CULTURA
› PRIMER CONGRESO DE LITERATURA ARGENTINA
Identidad y globalización en la mirada de escritores
Desde ayer debaten en la Legislatura porteña autores como Mempo Giardinelli, Liliana Heker o Vicente Battista.
› Por Oscar Ranzani
Bajo el lema “Literatura Argentina: Identidad y Globalización” comenzó ayer el Primer Congreso de Literatura Argentina, organizado por la Legislatura de la Ciudad, a través de la Comisión de Cultura y Comunicación porteña que preside Norberto La Porta. La iniciativa congregó a numerosos y prestigiosos escritores e intelectuales para debatir la problemática de la globalización en relación con la literatura. Para ello se organizaron seis mesas redondas, cada una de ellas con una consigna diferente para abrir los debates. Así, por ejemplo, algunas de los disparadores temáticos fueron: “¿Existe una identidad literaria?”, “Globalización y Política Cultural”, “Identidad, editoriales y globalización”. Hoy es el cierre del congreso. Previamente, a las 10, se completarán las actividades con la mesa “Poesía, Identidad y Globalización” y con un espacio destinado a la lectura de poemas a cargo de Rodolfo Modern, Rubén Derlis, Liliana Lukin, Daniel Chirón y Osvaldo Ballina, entre otros. El congreso es abierto al público.
El periodista Carlos Ulanovsky participó en la mesa “¿Qué será la identidad en el siglo XXI?”, junto a Alicia Borinsky, Orlando Barone, Jorge Landaburo, Marcelo Zamboni y Silvia Plager. Ulanovsky, con un enfoque periodístico, partió de la hipótesis “en la que creo fuertemente y es que la mayor parte de nuestras desdichas tiene que ver con nosotros. Tiene que ver con lo que nos pasa: una fuerte crisis de valores y crisis de creencias que tenemos. Y consecuentemente, identidades”. El periodista resaltó que “es un momento como para que nos reunamos en torno de un tema que nos quita diariamente, cotidianamente posibilidades de vivir mejor”. Para Ulanovsky, “la globalización tiene intentos permanentes y fuertes de querer imponernos el pensamiento único”.
La mesa “Globalización y Política Cultural” estuvo integrada por Carlos Penelas, Ivonne Burdelois, Leopoldo Castilla y Mempo Giardinelli. Este último habló sobre “los estragos que nos ha producido la convicción cholula de la globalización que tuvo en la última década irresponsable aceptación en todos los ámbitos: la política, la cultura, la economía. En la sociedad hubo una aceptación acrítica de la globalización y eso tuvo un costo feroz para nosotros en términos político-sociales y también, obviamente, en términos culturales”. Giardinelli se refirió “al grado de pauperización cultural que nos produjo el neoliberalismo en la última década y la necesidad de que comencemos –yo ya lo he propuesto en varios textos que vengo escribiendo– un debate para ver si alguna vez la Argentina puede llegar a tener una política de Estado de la cultura, que lamentablemente no la tenemos”.
En tanto, Castilla planteó la creación del Mercado Común de la Cultura de América latina, un proyecto que elaboró junto a un equipo que presentaron al Mercosur. Castilla además habló sobre el término “globalización”: “Se divide en dos. La ‘mundialización’ que es donde va la política neoliberal, la usura, la explotación, la guerra, toda esa crueldad del mundo. Y la ‘universalización’ que es donde va la cultura, los derechos humanos, la paz, la libertad. Entonces, esa universalización del espíritu es siempre enriquecedora. Y ésa es el arma que nosotros tenemos que tener en nuestras manos para defendernos de la barbarie”.
La escritora Liliana Heker, integrante de la mesa “Identidad, literatura y barrio” que compartió con Vicente Battista, Ricardo Halac y Antonio Requeni, circunscribió el término “barrio” en relación con la literatura. Destacó que “cuando se habla de literatura el barrio es ese pequeño lugar que, a lo mejor puede ser una mesa de café, por ejemplo. Eso pequeño a lo que uno está ligado afectivamente, es decir, el pequeño lugar de pertenencia. Y en ese pequeño lugar, a veces, pueden caber todas las relaciones humanas”. Heker cree firmemente que “el barrio es el lugar donde se pueden dar, en un estado casi desnudo, ciertas relaciones humanas que van desde la mezquindad a la grandeza”.