CONTRATAPA
› METROVIAS HIZO UNA PROPUESTA DE
AUMENTO SALARIAL QUE DESTRABARIA EL CONFLICTO
Cerca de la fumata blanca en el subte
Al cierre de esta edición, la asamblea de trabajadores de las cinco líneas de subterráneos analizaba la oferta de 350 pesos de suma fija por única vez, más 100 pesos de aumento. El Ministerio de Trabajo elaboró la propuesta para acercar a las partes.
› Por Laura Vales
El conductor llegó a poner en marcha el motor del tren y recibió la señal de partida. Pero cuando intentó avanzar, un grupo de delegados se tiró a las vías y le bloqueó el paso. Eran las 10 menos 10 de la mañana y las pantallas de TV en el andén en la terminal de Constitución anunciaban que el servicio había quedado “interrumpido por conflicto gremial”. Ayer, durante ocho horas, los trabajadores de las cinco líneas de subterráneos y el premetro pararon en demanda de una suba salarial y por la noche, luego de extensas negociaciones en el Ministerio de Trabajo, recibieron una propuesta de Metrovías. Al cierre de esta edición una asamblea analizaba levantar el plan de lucha. El acuerdo era considerado como un principio de solución.
La oferta de Metrovías consiste en una suma fija de 350 pesos por única vez, que pagará a razón de 250 pesos en diciembre, 50 en enero y otros 50 en febrero. En segundo lugar, otorgará un aumento de 100 pesos en enero a cuenta de futuros convenios. La firma también se comprometió a reconocer las horas trabajadas de noche al doble del valor de las diurnas y pagará 5 pesos por año de antigüedad.
La propuesta fue elaborada por el Ministerio de Trabajo en base a las posturas sostenidas por las partes en conflicto. El gremio había reclamado una mejora del 50 por ciento en los sueldos, el pago de la nocturnidad y la restitución del 2 por ciento anual de antigüedad, un beneficio que los trabajadores dejaron de percibir cuando la empresa fue concesionada. El texto fue aprobado por Metrovías, la Unión Tranviarios Automotor que conduce Juan Manuel Palacios y el cuerpo de delegados, que lo recibió para someterlo a la aprobación de los trabajadores.
Durante la jornada, los trenes estuvieron parados en los horarios pico, de seis a diez de la mañana y de tres a siete de la tarde.
En la entrada de la terminal de Constitución la Policía Federal desplegó personal de infantería. En los andenes vacíos, los trabajadores siguieron por teléfono los avances de las conversaciones entre la empresa y los representantes sindicales.
El acatamiento al paro fue alto. Por un acuerdo interno, sólo los delegados se tiraron a las vías para frenar la salida de las formaciones, ya que en anteriores oportunidades la Justicia inició causas penales contra los manifestantes con la figura de obstrucción de la circulación. El grueso de los trabajadores esperó a los costados de las vías con la idea de intervenir sólo si la situación se complicaba. Pero no fue necesario. En general, pasados los momentos iniciales de la huelga, el clima de la jornada fue tranquilo.
En subterráneos trabajan cerca de dos mil personas, con salarios promedio de 1100 pesos. El sueldo básico de un boletero es de 671 pesos, mientras que un guarda gana 1030. Estas dos categorías son las que tienen más empleados. En el tope de la pirámide salarial están los conductores con sueldos de 1500 pesos.
No son malos sueldos, si se los compara con el promedio del sector privado. Metrovías usó el argumento a su favor. Durante el paro el tema fue uno de los debates. “Yo no estoy de acuerdo con comparar lo que ganamos con otros sectores sociales que están peor. Nosotros planteamos un reclamo en relación a lo que la empresa gana, no a lo que gane el resto de la sociedad”, dijo uno de los conductores a Página/12.
Para Roberto Pianelli, delegado de la línea E, Metrovías mejoró sus ingresos sin trasladar esos beneficios: “Del año ’93 a hoy aumentó el boleto de 0,45 a 0,70 y subió en un 75 por ciento la cantidad de pasajeros, mientras recibe 65 millones de pesos en subsidios”.
Las negociaciones en el Ministerio de Trabajo fueron conducidas en su tramo final por el titular del área, Carlos Tomada. El ministerio hizo al comenzar el día un llamado a Metrovías para que presentara una propuesta, en un gesto que fue entendido como un respaldo al reclamo sindical. El paro había recibido durante el día señales de apoyo del mundo sindical. Hugo Moyano, miembro del triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT), consideró el conflicto “similar” al que mantuvieron los empleados telefónicos. “No olvidemos de que están subsidiados también por el fondo fiduciario, que se genera por consumo de gasoil, como están subsidiados otros (concesionarios) del transporte”, dijo el camionero.
En las terminales, los trabajadores fueron visitados por delegaciones de ferroviarios y otros gremios en conflicto.
En el texto firmado anoche se incluyó una cláusula por la que Metrovías se comprometió a no tomar represalias contra las personas que adhirieron al paro. También se propuso abrir en breve una nueva ronda de negociaciones por el tema salarial.