Ni la Primera Guerra Mundial. Ni la Segunda Guerra Mundial. Ni el brote mortal del coronavirus, artífice de la interrupción del tenis internacional en marzo. Nada ni nadie pudo frenar al US Open, el único torneo de Grand Slam que jamás fue cancelado, ni siquiera en medio de situaciones dramáticas. Este lunes, en efecto, inicia una de las ediciones más particulares de toda su historia: el estricto protocolo sanitario será el factor dominante en el ambiente del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King de Nueva York, el recinto en el que la última semana volvió a rodar el circuito grande con el Masters de Cincinnati.

Este año habrá un total de ocho argentinos entre los distintos cuadros principales: seis en el de singles, de conformación habitual, y dos en el de dobles, que tendrá una cantidad reducida de parejas (serán 32 duplas, la mitad del número usual). Con el objetivo de disminuir la circulación de personas tampoco hubo clasificaciones y todo se llevará a cabo en plena “nueva normalidad”. Los jugadores sólo podrán transitar por la denominada burbuja, entre el complejo y el hotel. Habrá que ver como altera esa tranquilidad el positivo del francés Benoit Paire, conocido en las últimas horas y que ya lo sacó del certamen.


Diego Schwartzman, número uno de Argentina y 13° del mundo, es quien mayor tiempo de adaptación acumula. Abandonó el país más de un mes atrás y se preparó primero en Bahamas y luego en Miami, antes de llegar a Nueva York. Noveno favorito en la gira de reinicio del tour, tuvo un papel regular en Cincinnati: derrotó con solvencia al noruego Casper Ruud, último campeón del Argentina Open, pero no pudo encontrar respuestas a las bombas del local Reilly Opelka, favorecido por la velocidad inusual de las canchas. ¿Con quién debuta en el US Open? Será rival del británico Cameron Norrie, 77° del ranking, y en su cuadrante se vislumbran rivales de la talla de Alex Zverev (7°), Stefanos Tsitsipas (6°) o Cristian Garin (18°).

En caso de ganar su primer partido podría cruzarse con su amigo Federico Coria, quien actuará por primera vez en el cuadro principal de un Grand Slam. “Estoy feliz de estar acá, es un sueño. Es todo muy loco, acá todos los entrenamientos son con jugadores de máximo nivel, así que también me estoy adaptando a ese ritmo. Es todo positivo”, le contó el rosarino a Líbero desde la burbuja. Actual 103° de ATP, se entrenó con tenistas de la talla de Jack Sock o Nikoloz Basilashvili y mantiene la ilusión encendida más allá del paso en falso en la qualy de Cincinnati -cayó ante el brasileño Thiago Monteiro-. “Me costó adaptarme a Cincinnati y las canchas están más rápidas que el año pasado, pero ya llevamos varios días acá y nos sentimos un poco mejor”, detalló, previo a su debut de este lunes ante Jason Jung, de Taipei.


El argentino que tendrá menos ritmo será Guido Pella, aislado durante dos semanas por el positivo de su preparador físico Juan Manuel Galván, un caso que detonó la polémica en la burbuja. El Titán había sido testeado al llegar de Miami, donde habían hecho la preparación, y había dado negativo, pero la segunda prueba resultó positiva: eso generó que aislaran a Pella, a su entrenador José Acasuso -compartía habitación con Galván- y al boliviano Hugo Dellien, el otro jugador que trabaja con él.

Tanto Pella como Dellien llegarán con lo justo al US Open, dado que los dejaron entrenarse en una cancha privada recién la semana pasada, cuando Galván volvió a dar negativo: “Los primeros días les costó porque habían estado una semana en la habitación; después estuvieron mejor pero la cancha no estaba buena. Además, por más que fuera una cancha de cemento, era distinta a la del torneo”.

En cuanto a su situación personal, Galván explicó: “Estábamos presos en la habitación. Nos habían sacado hasta la credencial, como si fuéramos a escaparnos a algún lado con un guardia en la puerta. Ahora puedo andar por el hotel y si quiero también al club”. Pella, que ni siquiera pudo trabajar la parte física junto al Titán, actuará en condiciones desfavorables, aunque su PF entiende que podría significar un extra: “Esto te da tanta bronca que podés canalizarla y tener un plus muy importante”. ¿Su rival en el arranque? El joven Jeffrey John Wolf, 143° del ranking. Más adelante, en una eventual tercera rueda, chocaría con Daniil Medvedev, tercer favorito y finalista el año pasado.

Juan Ignacio Londero es otro de los créditos argentinos en Flushing Meadows. Número tres nacional y 62° del mundo, llega al US Open con nuevas herramientas gracias a la incorporación de Sebastián Prieto como coach. El cordobés no llegó a adaptarse a la velocidad de la canchas y cayó en la qualy de Cincinnati con el alemán Dominik Koepfer: “Este torneo es el más rápido que jugué por lejos y favorece a los sacadores; me había entrenado las últimas semanas en el Tenis Club Argentino y las canchas eran rápidas, pero no pensamos que acá fuera parecido”. De todos modos ya renovó la ilusión de cara al debut de este lunes ante el ruso Evgeny Donskoy (114°).


Federico Delbonis y Leonardo Mayer pondrán primera en partidos de mucho cuidado. El azuleño, 78° de ATP, debutará nada menos que con Medvedev; el correntino, actual 118° del tour, hará su presentación ante el canadiense Milos Raonic, el ex número tres que tuvo a maltraer a Djokovic en la final de Cincinnati.

La gran esperanza en dobles será Horacio Zeballos, el cuarto mejor tenista de la modalidad, quien hará dupla con su compañero habitual Marcel Granollers. El marplatense viene de caer junto con el español en cuartos de final de Cincinnati y ya apunta al US Open: “Me vino bien para agarrar ritmo después de tantos meses inactivo. Haber jugado un par de partidos siempre suma, sobre todo con todos los entrenamientos en el medio de los dos torneos”.

Ganador de 15 títulos ATP y finalista el año pasado en Flushing Meadows, el zurdo de 35 años conforma la quinta pareja favorita. Antes del duro debut que tendrá ante Mate Pavic y Bruno Soares, ambos campeones de Grand Slam, consideró que las canchas no son incómodas: “La superficie está muy bien; personalmente no la encontré más rápida que otros años, es parecida. En comparación con otros torneos, como Australia, está más lenta”. En tanto, el tandilense Machi González (42° del ranking de dobles), en pareja con el italiano Simone Bolelli (72°), se presentará ante la pareja conformada por el mexicano Santiago González (41°) y el británico Ken Skupski (51°).

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