Patricio Heras es uno de los cinco jugadores argentinos que recibieran, en los últimos seis años, algún tipo de sanción por temas relacionados a la corrupción en el tenis. Con más precisión, había sido suspendido, en 2018, por haber sido encontrado culpable de arreglar el resultado de un partido en 2015.

Después de haber cumplido la sanción de tres años, en julio de 2021, el cordobés de 33 años se dedicó a su carrera como entrenador, aunque esta semana reapareció en un torneo profesional de singles: jugó la prequaly del Challenger de Tigre, que se desarrolla en las instalaciones del Club Náutico Hacoaj, cuya cancha central lleva el nombre de Diego Schwartzman.

Dueño de una extensa trayectoria en los niveles Futures y Challengers, segundo y tercer escalones del tenis profesional, Pachu -como lo conocen en el ambiente- se las ingenió para ganar nada menos que cuatro partidos en dos días y acceder a los cuartos de final del torneo que se conforma por un cuadro de 96 jugadores y otorga, para el campeón, un wild card para jugar la clasificación.

El pasado lunes perdió apenas tres games: derrotó, en el mismo día, al argentino Federico Longhi (6-0 y 6-1) y al boliviano Agustín Cuellar Lorberg (6-1 y 6-1). El martes estiró la racha: superó con comodidad a Ramiro Amarilla (6-1 y 6-3) y a Rocco Mariani (6-2 y 6-2). Sólo fue capaz de frenarlo el máximo favorito Tomás Farjat, de 21 años y actual 696º del mundo, quien lo superó este miércoles por 6-4 y 7-6 (6).

Los cinco partidos que jugó en Tigre, sin aparentes problemáticas físicas y ante todos jugadores con carnet de afiliación de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) -requisito mínimo para jugar una prequaly-, fueron los primeros de índole profesional en modalidad de singles en casi cuatro años. La última participación había sido días antes de conocerse la suspensión, el 27 de julio de 2018, con una derrota 6-1 y 6-4 ante el polaco Kamil Majchrzak en la primera ronda del Challenger de Tampere, en Finlandia.

A partir de julio de 2021, una vez cumplida la sanción y saldada la multa de 25 mil dólares, a través de un arreglo con la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) -llamada Unidad de Integridad del Tenis (TIU) entre 2007 y 2020-, se dedicó a viajar como entrenador y a jugar algunos Interclubes en Italia. En marzo de este año, sin embargo, había decidido probar suerte en un torneo de dobles del circuito: junto con Lucas Cotler, uno de los jugadores a quienes entrena, jugó en el M15 de Antalya, Turquía, y perdió 6-3 y 6-3 ante el rumano Bogdan Lonut Apostol y el italiano Gabriele Piraino. Esta vez la reaparición subió la apuesta con los cinco partidos en Tigre.

Ex 269° del mundo en la temporada 2013, Heras había sido acusado de arreglar un partido en septiembre de 2015, por la primera ronda del Challenger de Barranquilla ante su compatriota Facundo Mena, quien se impuso en por 7-6 (6) y 6-0. En aquel momento tenía 29 años y ocupaba el puesto 306º del mundo. Además recibió cargos por no haber notificado varios intentos de soborno entre agosto y septiembre de ese mismo año.

El riocuartense había recibido una suspensión inicial de cinco años pero el castigo se redujo de manera automática a tres con la condición de que no se convirtiera en un reincidente. El dato relevante es que, desde el arranque de la investigación en 2015 hasta el presente, nunca asumió la culpabilidad.

La resolución tomada por la ITIA respondió al avance de la investigación surgida a partir de las alertas de sospecha que se activaron cuando el flujo de dinero creció de manera desmedida en las apuestas online por aquel partido en Colombia. Mientras permaneció sancionado Heras se dedicó a ser entrenador de alto rendimiento en el Racket Club de Palermo, hasta que recuperó la chance de volver a los torneos profesionales y pudo volver a viajar como entrenador.

El cordobés de 33 años es uno de los cinco jugadores argentinos suspendidos por casos vinculados con el arreglo de partidos y la mafia de las apuestas. También en 2018 fueron sancionados Nicolás Kicker, con tres años reducidos a dos años y ocho meses, hallado culpable de arreglar dos partidos (Challengers de Barranquilla y Padua 2015), y Federico Coria, con dos meses por no haber denunciado un acercamiento de soborno en el Challenger de Sassuolo 2015, según la información oficial. El año pasado hubo otros dos casos: Franco Feitt recibió una suspensión de por vida tras admitir múltiples casos de amaño entre 2014 y 2018, mientras que Nicolás Arreche fue marginado por cuatro temporadas.

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