Federico Delbonis parece tener las cosas más claras que nunca. Habla con soltura, con convencimiento, con las certezas que ofrecen el recorrido y la construcción de una carrera en la elite. "Jugar una final en la Argentina, en nuestro país, sería algo único", disparó minutos después de haber superado 6-4 y 6-4 al italiano Fabio Fognini (40°; ex 9°) y haber accedido a las semifinales del Argentina Open. El otro semifinalista argentino se conocerá el sábado, ya que la lluvia postergó el encuentro entre Diego Schwartzman y Francisco Cerúndolo cuando iban 3-6, 6-2 y 1-1.
Por segunda vez en su carrera (2018) el azuleño de 31 años estará entre los cuatro mejores del ATP 250 de Buenos Aires, el torneo con más historia del país, un logro que lo lleva a analizar los pro y los contra de jugar en casa: "Jugar en Buenos Aires tiene cosas muy buenas y también genera poco de presión extra. Uno quiere rendir bien acá. Hay que manejar las emociones y apoyarse en la gente, que es muy importante. Hay que estar más receptivo a los cantos de la gente para sacar energía en momentos complicados".
El zurdo venía de ganarle al español Pablo Andújar tras aquel partido emocional que jugó con su amigo Juan Martín Del Potro en su reaparición en una cancha de tenis luego de más de dos años y medio. El valor agregado que imprimió Delbonis esta semana fue, según su propia observación, es que supo separar el torneo en dos porciones.
"El martes tuvo un condimento muy especial que después no volvió a aparecer en todo el torneo. Tuve sensaciones encontradas: alegría, tristeza y, sobre todo, incertidumbre. Yo mismo esperaba las palabras de Juan Martín para saber qué haría. Fueron dos torneos dentro de uno solo. Fue un partido especial y después hubo dos partidos más normales. Los separé muy bien, más allá de los rivales", explicó respecto de los triunfos ante Andújar y Fognini.
Actual 42° del mundo y campeón dos veces en el nivel ATP (San Pablo 2014 y Marrakech 2016), Delbonis ya tiene la suficiente madurez como para exhibir, sin vueltas, los objetivos que le quedan en su carrera. "Incrementar mi mejor ranking es una cuenta pendiente (NdR: fue 33° en 2016). Hacer cuartos de final en un Grand Slam también (NdR: llegó a octavos en Roland Garros 2021). Ganar un torneo más, sobre todo en la Argentina, me encantaría. Ser más regular ayuda a mejorar el ranking. Estoy convencido de lo que tengo que hacer, más allá de que a veces los nervios me ganan un poco. Me siento preparado para saldar esas cuentas pendientes", soltó el jugador entrenado por Mariano Hood, subcapitán del equipo de Copa Davis conducido por Daniel Orsanic en el que el azuleño se convirtió en leyenda.
Delbonis ganó el quinto punto en aquella histórica final ante Croacia en Zagreb, por el que la gente todavía le agradece, pero mantiene la ilusión intacta por cumplir más metas en el circuito, aunque los años de trayectoria ya le hicieron pensar, al menos en un segundo plano, en el día después.
"La pandemia me hizo estar más tranquilo y pensar qué me motivaba. A todos nos afectó diferente. Desde hace un par de años vengo pensando en lo que será mi futuro después del retiro. No sé muy bien qué será pero sí tengo claro que va a ser ligado al tenis. No tengo claro si va a ser adentro de la cancha o más por el lado del management. Estoy tranquilo: cuando uno deja entrar esa idea le quita tiempo al tenis. Si la llama de la alta competencia se empieza a apagar es porque ya tenés que pensar; por suerte todavía no me llegó ese momento", expresó Delbonis, que tendrá un duro desafío por el pase a la final: el noruego Casper Ruud, número ocho del mundo y campeón en 2020.
La decepción de Federico Coria
Federico Coria se despidió en los cuartos de final tras perder 6-3 y 6-4 ante el noruego Casper Ruud, el líder del cuadro, después de haber eliminado de manera sucesiva al uruguayo Pablo Cuevas y al serbio Dusan Lajovic. Más allá del gran torneo que hizo se quedó con la espina de no poder continuar en su semana favorita.
"Siento tristeza porque se terminó algo muy lindo. Correr no alcanza contra un jugador como Casper. La gente valoró el esfuerzo; había mucho viento y el pique suyo es mayor. Tuve chances para quebrar pero me hizo mucho daño con el saque. Tiene bien merecido ser top 10", confesó.