- Alejandra Boero (actriz y directora teatral): “Hay un detalle que olvidan quienes piden que se levante la muestra de León Ferrari: no es de visión obligatoria. De manera que cada ciudadano libre puede elegir lo que quiere ver y lo que no. Por otra parte, si empezáramos a pasar cuentas a la Iglesia Católica de la misma forma en que esa institución lo hace con nosotros, no terminaríamos más. Realmente son preocupantes este tipo de manifestaciones dictatoriales en plena democracia. Ferrari es un artista y los artistas ven la realidad y se expresan de acuerdo con su sensibilidad y su ideología. Como lo hacemos todos. Por lo tanto, él tiene el mismo derecho que todos a expresarse libremente. Y el que va a ver su muestra, por su parte, tiene el mismo derecho que todos a decir que no le gusta, e incluso a manifestarse: pueden protestar todo lo que quieran, volantear en la puerta, hablar con los que entran, lo que se les ocurra, pero no pueden pretender prohibir la muestra. Y tampoco romper las obras”.
- Tununa Mercado (escritora): “La obra de León Ferrari no es un embate caprichoso contra el oscurantismo, sino una posición filosófica humanista en el doble sentido de esta palabra: por la sabiduría que la sustenta y por su lealtad a lo humano. Cuando lo conocí, a finales de los setenta, León estaba en la punta del viento, denunciando el terrorismo del poder militar que desde el ’66 se anticipaba a la negrura de ’76. Nunca cedió. Ese valor humano es ejemplar y único porque se sostiene con ideas fuertes, audaces, que proliferan en la materialidad del arte y de la escritura, y por una presencia solidaria en todos los frentes junto a las víctimas de la injusticia, el atropello y la discriminación. León es lo máximo. Los cavernícolas reptan”.