El Gobierno confirmó ayer que habrá al menos un año más de tarifazos en los servicios de gas y electricidad y recién en 2019 las subas estarán en línea con la inflación. Según detallaron ayer los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, sólo se alinearán los aumentos en función de la inflación cuanto estén concluidos los procesos de readecuación tarifaria y de eliminación de los subsidios a la demanda, a excepción de los beneficios que se mantendrán en la tarifa social, lo que recién sucederá en el segundo semestre de 2019. Este mes el Gobierno dispuso un aumento de entre 45 y 58 por ciento para el gas y de 39 y 47 por ciento en la boleta de electricidad. Y en abril próximo se espera una segunda tanda de aumentos.
“El país atraviesa una transición donde todavía se presenta un 2018 con suba de precios regulados, pero en 2019 los cambios serán en línea con la inflación”, aseguró Dujovne al participar de un seminario organizado por una consultora económica. “A partir del segundo semestre de 2019 el Gobierno se propuso cumplir con la ley y que haya a partir de ese momento aumentos por el índice inflacionario, conforme a lo que dice el marco regulatorio”, afirmó Aranguren al anunciar la adhesión de la Argentina a la Iniciativa de Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI).
“Tenemos un proceso de ir eliminando lentamente los subsidios de manera gradual y previsible con excepción de la tarifa social, y el resto de la población verá reducido su subsidio y la tarifa lo único que tendrá ajustado es por el componente inflacionario”, agregó el titular de la cartera de Energía. El año pasado el gas registró un aumento del 400 por ciento, mientas que la electricidad se encareció entre 800 y 1200 por ciento (sumando febrero y marzo de 2017).