Por John Lawless *

No fue un mago de once años sino una niña de tan sólo ocho quien rescató económicamente a J. K. Rowling, madre divorciada e independiente, que ganaba sólo 119 dólares por semana. El lanzamiento del esperado nuevo libro de la serie ideada por Rowling, Harry Potter y el príncipe mestizo, que se producirá en doce días, hará que la fortuna de la escritora sobrepase los mil millones de dólares que ya amasó con la conocida saga, que ya lleva tres películas en cine y rompió todos los records.
Detrás de esa historia dorada, como suele suceder, hay anécdotas sabrosas. Nigel Newton, de la editorial Bloomsbury, reveló que el primer manuscrito de Harry Potter fue rechazado por sus principales rivales en esa profesión. Fue la visionaria de su hija, Alice –quien leyó un capítulo e inmediatamente pidió que le consiguieran los siguientes– la responsable de convencer al editor de que tenía una mina de oro en sus manos.
La historia que Newton reveló en estos días es casi tan increíble como una de las tramas mágicas creadas por Rowling. Como primera y única oportunidad, la compañía Bloomsbury permitió que el original de Harry Potter y la Piedra Filosofal llegara a la imprenta.
Christopher Little, agente de la escritora, fue quien llamó a las oficinas de Ediciones Bloomsbury y le alcanzó a Newton un impreso con el primer capítulo. Este lo llevó a casa, pero, en vez de ocuparse él mismo de la lectura, le pasó la tarea a Alice, su hija de apenas ocho años. “Una hora después, salió de su cuarto fascinada –recuerda Newton– y me dijo: ‘Papá, esto es mucho mejor que cualquier otra cosa’. Insistió y volvió a insistir en los siguientes meses, deseosa de conocer qué vendría después.” Así, Newton preparó un cheque a nombre de Joanne Kathleen Rowling por la cantidad de 4500 dólares, lo cual fue, como se probó posteriormente, una de las más inteligentes inversiones dentro de la historia editorial.
Mientras tanto, el primer libro de Potter está en camino de convertirse en la primera novela mejor vendida del mundo de todos los tiempos. “Fue muy afortunado para nosotros”, afirmó Newton. “Comenzamos a publicar libros para niños recién en 1994 y, sorpresivamente, la pegamos.” También reveló que “ocho editoriales habían ya rechazado el trabajo de Rowling”. El resultado de la apuesta de Newton fue nada menos que de 260 millones de ventas en libros superexitosos.
Christoper Little ha ganado cerca de 34 millones en 2002. Daniel Radcliffe, quien interpreta a Harry Potter en la seguidilla de films, se ha convertido, a los 14, en el millonario más joven del mundo. Pero es Rowling quien alcanzó los mil millones de dólares, cifra estimada el año pasado por la revista Forbes, la cual calificó a la autora como “una de las cinco mujeres del mundo devenidas billonarias por cuenta propia, y la primera que lo hace siendo autora”.
Bloomsbury ha invertido desde entonces en otros libros para niños, incluyendo The Popcorn Pirates, de Alexander McCall Smith. Aun así, admite que el fenómeno Potter es completamente único y excepcional: “Nunca ha sucedido nada igual”. Como es de esperar frente a semejante suceso, Harry Potter y el príncipe mestizo será lanzado en una ceremonia a realizarse la noche del 16 de julio en la ciudad de Edimburgo, donde Rowling escribió el original. La autora, que completó su primer libro titulado Rabbit (Conejo) a los seis años y escribió dos ficciones para adultos antes de Harry Potter, confiesa que la idea de tal historia “simplemente cayó en su cabeza” en un tedioso viaje en tren desde Manchester en 1990. Luego de vivir en Portugal, regresó a la capital escocesa para tener su primer hijo. El borrador de Harry Potter fue redactado tiempo después en un café de esa misma ciudad mientras Jessica, su hija, dormía.
Con el voto de aprobación del editor, concedido tras visitar la página web de la autora, Rowling finalmente pudo festejar cuando “en agosto de 1996 Christopher me telefoneó para contarme que Bloomsbury había hecho una oferta. No podía creer lo que oía. ‘¿Significa que voy a ser publicada?’–pregunté estúpidamente. Cuando colgué, pegué un alarido y salté por el aire”. Ahora, a los 40 y vuelta a casar, sorprendida por su increíble historia, admite: “Los reconocimientos fueron desproporcionados pero, al saber cómo llegué hasta allí, es más fácil racionalizarlo”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.