DEPORTES › UN AñO MáS DE CONTRATO EN BOCA
El goleador puede ser carta decisiva esta noche, en el partido de ida de la semifinal de la Libertadores, ante el Fluminense de Río.
› Por Facundo Martínez
La notable actuación frente al Atlas, en México, reflotó la admiración que los hinchas de Boca sienten por su goleador. Sobran los que opinan que Boca debería hacerle al jugador un contrato de por vida (deportiva, por supuesto), en señal de agradecimiento. Martín Palermo fue fundamental en esta campaña en la Libertadores 2008 de Boca, que esta noche afronta el partido de ida de la semifinal con el Fluminense de Río de Janeiro, y el actual presidente del club, Pedro Pompilio, lo reconoció señalando que el club le extenderá su contrato un año más, hasta junio de 2009, cuando el jugador tenga ya 35 años.
Justo cuando le llovían críticas por el bajo nivel que demostraba en sus últimas presentaciones y por la baja producción de goles en el torneo local, Palermo sacó a relucir sus aptitutes y se convirtió en el héroe de la clasificación de Boca a las semifinales de la Copa, con tres goles de antología (ver aparte), que se sumaron a los tres que ya había marcado. De buscarle reemplazante se pasó a hablar de la inminente renovación contractual del club en el que –según su represente, Gustavo Goñi– “Palermo se quedaría a vivir”.
Su gran momento en la Copa Libertadores (seis goles en diez partidos, aunque sólo marcó en cuatro encuentros) permite dejar a un costado los escasos seis tantos anotados por el torneo local, del que Boca todavía no se bajó del todo de su lucha, en doce encuentros disputados. Por dar un ejemplo, el actual goleador del torneo local, el jugador de Banfield Darío Cvitanich, lleva marcados 10 goles en 13 partidos.
Que Palermo aparece cuando nadie lo espera ya es moneda corriente, tanto como lo marca el hecho de que, desde que debutó en Boca por la Supercopa ‘97 frente a Cruzeiro, el club de la Ribera no haya podido –salvo en el caso particular de Carlos Tevez– encontrarle un reemplazante de igual jerarquía.
Antonio Barijho, quizás el que se le acercó más detrás de Tevez, luchó contra la mejor versión goleadora de Palermo, durante la primera etapa de Carlos Bianchi al frente del equipo, al igual que el entonces juvenil santiagueño Alfredo Moreno. Luego fracasaron rotundamente un veterano Abel Balbo (el sueño de Mauricio Macri para ganar la Copa Libertadores de 2002 en la que Boca cayó eliminado frente a Olimpia de Paraguay) y el ex Gimnasia Roberto “Pampa” Sosa, quien llegó a Boca sin trabajos de pretemporada y apenas dejó el recuerdo de su paso; sin olvidar el insólito paso del japonés Naohiro Takahara.
Con Tevez, Boca dejó de pensar en la ausencia de Palermo, que en España saltaba de club en club: Villarreal (2000-2002), Betis (2002) y Alaves (2003-2004), hasta que regresó a Boca a mediados de 2004, tras la renuncia de Bianchi a su segundo ciclo en Boca, después de haber llevado al equipo a la final de la Libertadores con Barijho como centrodelantero.
Con Ricardo La Volpe en el banco, llegaron Bruno Marioni y el uruguayo Carlos Bueno para destronar a Palermo, sumándose a la lista de los delanteros que en esa función fracasaron rotundamente. Una lista extensa en el caso de los centrodelanteros surgidos de las inferiores de Boca, hombres que no pasaron de las buenas intenciones para reemplazar al goleador histórico: Héctor Bracamonte, Roberto Colautti, Esteban Herrera y Julio Alcorcé, que no pasaron de proyectos. A estos nombres podría sumárseles el del delantero Mauro Boselli, actual suplente de Palermo, y al recientemente aparecido Lucas Viatri, ambos con futuro incierto mientras Palermo siga, al menos por un año más, y ya cerca de cumplir los 35 años, siendo el mejor 9 con el que cuenta Boca. Lo va a necesitar esta noche.
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