El local se quedó con el décimo lugar del grupo A, con nueve unidades, un puesto por debajo de Huracán.
El partido se jugó en una cancha achicada, en pésimo estado y, cuando terminó, los jugadores del Ciclón no se pudieron bañar por falta de agua.
Como le pasó a Boca e Independiente, el Ciclón no pudo avanzar a los cuartos de final.
El equipo de Dabove, que desperdició un penal en la primera parte, lo definió con un gol del hijo de Miguel Russo en tiempo de descuento.
El equipo de Dabove se equivocó cuando más importaba y dejó pasar la chance de desplazar a Boca como puntero de su zona.