El cierre del semestre para River en condición de local lo ubicaba ante la posibilidad concreta de conseguir la victoria, debido a que recibía al rival que marchaba 27° en una tabla de 28 equipos, y con un presente que lo encuentra con chances de bajar de categoría.
Tigre llegaba al estadio Monumental con un solo punto en los tres primeros partidos de la Liga Profesional, y 24° entre los promedios. El equipo de Sebastián Domínguez padecía una racha de diez partidos sin victorias, y jugar ante River como visitante asomaba como una aventura muy complicada de superar.
Domínguez había expresado en varias oportunidades que su propuesta futbolística la iba a seguir sosteniendo, a pesar de los malos resultados. En ese sentido, el estilo que pregona es muy saludable. Tigre busca trasladar la pelota por abajo, con triangulaciones en diferentes sectores de la cancha, y llegar al área rival con mucha gente.
Desde el arquero Zenobio hasta el último delantero la pelota es tratada con prolijidad y criterio. El juego le permitió llegar con riesgo a través de Armoa, que no tuvo precisión ante Armani cuando le tocó rematar al arco. Los problemas llegaron cuando Facundo Ferreyra cometió un error dentro de su área, al golpear la pelota con el brazo en su intento por rechazarla luego de un tiro de esquina, y todo terminó en penal para River.
El encargado de ejecutarlo, luego de tener un diálogo en ese aspecto con Colidio, fue el colombiano Borja. El goleador convirtió con un derechazo al lado del palo. La ventaja le dio tranquilidad al local, pero la iniciativa del encuentro seguía siendo compartida. TIgre mantenía sus líneas adelantadas, e inclusive presionaba en el campo adversario para entorpecer la salida de River.
El visitante recuperó una pelota en el medio, salió a pura velocidad hacia el arco, y Ferreyra casi marca el empate pero la pelota se estrelló en el palo izquierdo de Armani. Tigre no se desordenó a pesar de estar abajo en el resultado, y continuó su búsqueda sin traicionar sus convicciones.
En el descuento del primer tiempo, los de Victoria encontraron recompensa cuando Armani derribó en el área a Armoa, y Marino convirtió el empate de penal.
River reaccionó rápido en el inicio del segundo tiempo, y Borja volvió a aparecer en toda su dimensión para marcar dos goles, el segundo de penal.
El encuentro quedó definido en esos primeros minutos, y las intenciones de Tigre se diluyeron por completo. River a un paso de la cima.