Desde el viernes pasado el frente de La Vulvería, espacio de lesbianas irreverentes de Rosario, fue vandalizado dos veces con pintadas amenazantes con aerosol. En una las llaman “zurdos asquerosos” (en masculino) sobre una persiana y en otra tachan un mural con una wiphala con la señal de Cristo Vence (una cruz y debajo una V), conocida por ser el símbolo que llevaban pintado los aviones de la Armada y de la Aeronáutica que bombardearon a la población civil en Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955. La wiphala (que conocemos popularmente como bandera y es símbolo de la vida en armonía para los pueblos indígenas) está representada en un mural que la agrupación lesbiana feminista Lxs Safinas y La Vulvería realizaron de manera grupal con venecitas de colores y que se encuentra en el frente del local.
Pintadas similares a las que vandalizaron el frente de La Vulvería aparecieron en los últimos días en algunas unidades básicas de Rosario y en el monumento al Che Guevara.
Por las características de las pintadas y su relación con el vandalismo que sufrió el año pasado un local de la Corriente Peronista Descamisadxs en Rosario, puede inferirse que el agresor es un individuo o un grupo de ultraderecha nacionalista argentino (no de ultraderecha global) que defiende la represión política y sexual, y busca amedrentar.
REPUDIO AL ATENTADO CONTRA CFK
Lxs Safinas publicaron el 2 septiembre en sus redes sociales un mensaje donde repudian el atentado contra la vida de la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Nos tocan a unx y nos tocan a todxs. Nos solidarizamos con ella y solicitamos a todxs dejar los discursos de odio y la violencia antidemocrática”.
Como organización no gubernamental, Lxs Safinas no acostumbra hacer pronunciamientos en apoyo a funcionarixs, pero en este caso no dudaron, porque se trata de violencia simbólica, mediática y física contra una persona que no dudó en reconocer derechos y garantizar igualdad.
La Vulvería está ubicada en Poeta Fabricio Simeoni 1158 y es el primer centro cultural lesbofeminista, creado el 13 de diciembre de 2019 por la asociación civil Lxs Safinas. La placa que informa esto también fue vandalizada con pintura, así como otro mural de venecitas en homenaje a la poeta Mirta Rosenberg. El espacio cuenta con una biblioteca que lleva su nombre. La Municipalidad de Rosario distinguió con esa placa a este centro cultural el 7 de marzo de 2021.
En La Vulvería se realizan talleres para la comunidad lgbti; acompañamiento y escucha en situaciones de violencia, discriminación y vulnerabilidad; cursos de música, diseño gráfico, idiomas, yoga, oficios, y atención psicológica.
María Eugenia Sarrias, integrante de Lxs Safinas, refiere que “no es la primera vez que atacan el local con pintadas”. La primera vez aparecieron esvásticas, el emblema de las SS hitlerianas, y las leyendas “aguante el femicidio” y “mata pibes”, escritos a mano con trazo fino, no con aerosol. En una segunda ocasión pintaron un emblema clásico machista en el frente sobre el nombre de Mirta Rosenberg (un hecho similar había ocurrido en el local de la agrupación de lesbianas Arpías, en la capital salteña). Sobre la primera vandalización, testigos señalaron a un grupo de punks nazis que se reunían en una plaza de la zona. Pero los indicios parecen señalar que no son las mismas manos las que atacaron ahora La Vulvería.
La agrupación denunció los actos vandálicos en la comisaría 2ª de Rosario y se espera que la fiscalía que tome el caso pida las cámaras de seguridad de la zona.
Hace un año, el Centro Cultural Oveja Negra del Barrio La Sexta de Rosario, perteneciente a la Corriente Peronista Descamisadxs, amaneció con pintadas vandálicas similares a las que aparecieron ahora en el frente de La Vulvería. Las leyendas eran “ni 30 mil ni inocentes”, “viva Tacuara” y la señal de “Cristo vence”. El año anterior garabatearon en aerosol “fuera zurdos” con una cruz cristiana debajo y “viva la patria”. Por el sentido de las pintadas puede inferirse que se trata del mismo grupo que vandalizó el local de lesbianas feministas. Son muy similares en su trazo y pintura y con la misma orientación política de ultraderecha nacionalista argentina (no de ultraderecha global).
SOBRE LLOVIDO, TAPADO
Otro hecho preocupa a las lesbianas feministas agrupadas en Lxs Safinas. El 10 de septiembre, en el marco del Pre Encuentro Plurinacional Regional en Rosario camino al 35 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersexuales que se realizará a partir del 8 de octubre en San Luis, en la feria cooperativa un sector subió al escenario y tapó con la bandera de arrastre colectiva la bandera de la diversidad. Y se negó a correrla. Se trata del mismo sector político partidario que se opuso al cambio de nombre del Encuentro (antes era Encuentro Nacional de Mujeres) y ahora acepta la Plurinacionalidad pero se niega a nombrar a las identidades que lo integran. Esos sectores acusan de “radicalizados” a quienes defienden el derecho a la existencia y a que se los nombre, lo que equivale a negarles el derecho a la existencia a lesbianas, travestis, trans, no binaries, bisexuales e intersexuales que desde hace muchos participan en los Encuentros (las lesbianas desde el comienzo).
Este hecho es un anticipo de las tensiones que se esperan en el 35 Encuentro de San Luis si estos sectores reaccionarios insisten con intentar bajar del nombre a las diversidades/disidencias sexogenéricas. Les resulta “demasiado radicalizada” nuestra existencia. Nos aceptarían como dolientes, sufrientes y oprimidos a los que hay que comprender, algo parecido a lo que predica la Iglesia católica en la actualidad. Pero que no se nos ocurra exigir más. La línea de estos sectores consiste en intentar apartar del movimiento popular a quienes reclaman derechos más allá del visto bueno del Vaticano. Al Frente de Todes se le presenta un dilema en este punto, porque un sector de los movimientos sociales sigue las directivas papales, mientras que la política de los gobiernos de Cristina Kirchner y Alberto Fernández amplió y continúa garantizando derechos sexuales y reproductivos que no son del agrado de la jerarquía católica. Política que los feminismos, transfeminismos y organizaciones lgtbi defendemos porque son inherentes al desarrollo de una vida digna.