San Lorenzo sigue en franco ascenso y lo confirma con resultados. Con un muy buen primer tiempo, el equipo de Ramón Díaz le ganó 3-1 a Lanús, con dos goles de Andrés D’Alessandro y uno de Andrés Silvera. El campeón descontó a través de Cano.

Antes de que se terminaran de acomodar en el terreno, San Lorenzo encontró la ventaja que le permitió afrontar el partido con mucha tranquilidad, tras una gran maniobra colectiva. Menseguez desbordó por la derecha a Faccioli y cedió al medio para la llegada de D’Alessandro. Inteligente, el zurdo tocó de primera para la entrada de Silvera, que sin marca resolvió de derecha ante la salida de Bossio.

Lograda la ventaja, muy pronto San Lorenzo se encargó de justificarla. Es que D’Alessandro asumió el rol de conductor y manejó los tiempos de la mitad de la cancha. Además, en la izquierda encontró un socio ideal en Aureliano Torres, que casi siempre trepaba con acierto. Y adelante, Menseguez desequilibraba con su velocidad. Con esas variantes, el equipo de Ramón Díaz dominaba a un rival que no lograba hacer pie en la mitad de la cancha y que casi no tenía peso ofensivo, con Lautaro Acosta luchando muy solo arriba.

Pudo aumentar D’Alessandro, pero su remate desde adentro del área se fue alto. Igual, su búsqueda tuvo premio en el arranque del segundo tiempo, cuando robó la pelota en tres cuartos, cedió para Menseguez y fue al área a recibir la devolución. Allí, se sacó de encima a un defensor y remató de zurda para batir a Bossio.

Parecía que todo estaba definido, porque San Lorenzo lucía mucho mejor y Lanús no reaccionaba. Sin embargo, el ingreso de Blanco y la reaparición en escena de Acosta le sirvieron mucho al conjunto de Cabrero para volver a meterse en el partido. Primero pudo descontar con un penal que Bottinelli le cometió a Acosta, pero Velázquez lo remató a cualquier parte. Y un rato más tarde lo consiguió con un contragolpe que Cano resolvió tras el desborde del otro delantero.

San Lorenzo ya se estaba desdibujando y sufría ante el crecimiento del campeón, aunque un increíble error de Bossio le allanó el camino. D’Alessandro pateó un tiro libre que debía ser intrascendente, débil y al medio del arco, pero a Bossio se le escurrió la pelota. Entonces, San Lorenzo recuperó el aliento para empezar a festejar de la mejor manera su centenario.