CULTURA
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General y generalísimo
“Yo conocí bastante a Perón”, contó Cebrián, quien mantuvo varios encuentros con el ex presidente argentino durante su exilio. “Trabajaba en el periódico Pueblo, y estuve con él en Puerta de Hierro, con Isabelita y López Rega. A Franco no le gustaba nada Perón. Y además era un problema para él tenerlo en Madrid, porque llegaban los sindicalistas argentinos a negociar, y en España no había sindicatos. No tenía trato personal con él y trató de impedir que se instalara en España. Pero por otro lado Evita, con el envío del trigo argentino durante el bloqueo de la posguerra mundial, se transformó en un mito entre los falangistas; como era un mito no pudo negarse a recoger a Perón.” Por otra parte, cuenta Cebrián, “como trabajaba en una editorial, López Rega me propuso publicar unas memorias. Era confuso: él las vendía como memorias de Perón, pero... no sé. Perón iba mucho a los estrenos de teatro; de repente llegaba él con Jorge Antonio, que anunciaba: ‘¡Abran paso al general Perón!’. Podía llegar Franco con sus motoristas, pero esa exuberancia muy de América latina en España no estaba bien vista: que haga cola el general Perón”.
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