La recuperación de Boca llegó tres días más tarde, luego de la derrota del domingo último en Santiago del Estero. Con algunas modificaciones en su formación, volvió a derrotar a Tigre, esta vez por la Liga Profesional, y se acercó al lote de punteros.

El técnico le dio descanso a algunos futbolistas, y movió tres piezas para jugar como local. Uno de los que ingresó desde el inicio, Sebastián Villa, fue fundamental para que el equipo se pusiera en ventaja rápidamente.

El colombiano desbordó por la izquierda, llegó hasta el fondo, lanzó un centro en busca de Benedetto, y su compañero se elevó más que su marcador para conectar la pelota con la cabeza y marcar el gol.

La ventaja de Boca provocó la reacción de Tigre, que se adelantó en el terreno y comenzó a acercarse con peligro. Colidio remató y contuvo Rossi, y luego Retegui estuvo dos veces cerca del empate pero no tuvo precisión frente al arco.

El que controló mejor la pelota fue el conjunto de Victoria, y Boca utilizaba el contrataque como vía de aproximación. El equipo también aprovechaba los errores del rival, y en uno de ellos Guillermo Fernández estrelló la pelota en el palo, después de una asistencia de Villa.

Entre la insistencia de Tigre y cierta pasividad de Boca llegó el empate a través de Zabala, que remató de zurda luego de recibir la pelota de un lateral, y el desvío en Figal descolocó a Rossi para que ingresara pegada al primer palo.

Boca se dio cuenta que tenía que cambiar su postura para llegar al triunfo, y salió a jugar el segundo tiempo con otro carácter. La presión que ejerció en el terreno rival comenzó a ser fructífera, y de esa manera llegó al segundo gol a los ocho minutos. Zeballos recibió la pelota de Molinas en el centro del área y quebró la resistencia de Marinelli para convertir.

El envión anímico por ese gol continuó y tres minutos más tarde pudo marcar el tercero a través de Fabra, con la ayuda de Demartini que intentó rechazar y desvió la pelota hacia su propio arco.

El sector defensivo de Boca no entregó las mejores garantías, y Tigre descontó con un cabezazo de Retegui. La incertidumbre duró poco, debido a que Zeballos y Benedetto repitieron frente al arco visitante, y la goleada terminó tranquilizando a los propios jugadores, a pesar de otro gol de Retegui de penal.