CULTURA
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Los libros y las alpargatas
Siendo peronista y poeta, ¿sufrió alguna vez la contradicción entre “alpargatas sí, libros no”?
–No, nunca. Porque la gente culta, incluso la izquierda y el Partido Comunista, no entendían al peronismo –decían “aluvión zoológico”, “cabecitas negras”–, se enfrentaban de tal manera que se aliaron con la oligarquía, y a uno lo dejaban perplejo. Asimilé toda esta violencia y en vez de llorar la devolví multiplicada; entonces el “aluvión zoológico” se transforma en “las patas en las fuentes”, pero como una afirmación. El atrevimiento estético fue paralelo al atrevimiento de una clase social que se refresca los pies, lo que era visto como un sacrilegio. Fue la primera vez que se usó el término “las patas en las fuentes”. Germán García me dijo “creaste un mito” (risas).
–¿Sintió en algún momento que su fe en el peronismo tambaleaba?
–No, como decía Marechal, el peronismo toma distintas peladuras, pero es la base porque viene desde el fondo de la historia y propone otro modelo de país: económicamente libre, socialmente justo y políticamente soberano.
Nota madre
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