Horacio Zeballos, el doblista número uno del mundo, se despidió este domingo en las semifinales del Masters 1000 de Cincinnati, en Ohio, tras perder 7-6 (8) y 7-6 (9), junto con su compañero español Marcel Granollers, ante los estadounidenses Mackenzie McDonald y Alex Michelsen.
Si bien el marplatense de 39 años cortó una racha de seis victorias consecutivas, dado que venía de conquistar su octavo Masters 1000 en Montreal, redondeó fructífera gira previa al US Open con la seguridad de seguir en la cima del ranking ATP al menos hasta el último Grand Slam de la temporada.
El creciente nivel del zurdo, habitué en las instancias finales de los torneos más relevantes del circuito, acaso haya obligado a recalcular ciertas decisiones en las entrañas del tenis argentino: ¿volverá al equipo de la Copa Davis para disputar las Finales en Manchester?
El capitán nacional Guillermo Coria había entregado la nómina de Argentina para la fase de grupos, que será del 10 al 15 de septiembre en la ciudad de Inglaterra ante Canadá, Finlandia y Gran Bretaña, la misma y resonante ausencia del plantel que actuó, y quedó lejos de las medallas, en los Juegos Olímpicos de París 2024: la del propio Zeballos, el actual mejor doblista del mundo y de la historia del tenis argentino.
El conductor del equipo había dado a conocer la lista de convocados a través de un anuncio difundido por correo electrónico y sin presencia en las redes sociales oficiales de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), que suele publicar cada nómina con un diseño original y con imágenes de los jugadores elegidos. Y lo hizo el mismo día que tuvo el foco deportivo en tres grandes acontecimientos: todas las miradas estaban puestas en la final de Wimbledon, la de la Eurocopa y la de la Copa América que consagró a la Selección Argentina. Para algunos pudo haber pasado desapercibido.
El plantel confirmado para buscar el pase a la fase final por la ensaladera, a disputarse del 19 al 24 de noviembre próximos en Málaga, estaba integrado por Sebastián Báez (20°), Francisco Cerúndolo (27°), Tomás Etcheverry (37°) y los doblistas Andrés Molteni (20°) y Máximo González (24°).
Coria, que estaba en la final de la Copa América en Miami, le comunicó con un mensaje de texto a Zeballos –quien también había asistido con su familia a la consagración de Messi y compañía– que haría oficial el plantel por obligación, en torno a los plazos que había establecido la Federación Internacional de Tenis (ITF).
"Es el mismo equipo que nos representó en las últimas series, el que nos trajo hasta acá. Es importante aclarar que cumplimos con los plazos de la organización", justificaba el capitán la ausencia del hombre surgido en el Edison Lawn Tenis de Mar del Plata.
El capitán, sin embargo, podría realizar hasta cuatro cambios hasta el lunes previo a la competencia –9 de septiembre–. Más allá de la polémica que había generado que Zeballos quedara de nuevo afuera del equipo, incluso cuando siempre se mantuvo a disposición, había una puerta entreabierta. El Mago parece haber optado por la apertura: durante el torneo de Cincinnati se comunicó con Zeballos para "hablar de la Davis" y ambas partes acordaron en hablar luego del certamen, dado que el zurdo todavía estaba en competencia. ¿Se acerca su regreso al equipo?
La decisión sostenida de marginar a Zeballos arrastra un alto costo: la opinión pública del ecosistema del tenis se pregunta constantemente cuál es la justificación de la ausencia ante el creciente nivel de competencia del propio jugador. Sin desmerecer al resto de los doblistas del plantel, que se ganaron el mérito por ellos mismos, no existe argumento deportivo para la no convocatoria del zurdo.
La pregunta, quizá hasta retórica, emerge por sí sola: si Zeballos volviera, ¿entonces qué cambió en la cabeza de Coria si el nivel del zurdo, quien ya era el número uno cuando quedó afuera de la nómina de los Juegos Olímpicos, es el mismo que el de hace un mes? Llama la atención porque los doblistas predilectos del capitán siguen juntos en el circuito. Si todo es igual, si nada cambió, ¿por qué Zeballos no fue a París 2024 y eventualmente volvería ahora, en una segunda instancia, para la Davis? ¿Acaso las críticas en el micromundo de las raquetas provocaron algún efecto?
En el anuncio del equipo para los Juegos Olímpicos del mes pasado y en el comunicado inicial para la Davis hubo un denominador común: las suspicacias extradeportivas. Hubo quienes arriesgaron que la ausencia de Zeballos respondía a un aparente conflicto de interés. Si bien Molteni y Machi González conforman una dupla de buen nivel, también es cierto que integran la carpeta de jugadores representados por la agencia Summa Sports, cuya figura de mayor preponderancia es nada menos que Mariano Zabaleta, el vicepresidente de la AAT.
La información complementaria es que Summa no sólo representa también a Etcheverry –si se mantuviera afuera Zeballos el 60 por ciento del plantel de la Davis pertenecería a la agencia de uno de los máximos dirigentes de la Asociación– sino también a Federico Coria, actual 80° del ranking ATP y hermano del mismísimo capitán.