El escritor jujeño destaca el valor de la memoria, valor que ve ausente en estos momentos: “La memoria es fundamental y no sólo en la escritura de ficción, sino también en la historia. Sufrimos una amnesia generalizada en períodos cada vez más cortos. Cuando Occidente llegó a Vietnam, y convirtió en cenizas a las personas sin importar sexo ni edad, era evidente que la humanidad se olvidó de Auschwitz. Después de Vietnam llegamos a esta escandalosa demostración de indignidad que es Irak: los mismos que produjeron el holocausto en Vietnam están escarneciendo la condición humana en Irak. ¿Qué pasa con la memoria colectiva, qué nos pasa inclusive a nosotros, los intelectuales? Tenemos un discurso absolutamente entrecortado, porque también estamos contagiados de esos períodos amnésicos que vamos sepultando como en capas geológicas. Va a pasar Irak, con imágenes como la de esa jovencita angelicalmente luciferina, que tira de la soga del cuello de un hombre humillado y desnudo, y a lo mejor dentro de una década ocurre algo similar o peor. ¿Y qué decimos los intelectuales? Es tremendo. Por algo se ideologiza la pérdida de la memoria; el posmodernismo es precisamente eso. No tenemos valores de comparación: nos da lo mismo un ruido atroz, como el de cierto rock, y Brahms”.