El mundo tiene organizaciones internacionales que dan ayuda a los países pobres, pero defienden los intereses de los ricos. Se analizaba la cuestión desde un punto de vista equivocado cuando se decía que las políticas del FMI fueron erradas. Esas políticas fueron totalmente exitosas (para los intereses de los países centrales). Otras organizaciones castigan a quienes no pagan una licencia por un medicamento, pero no impiden las subvenciones a determinados productos, que significa la ruina de muchas economías. Los países poderosos toman del mundo lo que necesitan. Si no es con métodos convencionales, lo hacen con una guerra. Sin nada que frene al capitalismo, la brecha entre los pobres y ricos se acelerará aún más. Los países en desarrollo deben comenzar cuanto antes a crear estructuras que defiendan sus intereses. La cancelación de la deuda con el FMI por parte de Argentina y Brasil es un primer paso en ese sentido.

Enrique Johnson
DNI 11.729.266