Es desesperante que en estos tiempos que corren la Iglesia Católica en la Argentina se siga pronunciando como si fuera la más alta autoridad moral en nuestro país, luego de que en los tiempos nefastos de la dictadura asesina mantuviera cómplice silencio.

Afirman la santidad del matrimonio entre el hombre y la mujer, pero demostraron que la vida de las personas no lo era.

¿Cuándo van a dejar de mantener esta hipócrita postura? ¿Cuándo vamos los argentinos a dejar de estar llevados de las narices por una institución en decadencia, más bien obsoleta?

La institución católica debería dejar de inmiscuirse en asuntos que no le competen, como por ejemplo el casamiento entre personas del mismo sexo, el derecho de la mujer a abortar y la educación sexual en las escuelas, entre tantas otras.

Aquí en Canadá se dio a conocer la noticia del casamiento de Alex y José María como el “primer casamiento gay en Sudamérica”, ¡qué orgullo!

Coincido con la opinión de la Federación de Lesbianas y Gays de que en 500 años tendrán que pedir perdón, solamente que yo opino que será muchísimo antes.

Diana Z. Massot

DNI Nº 14.837.615