Las tabletas son la gran cosa del año: estos artefactos intermediarios entre las computadoras personales y los teléfonos inteligentes que están destinados a acompañar la movilidad agachada de las personas. Porque así están ahora los transeúntes: mirando hacia abajo con algo en sus manos parecido a un libro. Pero no es un libro, se sabe. Lo que los paseantes se traen entre manos son diferentes modelos de tabletas que presuponen el deseo consumado de la libertad intermediaria, pero –a la sazón– no son otra cosa que “algo más” con lo que habrá que lidiar en la vida cotidiana. Este espacio periodístico se toma el atrevimiento de reflexionar sobre el mercado argentino, soportes reinantes y modelos de negocio que vienen detrás de cada uno de estos soportes.

Antes que nada, una observación: las tabletas electrónicas –inauguradas por el ya histórico iPad hace apenas dos años– no son otra cosa que un artefacto de consumo y no de producción, como sí lo son las computadoras, notebooks o netbooks. Dicho sin miramientos: las tabletas son para leer, jugar y ocasionalmente conectarse con las redes sociales o mandar algún correo electrónico. Todo lo demás se resuelve con dispositivos periféricos: teclados, mouses, etcétera. Las tabletas aprovechan lo mejor de la tecnología móvil inicialmente pensada para los celulares, pero agrandan la pantalla hasta convertirla en algo aceptable para consumo cultural humano. Según Tomás Ferrari, gerente de productos y servicios de Samsung, durante 2011 ya se vendieron más de 200 mil tabletas entre todas las opciones de mercado. Y, a diferencia de lo que ocurre con la telefonía móvil inteligente, la totalidad de las tabletas es importada, ya que no hay exigencia gubernamental –al menos todavía– para que se ensamblen en Tierra del Fuego.

El iPad 2

En honor a la historia, la tableta que revolucionó el mercado fue el iPad presentado por el extinto Steve Jobs en San Francisco durante 2009. En apenas dos años, el iPad revolucionó la industria del software, la industria del juego y la industria editorial. Fue un cimbronazo que cambió la manera de distribuir contenido a nivel global y para muchos fue vista como la “salvación” de los diarios. Actualmente, el iPad 2 se encuentra en el mercado argentino a un precio que va entre los 3600 y 5000 pesos, dependiendo de las opciones de memoria y conectividad (WiFi o 3G). Tiene una velocidad de procesador de 1 Ghz con un chip A5, de doble núcleo y un tamaño de pantalla de 9,7 pulgadas. La batería dura 10 horas, es realmente liviano y los gráficos funcionan a una velocidad envidiable.

Como en todo mundo vinculado con el sector “inteligente” de la tecnología (vaya uno a saber qué significa eso exactamente), lo importante en estos artefactos es el soporte, la actualización y la comunidad de desarrollo de aplicaciones. Y en estas tres aristas, Apple pareciera ser insuperable. Como ya se ha dicho en estas páginas, el problema más grave de la empresa de la manzanita es su modelo de negocios de software cerrado que le impide al usuario manejar su aparato con libertad: se hace lo que Apple quiere... o habrá que “liberar” el aparato por la fuerza.

PlayBook de BlackBerry

Las tabletas de BlackBerry apostaron inicialmente a diferenciarse del iPad lo más posible: propusieron tabletas de 7 pulgadas, notablemente más chicas que las de Apple, y más cómodas en cuanto a la movilidad de los usuarios: mientras que las tabletas de Apple son algo así como una revista, las de BlackBerry son como un libro de bolsillo. Hay diferentes precios que van entre los 2200 y los 4300 pesos, dependiendo básicamente del almacenamiento, que va de los 16 Gb a los 64 Gb. Las PlayBook –como los teléfonos BlackBerry– cuentan con la plataforma que les permite tener el equipo conectado permanentemente a su propia red. Como en todos sus productos, los canadienses de Rim apostaron al sector corporativo con la PlayBook desde que salió al mercado, el 19 de abril de este año. El gran relanzamiento esperado de BlackBerry será a nivel mundial para febrero de 2012. La verdad es que la venta de las BlackBerry PlayBook no fue la esperada entre las 700 mil tabletas enviadas a los negocios en los primeros meses, con lo cual la empresa tuvo que admitir importantes pérdidas en sus balances. Una de las grandes diferencias es que las BlackBerry PlayBook aceptan la tecnología Flash, mientras que ni los iPads ni los iPhones de Apple lo hacen. Si bien el ecosistema de aplicaciones de la PlayBook es bastante limitado (seis mil aplicaciones declaradas), se supone que las PlayBook soportan o soportarán Android en el futuro.

Android

Pero si hay una generación de tabletas que apuesta a la diversidad, y sobre la cual es complejo reunir a todas las marcas y modelos en la misma bolsa, es la de Android, el sistema operativo de Google que sirve también para celulares. Sin dudas, la que lleva la delantera en el mundo Android es Samsung, que arrancó ofreciendo tabletas de 7 pulgadas y ya está lanzando las de 10 pulgadas. Tomás Ferrari, gerente de productos y servicios de Samsung, asegura que el mundo de las tabletas está mejorando la performance y la usabilidad, pero el problema es la increíble cantidad de marcas chinas que están abarrotando el mercado. Lo curioso del mundo de las tabletas es que tiene jugadores por varios costados: por el lado de las empresas telefónicas y por el lado de las computadoras personales. “Estos son signos claros de madurez del segmento”, dice Ferrari.

Para 2012, Ferrari dice que la cantidad de tabletas vendidas en la Argentina podría llegar a las 250 mil, dependiendo de la exigencia de la fabricación local. “El 100 por ciento de los teléfonos de Samsung se está produciendo en Tierra del Fuego, y estamos preparados para hacerlo con las tabletas en caso de que sea necesario”, dice Ferrari. El otro gran jugador de Android es Motorola, que tiene la Xoom, con Android 3.1: uno de los más modernos de este ecosistema que tiene cientos de miles de aplicaciones disponibles, con cámaras frontales y traseras y una cámara de video en HD. Detrás de estas grandes, que dan soporte y actualización, hay una variada gama de tabletas que van de Asus, Toshiba y Lenovo a Coby, Genius, Philco, Viewsonic, Voxon y X-View. Motorola, cabe recordar, es de Google desde hace unos meses, cuando el buscador comprendió que Apple le haría la vida imposible en la pelea por las patentes, la verdadera gran guerra global del siglo XXI.

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