Dom 18.07.2004

CONTRATAPA

William Blake tiene palabras desde más allá de la muerte para Laura Bush, amante de la literatura

Por Ariel Dorfman *

In memoriam, Francesco Petrarca
(20 de julio, 1304 - 18 de julio, 1374)

me has leído
de eso estoy seguro

de eso estoy seguro
y me pregunto desde las ardientes orillas de
/la muerte
dudas y preguntas mías y de otros poetas
desde adentro y más allá de la muerte
dudas y preguntas en estos tiempos de guerra

más que nada y nadie mi Petrarca muerto
con su propia Laura para lamentar
su suave sonrisa umile e piano

ella también amaba la poesía
como Laura esta otra Laura

mi amigo Francesco conjurándome
que la contacte que le mande un mensaje
/a esta Laura Laura
que use el inglés en que yo solía escribir
que use el inglés en que ahora habla
su garganta de Laura


pregúntale pregúntale

cómo se comparten los sonidos con que
/baila
su garganta de Laura
con el hombre que la desposó

los labios de George en esos labios de /mujer
las manos de George en las manos
/ardientes
de su mujer


Laura Laura
te olvidaste de la poesía?

usaste nuestras palabras para tu esposo y
/guerrero
palabras y versos y sonetos
que alguna vez leíste
la voz mía en el lago de tu mirada
la voz nuestra en la mirada de tu
/mano
he de compararte a un día de verano
cómo pueden los poemas amparar su vuelo
verde que te quiero verde
polvo serás mas polvo enamorado
me gusta cuando callas porque estás como
/ausente
mi madre aulló de dolor y mi padre solloza
y yo salté hacia el mundo lleno de muerte
cómo pueden los poemasángel de luz
ardiendo incendia los abismos
cómo olvidan los poemas

cuando el guerrero hace
aullar a la madre
sollozar al padre
tigre tigre que ardes de luz
ardiente tigre de luz en el


éufrates de la noche
tigris y éufrates ardientes de luz y fuego
el encendido fuego en que me quemo
verde viento verdes ramas

le recordaste a tu guerrero el día de verano /profanado
y la novia la novia
sin su primavera mozuela
ni la dulce boca que a gustar
/convida

Laura Laura le murmuraste que sí que sí
recibiste al hombre de guerra
en tu cauce de mujer
en tu silencio de sábanas

abriéndole algo más que tus labios
susurraste un no sé qué que quedas
/balbuciendo
lo comparaste a un día de verano
recogiste la breve flor que cuando nace
/muere
s’io credese per morte essere sacro

cómo no imprecar las mil naves
el río escarnecido
el carro funerario de la novia
la hija que ardió en los bosques
en los bosques de arena de la noche

en el fuego verde que arde de luz en la piel
/de la noche
y las calles las calles venid a ver la sangre
/por las

desesperaste del poder del verso?
quién hizo al Cordero te hizo a ti?
quién hizo al León me hizo a mí?

qué le murmuraste a ese hombre
qué ciénaga de la lengua
la noche en que mandó el fuego
y la espada
ese hombre borracho de guerra
que aniquila las palabras del verano
sereno y claro
por las que reza nuestro canto

ay Laura Laura

qué nos dirás qué excusas y
/plegarias
el día en que llegues a esta orilla
este otro lado de la muerte
que no tuviste tiempo ni mundo
ni palabras ni tiempo ni mundo

pedirás un soneto para Laura
pedirás unos versos para enganara la
/mancillada eternidad

ay Laura Laura

fue tuya la cara la boca los labios fueron
que pudieron haber detenido
las mil naves de la noche
ardiente y triste


* El último libro de Ariel Dorfman
es Memorias del Desierto.

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