El sueño de pelear por el ascenso se esfumó una vez consumada la derrota de la Argentina por 3-1 ante Brasil, en el Tucumán Lawn Tennis, en una serie de los playoffs de la Billie Jean King Cup -la ex Fed Cup-. La ilusión de llegar a los Qualifiers 2023, con la mira hacia un eventual acceso a las Finales, se convirtió en un retroceso a la Zona Americana.
La capitana Mercedes Paz formó un plantel compacto y competitivo con Lourdes Carlé (161ª), Paula Ormaechea (184ª; ex 59ª), Nadia Podoroska (204ª; ex 36ª), Julia Riera (260ª) y Solana Sierra (484ª), pero sus propias decisiones estratégicas minaron las posibilidades del equipo nacional, que colisionó ante un conjunto brasileño que llegó con un as de espadas: Beatriz Haddad Maia, 15ª del mundo en singles y 13ª en dobles.
La primera decisión generó ruido: el viernes la tucumana prescindió de Carlé, número uno y figura en la Zona Americana de Salinas que le dio a la Argentina el pase a los playoffs. Decidió poner a las "históricas": Podoroska, muy lejos de su nivel, cayó sin atenuantes contra Haddad Maia, mientras que Ormaechea sacó a relucir su estirpe copera y se impuso ante Laura Pigossi (114ª).
El sábado, con el 1-1, Paz sacó de la formación a la sunchalense, que venía con doble envión: el inmediato por haber igualado la serie y el del mes pasado por la conquista de un W25 en el mismo club -no la guardó para el doble, porque ya estaba definido que, en caso de llegar a ese quinto punto, lo habrían jugado Podoroska y Carlé-. En la apertura de la segunda jornada, entonces, utilizó a la número uno, que cayó 6-3 y 6-3 contra Haddad Maia.
La derrota quedó consumada tras otra decisión inentendible: Solana Sierra, la joya marplatense de 18 años que acaba de terminar su trayectoria junior, perdió 6-2 y 6-0 frente a Pigossi, cargada de una presión innecesaria por tratarse de un partido que pudo haber jugado la propia Podoroska, presunta líder moral del equipo.
“Con Lourdes había preparado el partido contra Bia. Estaba con confianza para jugarlo y respeté su decisión porque le tenía fe. En Ecuador perdió 7-6 en el tercero y tenía muchas ganas de jugar este partido. Lo sentía como una revancha y yo confié en ella”, se justificó la capitana, en un mensaje que acaso depositó toda la responsabilidad de la derrota sobre la jugadora. El dato extra: por no haberla alineado el viernes tenía a Carlé como un comodín para ponerla en cualquiera de los dos puntos.
La palabra de Roberta Burzagli, capitana de Brasil, arrojó claridad respecto del planteo argentino, que enterró el sueño una vez más: “Nos sorprendió que jugarán ayer Ormaechea y Podoroska; pensamos que formarían con Carlé y Sierra. Y también que no jugara hoy Ormaechea por el nivel que mostró el viernes”.
El plan de Paz, cuya manera de transmitir está estrechamente enlazada con la armonía del mensaje, ocultaba el afán de ponderar la tan repetida entelequia de la "felicidad del grupo": tenían que jugar todas y jugaron todas. Lo cumplió, acaso en detrimento del objetivo principal: el triunfo.
Ni la capitana brasileña comprendió el planteo del equipo local. Los interrogantes se disparan solos. ¿Por qué el primer día no jugó la número uno? ¿Cuál fue la razón por la que Ormaechea, la mejor jugadora argentina del viernes, con la confianza en alza, no formó el sábado? ¿Por qué le tiraron toda la presión a Sierra, una gran tenista que apenas dos meses atrás jugó su último torneo junior en el US Open, en lugar de que se plantara una semifinalista de Grand Slam como Podoroska? Si la rosarina no estaba en plenitud, a pocos meses de su regreso tras casi un año de inactividad, ¿por qué jugó el viernes? La respuesta, escueta, la dio la propia Paz: "Me la jugué y no salió".
La tucumana, cuya responsabilidad táctica por el resultado es máxima, no habló de su continuidad en el cargo. Capitana desde noviembre de 2018, no fue consultada al respecto por los medios presentes en Tucumán. Sí, en cambio, habló con vistas al futuro, quizá en el inoportuno momento post derrota: “Creo que el tenis femenino tiene una gran proyección. En esta serie jugó el mejor equipo de Argentina. Lo bueno es que hay un gran semillero. Siempre nos propusimos trabajar a largo plazo con la AAT”.
Una de las protagonistas principales durante la semana copera en Tucumán fue nada menos que Gabriela Sabatini, quien forma parte de la dirigencia de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) desde noviembre de 2018, cuando se sumó al Comité de Copa Davis y Billie Jean King Cup. Acompañó a las jugadoras como hizo en septiembre en Bologna con el equipo masculino en la fase de grupos de las Finales de la Copa Davis, instancia en la que también primaron las decisiones desacertadas por parte del capitán Guillermo Coria.
Con la derrota ya constituida hubo dos sucesos llamativos: las jugadoras argentinas se sacaron fotos con Sabatini en el centro de la cancha central del club, casi como si no hubiera sucedido nada. Lo que vino después, sin embargo, resultó más sorprendente: Podoroska apareció en las historias de su novia Guillermina Naya, ex jugadora del equipo argentino, a pura sonrisa. Inesperado por parte de una referente como la rosarina, un espejo para las más chicas en la idea del desarrollo del tenis femenino. El duro golpe deportivo, al parecer, no provocó tanto dolor.