“Esta es una muestra particularmente cara en seguros”, dice Lauría con respecto al centenar de piezas que provienen de colecciones privadas y públicas. La curadora opina que la obra de Berni no ocupa todavía el lugar que debería: “Las grandes composiciones del ‘30, Desocupados, Manifestación, Medianoche en el mundo, ¿qué tienen para envidiarle a Portinari? Y Portinari cotiza más. Hay una muestra por su centenario dando vueltas por el mundo, y no sé si ésta va a hacer eso. Mientras que el Año Berni es de consumo doméstico, los brasileños se ocuparon de que el Año Portinari sea internacional. Y así puedo marcar diferencias con los mexicanos, las que hay entre Frida Kahlo y Raquel Forner, por ejemplo. Yo creo que el arte argentino de ninguna manera tiene el lugar que debería tener dentro del concierto internacional. Puedo ir hacia atrás, con tipos que ingresaron a la vanguardia en los años ’20, como Pettoruti y Xul Solar, e ir hacia delante con artistas como Víctor Grippo. Creo que ahí a nosotros, los argentinos, nos falta hacer algo.”