El Argentina Open tiene tanta historia que apenas puede asemejarse con un puñado de torneos de tenis alrededor del mundo. Nacido en 1893 bajo el nombre de Campeonato del Río de la Plata, es el cuarto certamen más antiguo y se disputa de manera ininterrumpida desde la edición de 2001.
Propiedad de Tennium, una de las empresas globales de tenis, con sede central en la ciudad de Barcelona, este año se vio convulsionado y, por momentos, desbordado: produjo un récord de asistencia con nada menos que 60 mil espectadores en toda la semana.
La revolución lleva nombre propio: Juan Martín Del Potro, el astro que reapareció en el ATP de Buenos Aires después de 965 días sin competir por una severa lesión en la rodilla derecha, razón por la que debió pasar cuatro veces por el quirófano en los últimos dos años y medio. Días antes de su debut en el torneo un anuncio provocó estupor: su presencia sería "más una despedida que una vuelta".
El ex número tres del mundo es un ícono popular con una particularidad: había jugado muy pocas veces de manera oficial en su país. Apenas acumulaba un puñado de partidos de Copa Davis y sólo una presencia en el Argentina Open: fue en 2006, cuando tenía jóvenes 17 años, y era el 155° del ranking.
"Siempre sostuve que nuestra idea era que viniera Juan Martín. Cuando se alinearon las cosas lo tuvimos. Era nuestra ambición y también suya y del público. El martes a la noche fue una fiesta: hubo mucha pasión y emoción. Juan Martín movilizó toda la semana: el torneo se llenó todos los días", explicó Martín Hughes, ejecutivo de Tennium, en diálogo con Página/12.
En septiembre pasado, durante una exhibición con John McEnroe en el US Open, Del Potro había dejado entrever que le gustaría volver a jugar en su país. “En Argentina jugué muy poco; hay alternativas que tocan el lado emocional y voy a ir por ahí”, había expresado en aquella oportunidad. Desde ese instante Tennium puso a trabajar todo su aparato en busca de un acuerdo con el jugador.
"Nosotros lo contactamos apenas supimos que quería volver a jugar en la Argentina. Su presencia dependía de la lesión y fue lo único que lamentamos, porque nos demoró muchísimo. Lo anunciamos una semana antes y nos hubiera gustado contarlo mucho antes. Tal vez podríamos haberle dado la oportunidad a más gente; construíamos otras tribunas o le buscábamos la vuelta. También nos hubiera permitido generar muchas más cosas alrededor de una personalidad de su calibre", se sinceró Hughes, quien fuera una pieza fundamental en la negociación con IMG, la empresa que representa a Del Potro.
La participación del tandilense en el Argentina Open fue confirmada de manera oficial el lunes 31 de enero, una fecha límite ante la certeza de que debutaría en el torneo exactos ocho días después. Días antes este medio había asistido a una de sus prácticas y había adelantado que, si bien los dolores en la rodilla persistían, su intención más clara era jugar. El martes 8, en efecto, Del Potro tuvo su noche de gratitud con la gente, una suerte de reencuentro con su gente sin la confirmación del retiro: ahora buscará alternativas para curar su rodilla pero sin el apuro por volver.
"Juan Martín necesitaba sentir el cariño de la gente. Estaba alejado y lo extrañaba. Y necesitaba sacarse el peso de decir cómo se siente, qué puede hacer, qué está pensando para el futuro. Y lo pudo decir. Ahora está aliviado, contento, motivado. Es personal pero creo que puede seguir jugando al tenis apenas sienta que el físico le da pero no quiere sentir esa carga de volver. No quiere tener la presión de rendir por ser uno de los mejores del mundo", analizó Hughes sobre Del Potro, cuya participación había dado a entender la desaparición de las rencillas con Martín Jaite, el director del torneo con quien está distanciado desde hace más de una década. La injerencia del ex capitán de Copa Davis en el acercamiento y en la negociación, sin embargo, resultó nula para su desembarco en Buenos Aires.
Lo cierto es que la participación de Del Potro, que dejó una imagen deportiva sensiblemente alejada de su mejor versión (NdR: perdió 6-1 y 6-3 ante Federico Delbonis) por razónes lógicas, generó un impacto sin igual para el Argentina Open. "El tenis, el tenis argentino, el Argentina Open, Del Potro, Buenos Aires... Todo se vio en todo el mundo. Fue increíble. Nos hace muy bien a todos los que estamos involucrados", sentenció Hughes.