Tengo 25 años y actualmente recibo tratamiento de quimioterapia debido a que padezco el mal de Hodgking, un cáncer que resulta mortal si no es tratado a tiempo. Me lo diagnosticaron en el 2007. Tras unos meses de tratamiento parecía haber remitido. En agosto de 2009 sufrí una recaída con progresión de la enfermedad. Actualmente estoy en tratamiento con una quimio más agresiva y un autotrasplante de médula. Además de padecer la enfermedad y todo lo que el tratamiento implica, debo enfrentar otras dificultades, como dejar de estudiar y de trabajar (hoy preventivamente). En 2008 había conseguido trabajo y al blanquear mi situación de salud fui despedida dos días después, alegando el empleador que yo no cumplía con las expectativas. En la universidad se me “sugirió” recursar la materia una vez concluido el tratamiento. Pese a contar con los medios, las prepagas no admiten mi afiliación por padecer una enfermedad preexistente. La última valla llegó a la hora de soñar con una familia. La quimio y el autotrasplante ponen en riesgo mi fertilidad, razón por la que me sometí a una operación en el Hospital Rivadavia a fin de conservar óvulos. Los óvulos deben guardarse en un banco, donde se los mantiene congelados para ser usados en un futuro. El problema es que no existe un banco público y los privados tienen un costo muy elevado. Estas líneas tienen como objetivo aunar fuerzas entre los que padecemos esta enfermedad, las fundaciones y los grupos que luchan contra el cáncer, para armar un proyecto de ley que nos incluya, nos ayude a mejorar la calidad de vida y nos garantice los medios para nuestro sustento, para que no seamos víctimas de discriminación y para que se abra un banco público donde guardar las esperanzas de quienes, como yo, quieren armar una familia el día de mañana.

María Sol Hernández Mori

DNI 31.061.455

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