigadier Cacciatore planea unas autopistas que recorrerán toda la ciudad, pasando por el medio de casas, edificios y personas; la dictadura es una especie bomba neutrónica con patas: matan a la gente, y quedan las cosas.
Un terremoto sacude al país, pero la gente mira para otro lado, dicen “Algo habrá hecho”, “A mí no se me va a mover la casa porque yo no estoy en política” o “No se mueve nada, es un invento de los comunistas”.
El laudo arbitral de la Corte de la Haya dice que le corresponden a Chile los territorios, y a la Argentina declararlo sin valor e iniciar acciones hostiles. Videla se encuentra con Pinochet, y luego de que ambos se recuperan del susto, se confunden en un abrazo: se confunden, porque habían ido a discutir y pelearse, no a abrazarse.

1978 En la novela Los niños del Brasil nacen niños de probeta iguales a Hitler, que al año el papá le dice a la mamá : “Vieja, el nene ya invade Polonia”.
Amplia manifestación en Argentina para festejar los 10 años del Mayo francés: por suerte la policía se cree que es para festejar el Mundial, y no reprime.
Fallida reunión de Videla con Pinochet. Luego de unas horas en las que parecían llegar a un acuerdo, Videla se dio cuenta de que no tenía enfrente a Pinochet sino a un espejo.
Martínez de Hoz elimina los aranceles aduaneros, con lo que entra a la Argentina gran cantidad de productos importados, que se destacan por su calidad... ínfima. “Bueno, no son lindos, ni buenos, ni útiles, ni necesarios, pero al menos tampoco son baratos.” Los argentinos compramos paraguas de Taiwán, que sólo se abren cuando llueve en China.
Antes del fin de año aparece la mediación papal, que ambos presidentes de facto aceptan, porque se trataba de genocidas muy creyentes.
Surgen calcomanías para pegar en los autos, las casas, la frente, las tetas, el culo o el balcón, realizadas con los mejores materiales de Taiwán, que dicen “Argentina en el Atlántico, Chile en el Pacífico”. Y otras más, que aunque nadie las usa, podrían decir cosas como: “Argentina en el Atlántico y el Pacífico, Chile en el Indico”, “Argentina en el culo del mundo, Chile en la raya”, “Argentina en Taiwán, Chile en donde le salga más barato”, “Argentina en el Atlántico, Chile en el Pacífico, EE.UU. en Argentina y en Chile”.

1979 El Cardenal Samoré logra frenar la guerra que lamentablemente no iba a consistir en un combate cuerpo a cuerpo entre Videla y Pinochet, estilo David vs. Goliat, que por lo menos le hubiera servido a la Humanidad para librarse de uno de los dos dictadores para siempre.
Revisando la declaración de los Derechos Humanos, a poco más de 30 años de su sanción, vemos que de los 30 derechos declarados en Argentina tienen total vigencia uno y medio.
Martínez de Hoz genera un fenómeno conocido como “plata dulce” , la gente gana plata poniéndola a plazo fijo, y nadie se da cuenta de que no es plata que llueve del cielo, sino que es a costa del endeudamiento nacional, y que esa plata que el país está pidiendo a crédito, algún día va a haber que pagarla.