En un partido repleto de polémicas y emociones, Rosario Central se llevó un punto de su visita a Tigre en la última jugada, cuando el defensor uruguayo Facundo Mallo cabeceó un córner y su compatriota Jhonatan Candia la punteó al filo del offside -la pelota igual entraba-. Las protestas de los locales fueron por duplicado: primero porque el córner se ejecutó con los seis minutos de descuento ya cumplidos y luego por la posición adelantada que no fue.
Previa a la calentura del final, Tigre era una fiesta: estaba sumando su segundo triunfo en dos partidos y se situaba en la cima de la incipiente Liga Profesional. De todos modos, la cosa empezó favorable para la visita con un cabezazo de Juan Komar a los 14 minutos que primero fue anulado por el juez de línea y luego corregido por el VAR.
El Matador no tardó en poner orden -era mejor que su rival- a los 17 con la aparición de su gran goleador Mateo Retegui, aprovechando una pésima salida del arquero Gaspar Servio. En la segunda parte el equipo de Diego Martínez logró la remontada gracias a otro yerro del uno que se caracteriza por hacer goles, pero en el arco rival: Servio dio un rebote poco feliz ante un tiro libre suave de Menossi y Colidio capturó el rebote para el 2-1. Este tanto también fue anulado en un principio y finalmente legalizado por el VAR: al igual que Servio, la noche del asistente Gerardo Lencina tampoco fue buena.
En Tigre, que pagó caro su excesivo retroceso para conservar la ventaja, se vieron los debuts en la segunda parte del mediocampista Aaron Molinas. que llegó a préstamo desde Boca, y el nueve Tomás Badolini, cedido por Godoy Cruz; mientras que por la visita retornaron los jóvenes Alejo Veliz y Gino Infantino, quienes se habían perdido la primera fecha por estar con la Sub 20 de Mascherano en el fallido Sudamericano de la categoría.