Dos triunfos y una caída fueron el saldo de los tenistas argentinos. En un duelo picante, José Acasuso se dio el gusto de vencer al australiano Lleyton Hewitt para meterse en la tercera ronda, el mismo objetivo que logró Juan Mónaco al superar al local Ryan Sweeting. En cambio, Juan Ignacio Chela se despidió con una imagen muy pobre al caer ante el checo Ivo Minar. Hoy a partir de las 21, Guillermo Cañas buscará su lugar en los octavos de final cuando se enfrente con el chileno Fernando González.

Con un buen nivel tenístico, Acasuso supo sacar provecho del flojo momento que atraviesa Hewitt para anotarse un importante triunfo por 6-3, 7-6 (7-4). El australiano, 22º en el ranking mundial, se mostró errático y fastidioso, lo que fue bien entendido por el misionero para ir volcando el partido a su favor. Sólido desde el fondo, Acasuso no dilapidó sus ocasiones y se llevó la victoria que lo deposita en la tercera ronda. Allí se enfrentará por primera vez en su carrera con el israelí Dudi Sela, que sorprendió al derrotar al español Tommy Robredo por 76 (7-5), 61. Y de pasar a Sela, el rival de Acasuso podría ser Roger Federer, una posibilidad que motiva mucho al argentino. “No sabía que estaba en esta parte del cuadro, pero me encantaría mucho poder enfrentarlo”, comentó el misionero, que cayó las dos veces que se midió con el número uno del mundo.

Sin jugar demasiado bien, Mónaco también se clasificó para la tercera ronda al superar 6-3, 7-5 a Sweeting, un tenista surgido de la clasificación que le trajo más complicaciones de las previstas. El tandilense se mantuvo más sereno en los puntos importantes, sobre todo en el duodécimo game del segundo set, que le sirvieron para prevalecer sobre el joven estadounidense. Ahora, Mónaco se enfrentará en la próxima ronda con el croata Mario Ancic, que en un partido muy parejo le ganó 6-2, 2-6, 7-6 al británico Andy Murray. El cruce entre Mónaco y Ancic, 63º en el ranking y un muy fuerte sacador que viene de una lesión, será el primero entre ambos.

El que dejó una imagen muy pobre fue Juan Ignacio Chela, que se despidió rápido en un partido que podría haber ganado. El de Ciudad Evita cayó 63, 57, 63 ante Minar, que se aprovechó de las fallas de Chela. “Pensé que en el segundo set se había cansado, pero se recuperó y todo se me dio vuelta”, aclaró Chela. “El es un jugador muy peligroso, con mucha fortaleza también en su saque, aunque yo también cometí muchos errores”, admitió.