› Por Osvaldo Bayer
Puede pasar mucho tiempo, pero finalmente la verdad siempre termina triunfando sobre la mentira y sobre las posiciones que humillan al ser humano.
En mi exilio en Alemania durante la dictadura denuncié, en actos públicos, la colaboración del Estado alemán con la dictadura argentina de Videla, en especial por venderle armas. Ante mis acusaciones acerca de los crímenes de lesa humanidad de los militares de Videla, el gobierno alemán guardó silencio. Ahora, 36 años después, queda todo al descubierto. Pasa el tiempo y, al fin, la verdad queda en descubierto. Todo queda a la luz. Este mismo diario, Página/12, acaba de publicarlo en la primera página el 19 de mayo pasado. Trae la información de la revista alemana Der Spiegel –la mejor publicación política de ese país– de que el gobierno alemán simpatizó con la dictadura militar argentina y no presionó para aclarar sus crímenes, entre ellos la desaparición de 74 ciudadanos alemanes. En los documentos que se conocieron, está la aseveración del embajador alemán Kast, que sostuvo que “la toma del poder por los militares argentinos fue la única solución posible”. La sección latinoamericana del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán escribió: “Bonn está bien interesado en que se mantenga al gobierno de Videla. El ministro germano Karl Morsch (Partido Liberal) informó luego de visitar Buenos Aires que “los militares no son seguro unos dictadores cínicos”. Informa el Spiegel que la dictadura asesinó a treinta mil personas, entre ellos a 74 alemanes o descendientes de alemanes. El estudio del rol de la República Federal de Alemania durante la dictadura militar argentina no se hizo aún. El Ministerio de RR.EE. alemán ha liberado ya un gran número de actas. La revista le pregunta al gobierno alemán: “¿Dónde están los cadáveres?. Una pregunta que necesita una respuesta necesaria”.
Tres diputados socialdemócratas alemanes viajaron a la Argentina durante el campeonato mundial de fútbol para realizar una investigación sobre los desaparecidos. Como resumen final de su viaje redactaron este escrito: “La situación actual política argentina y uruguaya sólo se explica por el trasfondo de una apremiante circunstancia interna de la toma del poder por los militares. En especial, el terrorismo ha estremecido fuertemente a estos países. En la necesaria lucha contra la violencia criminal se obtuvieron éxitos. Pero pagó mal la recuperación de la seguridad interna”. Otros cuatro diputados alemanes lograron homenajes de los militares locales, entre ellos una “asada” (sic) al aire libre con delicada carne argentina. Cuando salió esto publicado, hice lo más que pude para demostrar también cómo las democracias traicionaban sus principios para sostener relaciones económicas con las peores dictaduras. Dicen esto los cuatro diputados alemanes (lunes 21-7-77): “Invitación a una estancia. Allí exhibiciones de razas bovinas e invitación a tomar mate”. 26/7: “Visita a un estadio de fútbol donde se invitaba a un comandante de aviación militar a comer al asador la comida preferida llamada ‘asada’ (sic). La comida tuvo la habitual cordialidad argentina, el menú se compone principalmente de toda clase de carnes (vaca, cabra, cerdo) servidas con gigantescas fuentes de ensalada y con vino tinto o blanco. Luego almuerzo en la escuela alemana de Córdoba”.
El diputado alemán Scheffler informó: “En todas partes, a la pregunta sobre el gobierno de Perón, se recibió la respuesta de que esa época fue inaguantable, que se corría constante peligro de muerte y que simplemente había que poner las cosas en orden”. 22/6: “Conversaciones con notables de la vida económica y política. También en esas conversaciones volví a escuchar la opinión de que en estos dos últimos años del gobierno de Videla se cometieron algunas injusticias, pero que volvió a la tranquilidad y el orden, cosas que nadie quiere echar de menos. Después de cinco semanas de viajes son muchas impresiones, pero también muchos enojos y molestias personales y se siente alegría de poder regresar a casa. Alemania es hermosa, pura”. Días después del regreso de los diputados alemanes a su país, el pastor Walter Zielke, de la Iglesia Evangélica Alemana, entrevistó al embajador de la dictadura militar argentina en Alemania Roberto Guyer, quien le negó información sobre los niños desaparecidos durante la dictadura militar. El embajador le contestó mostrándole la carta escrita de los tres diputados que acababan de regresar de la Argentina.
Pero quien iba a cometer un desliz que no se lo perdonaría nunca ningún argentino fue el diputado alemán Wilfried Penner quien, cuando regresó a Alemania, hizo las siguientes declaraciones a la prensa: “En lo económico a la Argentina le va bien, a pesar de la inflación. El problema se debe más a la mentalidad de los argentinos que nos hacen recordar a los anarquistas vascos y a los mafiosos sicilianos. Allí no se nota un mayor descontento. El de Videla es más bien un régimen sin mucha libertad más no totalitario. Existen torturas, sí, y procedimientos jurídicos muy lentos, así como extralimitaciones del Estado en la vida privada de los argentinos. Pero no en general al hombre de la calle”.
Aquí la hipocresía llega a las nubes. Los visitantes alemanes no reprodujeron la realidad, sino que se supo luego de la caída de la dictadura y por los resultados de las investigaciones posteriores de la democracia. La gran tragedia argentina que pasó a la historia: la desaparición de personas.
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