Colón llegaba mucho pero no convertía, pero en la última jugada del partido Rubén Ramírez, en posición adelantada, le dio el triunfo 1-0 ante Huracán, que sigue sin poder ganar y acumula más de 500 minutos sin hacer un gol. El equipo de Mohamed, que ganó dos y empató uno desde su llegada, comprometió todavía más a Racing.

Todos los caminos conducían al 0-0. A Colón le costaba horrores ganar de local –había sumado de a tres en uno de los cinco partidos– y a Huracán se le hace imposible hacer un gol –el último lo marcó en la quinta fecha–. Por eso fueron pura voluntad pero parecía que, nuevamente, se quedaban sin nada. Hasta que en la última bola el premio se lo llevó el que más buscó. Hasta allí Colón se había topado con la incapacidad propia de no tener la tranquilidad necesaria en los lugares decisivos; con la buena tarde de Barovero, que sacó varias pelotas de gol, y con la mala fortuna ya que las veces que no pudo el arquero la pelota rebotaba en los palos –Rivarola en el primer tiempo y Capurro en el segundo– o salía al lado del arco. El equipo de Ubeda, en tanto, se conformaba con el punto. Ya había probado cortar la sequía con Mendoza, Franzoia, Coyette, Toranzo y compañía, pero no había caso. El último grito de Huracán, que lleva siete sin ganar, data de la quinta fecha, con un cabezazo de Federico Nieto –hoy lesionado– a los 6 minutos del partido contra Argentinos. Pero llegó el centro desde la izquierda que peinaron hacia adentro y que Ramírez, adelantado, empujó al gol y rompió un cero que parecía blindado.