Lun 18.05.2015

CONTRATAPA  › ARTE DE ULTIMAR

Milonga para Satie

› Por Juan Sasturain

Desde el día que te oí
no pude apagar la radio.
Ni las voces del estadio
me emocionaron así.
Era una Gymnopedie
por un pianista noruego
y las notas, como el riego
del pasto, por aspersión,
punzaron mi corazón
y me abrasaron sin fuego.

Al nombrar eso que hacías
no explicabas lo que era:
Morceax en forma de pera.
Gnosciennes, Piezas frías...
Tu sutil melancolía
paseaba por el teclado:
un gato, de lado a lado,
entreveraba las notas,
juntando las piezas rotas
de un sueño ya desarmado.
En ese ambiente tan serio
de Ravel y Debussy
apostaste, Erik Satie,
por el humor y el misterio.
Un chiste en el cementerio,
un acorde cenestésico...
Tu repertorio analgésico
curaba la tontería:
llamaste, a tu biografía,
Las memorias de un amnésico.

Satie, viejo poligriyo
con ojitos de atorrante,
recortabas cada instante
como el ruidito del grillo.
Pero nunca fue sencillo
lo tuyo, denso y liviano:
hiciste música a mano,
como pintaba Toulouse.
Cuando me apaguen la luz,
esperame con el piano.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux