Gimnasia sacó anoche una ventaja importante ante el muletto de Boca Juniors al ganarle 3-1 en el estadio del Bosque, en el partido de ida por la primera fase de la Copa Sudamericana. Los dos tuvieron problemas de llegada, pero Claudio Enría, con dos goles clave sobre el final, resolvió el pleito para Gimnasia. Jorge San Esteban, de tiro libre, a los 37 del primer tiempo, había sacado ventajas para el local; Schiavi, a los cuatro del complemento, había empatado para un Boca de habituales suplentes. El desquite se jugará el miércoles próximo en Salta y Boca, para llegar al desempate desde el punto del penal, deberá imponerse por dos goles.
Al principio, Boca se movió mejor en el terreno y manejó la pelota en especial por la tarea de los mediocampistas. El equipo de Tabárez dispuso (teóricamente) de dos variantes ofensivas: Estévez por abajo y Roberto Sosa, por arriba. El ex delantero de San Lorenzo desaprovechó dos oportunidades para convertir a los dos y a los nueve, pateando alto. Calvo y Pinto tiraron también de afuera sin dirección.
En ese primer tiempo en el que hubo un cambio de árbitro obligado porque Sergio Pezzotta entró por el lesionado (tirón muscular en el gemelo derecho) Madorrán, Boca fue levemente superior pero perdió el parcial. Es que Gimnasia sufre mucho la falta de enganche desde que se fue Messera. Igual, en una de las corridas del uruguayo Choy se produjo la falta que terminó en el gol de San Esteban: tiro libre arrastrado a la izquierda de un tardío Abbondanzieri.
En el segundo período Gimnasia levantó con el ingreso de Scotti, pero sin profundidad. Boca, tras el certero cabezazo cruzado y bombeado de Schiavi, volvió a recuperar el control y tuvo una ocasión cuando el disparo de Matías Donnet pegó en el travesaño. Enfrente, un pelotazo fortísimo de Noce desde lejos sobre la media hora dio en el poste derecho. Estaba para los dos.
Hasta que Pezzotta interpretó que Christian Giménez le cometió una infracción desde atrás dentro del área grande a Esteban González y así llegó el penal que aprovechó Enría. Después, con Boca jugado, Enría aprovechó bajo el arco un pase atrás desde la derecha y completó la alegría platense.