La armonía que reinaba en el ecosistema del tenis, más allá de los resultados coyunturales, sufrió una fuerte alteración cuando detonó la bomba: Carlos Alcaraz, el número uno del mundo, jugará en Buenos Aires.
El español estará en el Argentina Open, que será la segunda parada de la gira sudamericana de torneos de ATP sobre ladrillo y se jugará del 11 al 19 de febrero en el histórico Buenos Aires Lawn Tennis Club.
"Quería comunicaros que voy a jugar el Argentina Open. La verdad es que tenía mucha ilusión de poder ir a Argentina, de jugar allí, así que los espero a todos por allí y nos veremos muy pronto", expresó el español de 19 en el video promocional del torneo.
El cóctel será perfecto: el mejor tenista del planeta vendrá al país como la máxima estrella en el cuarto torneo más antiguo del mundo -data de 1893, cuando nació bajo el nombre de Campeonato del Río de la Plata- y animará, en principio, la jornada nocturna del miércoles o del jueves, dado que debutará como primer preclasificado recién en los octavos de final.
Para el Argentina Open, parte sustancial de la etapa latinoamericana del circuito, será una presencia estelar: Alcaraz generará una verdadera revolución, tanto en el corazón del público como en términos de negocios. Y llegará en la edición posterior al impacto que provocó el año pasado la "despedida" de Juan Martín Del Potro.
El torneo de Buenos Aires, naturalmente, no figuraba en el calendario del líder del ranking mundial. Las conversaciones con su entorno tuvieron lugar meses atrás y la posibilidad era inexistente. Los sucesos de las últimas semanas, sin embargo, generaron la confirmación de su estadía en Buenos Aires.
El 4 de enero pasado, a través de un comunicado en sus redes sociales, el murciano de 19 años anunciaba su baja del Abierto de Australia, a raíz de una lesión en el músculo semimembranoso de la pierna derecha, en plena pretemporada.
Confirmada su participación en el ATP 500 de Río de Janeiro, programado para la semana siguiente a Buenos Aires, el campeón del US Open entendió que podía sumar un torneo más en la gira latina. Días antes del anuncio de la baja en Australia, su representante Albert Molina se comunicó con la organización del Argentina Open para confirmar la posibilidad. "La negociación fue bastante simple", le contaron desde el torneo a Página/12.
Si Alcaraz tenía otras ofertas y se decidió por jugar en Buenos Aires fue por la historia que anida el torneo y por injerencia propia de su entorno: su entrenador Juan Carlos Ferrero, el ex número uno del mundo con quien tiene una relación muy estrecha, le habló muy bien del certamen que supo conquistar en la edición de 2010, cuando le ganó la final española a David Ferrer.
En rigor la presencia de Carlitos Alcaraz, el niño prodigio de la nueva era del tenis internacional, marcará un hito histórico para el torneo de Buenos Aires: el español será el primer número uno en ejercicio que jugará el certamen.
Líder del ranking ATP más joven desde que se iniciara el listado de manera oficial, en 1973, Alcaraz representará, además, el sexto número uno en jugar el torneo desde su regreso al calendario en 2001: antes lo hicieron Rafael Nadal -campeón en 2015-, Gustavo Kuerten -ganador en 2001 como número dos; fue líder del ranking la semana siguiente-, el propio Juan Carlos Ferrero -campeón en 2010-, Carlos Moyá -bicampeón en 2003 y 2006- y el chileno Marcelo Ríos -jugó en 2001 y 2002-.