Lionel Messi regresó ayer a los entrenamientos en las instalaciones del Barcelona, luego de viajar el jueves por la noche desde Argentina y pasar un reconocimiento médico que confirma que se encuentra prácticamente recuperado de su lesión. Al delantero le gustaría “ayudar” al conjunto catalán a terminar el próximo miércoles su pase a las semifinales de la Liga de Campeones (recibe al Schalke 04, al que venció 1-0 en Alemania), pero sabe que nadie del club le permitirá que precipite su vuelta, aunque él insiste en que su deseo es “jugar cuanto antes”, según informó el diario Marca.

El jugador cumplió el jueves un mes desde que abandonó llorando el césped del Camp Nou, en el primer tiempo del encuentro ante el Celtic de Glasgow, tras romperse el bíceps femoral de la pierna izquierda. El pronóstico: seis semanas de ausencia. Messi sabe que sus compañeros lo necesitan más que nunca para ganar los partidos, pero él dice no sentir ningún tipo de presión. “Al contrario, hace mucho que estoy parado y lo único que tengo ganas es de salir a jugar.” Y agregó: “Lo más malo que le pasó al Barcelona fue la eliminación en la Copa del Rey (ante el Valencia). Se ganó al Schalke en la ida y estamos a un paso de jugar una semifinal de Champions. En la Liga vamos a pelear hasta el final”.