En la despedida de Miguel Angel Santoro como entrenador, Independiente consiguió su tercera victoria consecutiva y se acerca a la Copa Sudamericana. Acuña, en contra, cuando recién se iniciaba el juego y Montenegro con un golazo en el comienzo del segundo tiempo marcaron los goles del equipo visitante que esta semana le dará la bienvenida a Claudio Borghi. Arraya marcó el descuento para los jujeños que siguen en la zona de Promoción.

Independiente sacó de la mitad de la cancha y al minuto lo hizo Gimnasia. En el medio llegó un pelotazo de Guillermo Rodríguez, de esos de compromiso, que inician el noventa por ciento de los partidos luego de que un defensor reciba de uno de los dos que mueven. El bochazo voló para el más grandote, como correspondía, y Denis, de espalda al arco, la peinó hacia el costado esperando la llegada de algún compañero. Y Fredes llegó. Definió solo, entrando en diagonal por izquierda, ante la mirada de toda la defensa, la pelota se desvió en Acuña y descolocó a Nereo Fernández. 1-0 para Independiente y a sacar del medio.

El gol, inesperado para los dos, cambió absolutamente los planes previos. En realidad, los acentuó. Los jujeños, que de por sí tenían que salir a buscar los tres puntos, se pararon más adelante y fueron con todo sin elegir bien los caminos hacia Assmann. Lo de Independiente se dio a la inversa. El impensado premio lo relajó; se acomodó atrás y jugó el partido que la más le convenía: de tres cuartos a tres cuartos.

El segundo tiempo parecía repetir la historia. Cuando el trámite era parejo, Independiente golpeó, esta vez con una jugada bárbara de Montenegro, que se tiró atrás, encaró y sacó un derechazo en diagonal, de esos que son marca registrada del diez, teledirigido al ángulo superior derecho de Nereo Fernández. Pero Independiente hizo la plancha y Gimnasia no se rindió. En la primera que tocó, Escalada metió la pelota al corazón del área, tras una avivada en un lateral, y Arraya la empujó para descontar y abrir el juego. A partir de ese momento el partido fue de ida y vuelta. Carranza fallaba de un lado, Montenegro respondía del otro con un derechazo que besó el ángulo izquierdo; Escalada lo perdía de cabeza en un arco y Herrón probaba con un derechazo desde afuera en el otro sector.

Gimnasia se lo llevó por delante pero no estuvo lúcido en los metros finales y el que festejó fue Independiente. No hizo demasiado el equipo de Santoro, pero sí lo suficiente. Se encontró con un insólito gol cuando todavía no se habían acomodado en la cancha; tuvo orden defensivo para aguantar las arremetidas de Gimnasia y aprovechó de Montenegro y su arma preferida. Santoro enderezó el barco y ahora parte a la Selección. Borghi llega con el río más calmo y lo esperan con la alfombra roja puesta.