La renuncia de Tito Capobianco a la dirección general y artística del Colón la semana pasada, a través de un mail que envió desde Miami, cayó en medio de una tormenta importante en el teatro. Una paritaria abierta un mes atrás, paros de los trabajadores de planta, con cuestionamientos al sueldo de Capobianco (25 mil pesos, unas cinco veces más que sus antecesores), suspensiones de conciertos de la Filarmónica. Aunque aún no está definido el nombre del nuevo director artístico, el secretario de Cultura de la Ciudad, Gustavo López, anunció al resto del equipo que tendrá a su cargo la conducción del Colón: el actual director general de Administración, Leandro Iglesias, pasará a ser director general y administrativo del teatro. De esta forma se separan estas funciones de la del director artístico, que será a su vez director de ópera, un puesto que López calcula cubrir en el transcurso de la semana que viene.
Entre los restantes nombramientos, el nuevo director del ballet es Oscar Araiz, quien ya ocupó ese cargo en 1979, y pasó por la dirección del Ballet Contemporáneo del San Martín y por la dirección de Cultura y Educación de la ciudad de La Plata, entre otros cargos. La directora adjunta es Violeta Janeiro, que fue primera bailarina del Colón. A Arturo Diemecke, que hasta ahora era director invitado, se le ofreció la dirección de la Filarmónica, aunque hasta ayer no había aceptado oficialmente el cargo. El maestro Salvatore Caputo continúa como director del coro y se confirma a Reinaldo Censabella como director de Estudios y a Martín Bauer y Diana Theocharidis en el Centro de Experimentación del Colón.
Más allá de las designaciones, López subrayó en sus anuncios que se hacen en un contexto que definió como “histórico”, y que apuntaría a la solución de un par de cuestiones de fondo. “De lo contrario, el Colón va a seguir sufriendo crisis cíclicas como hasta ahora”, resaltó el secretario. “Una cuestión es la laboral. Por primera vez en la historia del teatro hay una paritaria. La discusión más importante es la de la jubilación, y atado a esto el aumento definitivo de salarios. Nuestra posición es ir a fondo con la cuestión: no nos levantamos de la paritaria hasta que no resolvamos el tema de la jubilación. Si no, no hay Colón”, aseguró. Actualmente en el Colón hay cerca de 200 empleados en condiciones de jubilarse, que en este contexto deberían hacerlo con un 50 por ciento de su sueldo, tal como están definidos los aumentos no incorporados al salario.
El otro tema de fondo a resolver, según el planteo de López, es el estructural. “Todo el mundo dice que el Colón tiene problemas sistémicos, y que su solución debería ser una política de Estado. Tomamos la decisión de que así sea: la semana próxima llamaremos a un debate para elaborar el plan estratégico del Colón”, anunció el secretario. López adelantó que serán convocados especialistas en teatro, en lírica, en estructuras organizacionales, en economía, periodistas, trabajadores de teatro y también los legisladores, a quienes ya se les cursó una invitación formal, a fin de debatir sobre la estructura formal del Colón, y de regularla por ley. “Capobianco decía: ‘Me tienen que dar autarquía’, otros dicen que el director tendría que salir de un concurso internacional, otros que se necesitan concursos periódicos. Cada uno dice algo distinto, y hoy tenemos una estructura de 1908”, subraya López. “Entonces, discutamos si el director tiene que ser por concurso o no, si tiene que tener autonomía o no, y hagámoslo por ley.”
Consultado sobre su balance de la última gestión, López volvió a apuntar sobre la estructura: “Probamos con un director que venía con todos los pergaminos, pero es evidente que eso no basta. La sensación que uno tiene es que cualquier director va a tener las mismas dificultades, si paralelamente no se encara la cuestión de fondo”. De los 160 millones de pesos que conforman el presupuesto operativo de la Secretaría de Cultura (hay otros 40 destinados a obras), 43 millones van para el Colón. “Cuando se llegue a un acuerdo por paritarias, esa cantidad seguramente aumentará, pero con una mejor distribución estructural”, promete López.