La increíble historia de amor, obsesión, lujo, reclusión y fuga entre un nazi y Hedy Lamarr (que años después inspiraría Pubis Angelical de Manuel Puig).
› Por Moira Soto
Ella era una belleza austríaca lanzada al estrellato por su desnudo desprejuiciado en Éxtasis (1932), y años después llegaría a Hollywood para transformarse en Hedy Lamarr. Él era un poderoso empresario de las armas que después llegaría a la Argentina y sería acusado de nazi. En el camino, se casaron y vivieron una historia de amor demencial que incluyó encierro, lujo, joyas, mansiones, castillos, compra voraz de cuanta copia de Éxtasis hubiera y una fuga hitchcockiana. Como si fuera poco, es la misma historia de amor que años después inspiró a Manuel Puig para escribir Pubis Angelical.
Aunque nunca se fue, Quino está de vuelta: el miércoles presenta su nuevo libro, ¡Qué presente impresentable!; y el otro miércoles inaugura una completa retrospectiva en la que recorre toda su obra, incluido material casi inédito, olvidado, iniciático y hasta publicitario sobre temas tan inesperados como la ginebra, las alfombras, los deportes y la televisión.
› Por María Gainza
Sobre apenas siete mesas dispuestas en una sala del Centro Cultural Borges, Daniel Joglar recupera –con una sutileza casi oriental, capaz de transformar una escuadra en una escultura zen de madera perforada– todo un mundo que teníamos frente a nosotros pero que no veíamos.
Después del éxito de Hermosura, el grupo El Descueve aprovechó un encargo de la fundación danesa Hans Christian Andersen -adaptar para la escena el más cándido de sus relatos, Patito feo– para llevar al límite la fórmula que lo hizo célebre: vitalidad, ironía pop y un altísimo voltaje erótico.
› Por Mariano Kairuz
A partir de esta semana se exhibirá en cine (por primera vez desde su estreno) Delirio de pasiones (Shock Corridor), la película de Sam Fuller sobre la locura americana que en 1963 se anticipó una década a Atrapado sin salida. Una buena manera de asomarse al cine de uno de los directores más bizarros de todos los tiempos.
› Por María Moreno
Repleto de historias de inmigrantes, marginales y olvidados, productos de muertes que, por un motivo u otro, como criminales o víctimas, atravesaron el mundo del crimen, el Museo de la Morgue es uno de los grandes secretos a voces de Buenos Aires. Radar ingresó y se paseó entre frascos, cuerpos cocidos a balazos, colecciones de hímenes y hasta penes con dedicatorias.
Trabajó para Kubrick, Cassavetes, Kazan, Brando y Billy Wilder. Coppola le rogó que actuara en El padrino I y II, pero él estaba ocupado con un piloto de TV sobre unas mujeres que vestían animales desnudos. Entre 1958 y 1962 dirigió, escribió, produjo, actuó y distribuyó The World’s Greatest Sinner, una película tan inescrutable que hasta sus fanáticos tienen un club de fans. Murió en 1994 (el día del cumpleaños de su héroe, Salvador Dalí), mientras hacía The Insect Trainer, la historia de un hombre encarcelado por matar a pedos a una mujer. Con ustedes, Timothy Agoglia Carey: el segundón más bizarro de la historia del cine.
Capítulo 5
Otros, con mucho menos, tienen monumentos, plazas, entradas en enciclopedias y homenajes. En cambio, son pocos quienes saben quién fue Nicolas Jacques Conté: químico, ingeniero, pintor, gigoló, precursor de la aeronáutica, sagaz cronista de la campaña de Napoleón a Egipto, autor de un libro monumental que permaneció en el ranking de best sellers parisino entre 1809 y 1828, su aporte fundamental a la humanidad (realizado bajo orden de Napoleón) fue ni más ni menos que... la invención del lápiz.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux